Ana Rodríguez. El próximo 12 de abril llega al Gran Teatro de Huelva, dentro del I Ciclo de Teatro Huelva y la Comedia, la obra Vade retro, una versión libre de la obra de Fermín Cabal, dirigida por Eduardo García Rojo. La representación, en la que un cura y una monja dudan sobre qué caminos deben seguir sus vidas tras una larga noche de confesiones, tiene como protagonistas a dos actores onubenses: José Álvarez ‘Chicky’ y Lola Bayo.
La actriz, a la que hemos podido ver hace sólo unas semanas en la serie Gran Hotel, ha intervenido también en otras como Cuéntame, Ana y los 7, Médico de familia o La casa de los líos, y en películas como Sinfín, The disapperance of García Lorca, Pero hermana, ¿qué has hecho? o Puente de invierno, entre otros títulos.
Bayo es una enamorada de Huelva, de su luz y su mar, y está encantada de poder estar en esta tierra para hacer sonreir a todos los onubenses que acudan a ver su obra, de la cual nos da algunas pinceladas en esta entrevista.
– Llega a Huelva el 12 de abril con la obra de teatro Vade retro. ¿Puede darnos algunas pinceladas sobre su papel en la misma?
– Interpreto a la hermana Lucía, una religiosa con una profunda crisis vocacional, un tanto transgresora y un poco intrigante. El papel de cura lo interpretan Pedro Javier o Chicky Álvarez (dependiendo de la agenda laboral de cada uno). En Huelva lo representará Chicky y estamos dirigidos por Eduardo García-Rojo.
– ¿Cree que el teatro, lejos de decaer, está renaciendo en los últimos años? ¿Por qué?
– No creo que el teatro decaiga en pos de otras formas de expresión actoral, sino todo lo contrario. Cada vez se apuesta más por puestas en escenas más arriesgadas, en producciones dramáticas, musicales, ópera, etc. Y los espectadores se movilizan a cualquier parte del mundo por ver un montaje teatral. En España concretamente hay actualmente más asistencia al teatro que al cine. Y es que hay muchísima oferta teatral a pesar del riesgo y los costes tan elevados que supone producir cualquier obra y representarla en cualquier tipo de teatro. Mientras que haya actores, habrá teatro, porque representaremos en cualquier espacio por más difícil que sea. Y con el escaso trabajo que hay en la actualidad, hay muchos más actores haciendo teatro, con propuestas muy creativas.
– También la hemos visto hace muy poco en la serie televisiva Gran Hotel, donde daba vida a una amiga del Rey…
– Sí, Joaquina, una aristócrata intrigante con acceso al Rey. Un personaje pequeño que aparece en el capítulo 25 y en función del desarrollo de la trama podrá reaparecer en la próxima temporada. Una gran serie, muy cuidada en todos los niveles, con muchas expectativas y muy buena audiencia.
– Es usted una actriz todoterreno: cine, teatro, televisión… ¿es muy diferente interpretar en uno u otro contexto?
– Cine, televisión, teatro, radio, publicidad, actuaciones dramatizadas en vivo, etc. Todo es interpretación y en todas las fases tienes la misma responsabilidad de creatividad del personaje para hacerlo creíble. Pero sí que es verdad que, dependiendo del medio, tienes que utilizar más la expresión corporal, la lingüística, la visual, etc. Pero si se refiere a cuál es más arriesgada, evidentemente es el teatro, ahí no puedes dar marcha atrás y repetir.
– Según su experiencia, ¿cuál de los tres ámbitos citados con anterioridad es más sufrido?
– En realidad, todos son sufridos si se les puede llamar así. Todo actor que se precie tiene esa responsabilidad que te ataca antes de salir a escena y que se llama ‘miedo o temor’ a que no salga bien o que no guste. Lo que ocurre es que en teatro estás sufriendo durante una hora y media o dos y en el resto mientras dura la escena, pero todo conlleva mucho sacrificio. Desde fuera se ve como una vida medio poética, pero en realidad es durísimo. Te pasas la vida estudiando, preparándote, madrugando, pasando mucho frio, mucho calor, muchas esperas… mucho de todo.
