Juan Antonio Ruiz / San Juan del Puerto. El Teatro Municipal «Juan Alonso de Guzmán» de San Juan del Puerto acoge el sábado 13 de abril a las diez de la noche el XXXIII Pregón Rociero, que será pronunciado por el sanjuanero Román Rodríguez Mora.
En este año, todo lo relacionado con El Rocío en el municipio tiene unas connotaciones especiales, teniendo en cuenta que la filial número diez de la Matriz de Almonte está celebrando el primer centenario de su fundación.
Román Rodríguez, el encargado de ensalzarlo a los cuatro vientos, es un conocido letrista y compositor local, una persona que desde siempre ha sido muy sensible, y que este año ha visto aumentada sus sensibilidad. Según ha adelantado a Huelva Buenas Noticias, poéticamente el pregón está medido y limado, aunque «me preocupa los tramos emocionantes de los que no se si sabré controlarlos» -señala.
Se trata de uno de los mellizos de San Juan que le canta cada año junto a su hermano y presentador de su pregón, Juan Bautista, a la Hermandad de Huelva en el barrio de Las gallinas, y que en esta entrevista en exclusiva nos adelanta la preparación del pregón, las horas que ha necesitado para hacerlo y quién es su referente en esta