– ¿Tiene ya algún nuevo proyecto en perspectiva?
– Sí, más teatro y otros proyectos de ficción que aún no se pueden desvelar.
– ¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación?
– Sí, toda la vida, desde pequeña me subía a la azotea de mi casa, me caracterizaba y me ponía a cantar, bailar y a hablar con un público ficticio…
– A lo largo de su dilatada carrera ¿cuál ha sido el papel al que le ha cogido más cariño? ¿y más manía?
– Cariño, a todos, porque todos los haces deseándolos mucho. Manía, le empezaba a coger a la hermana Lucía porque no veía manera de que el proyecto viera la luz y casi estuve a punto de tirar la toalla.
– Cuéntenos un poco su vinculación con Huelva
– Mi vinculación es casi total. Seguimos teniendo casa aquí. Veraneamos en Punta, tengo mis amigos, mi familia, todos mis recuerdos, mi padre y mi hermano enterrados aquí. Mi fuente de energía proviene de esta tierra y la necesito para recargar la mía. Mis veraneos en Punta, mis paseos por la playa, sobre todo al atardecer. Esas puestas de sol tan impresionantes que me dejan extasiada. No hay una luz más bonita que la de mi tierra. No puedo vivir sin esa luz anaranjada tan característica de Huelva. Mi Rocío de mi alma, que hace que me vuelva loca cuando no puedo venir. Todo. Soy más de Huelva que las Marismas.
– ¿Ha notado usted a lo largo de los años el cariño y la admiración de los onubenses?
– Sí, todo el mundo se interesa por saber cómo me va y disfrutan cada vez que me ven en un trabajo. Cuando hace muchos años traje una película a concurso al Festival de Cine Iberoamericano, enfermé, según el médico, de emotividad. Fue tremendo, cómo se volcó el público de Huelva, cómo se abarrotó el Cine Emperador. Fue grandioso. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero yo lo que sentí fue el calor y el apoyo de mis paisanos, que es como debe ser. Todos juntos caminamos mejor. Creo que soy una buena embajadora de mi Huelva querida.
– Cuando trabaja fuera ¿qué echa más de menos de su tierra?
– Además de lo que he dicho anteriormente, el mar. No puedo pasar sin verlo, sin sentir la humedad y el olor del mar, sin sentir la libertad que me da. Cuando me fui a vivir a Madrid, me sentía enclaustrada porque no tiene mar, me asfixiaba. Y en cuanto llegaba a Huelva, lo primero que hacía era irme al puerto (donde las canoas), para ver y escuchar el agua y sentir el aroma del salitre y esa sensación que otros llaman ‘pegajosa’ de la humedad del mar.
– Un rincón de Huelva donde perderse…
– En los Enebrales.
– Un mensaje para sus paisanos
– Pues que lo mismo que hace muchos años fueron a Madrid a verme y saludarme al Teatro Muñoz Seca tantísimas personas de Huelva, que vengan ahora al Gran Teatro que quiero regalarles un rato de distracción y sacarles muchas sonrisas con esta obra. Que todos necesitamos sacarnos un poco de la realidad y relajarnos de los duros momentos que estamos atravesando.
– ¿Cuál es la mejor noticia que le han dado?
– Gracias a Dios, muchas, pero de las últimas, que mi obra había sido seleccionada para un ciclo de comedia y venir ni más ni menos que a Huelva. Totalmente inesperado. Es un regalo, es un gran premio porque si este año por trabajo no puedo veranear, me llevaré conmigo de vuelta un baño de amigos, de charlas, de paseos, y de buenos deseos de mis paisanos.
Muchas gracias Lola.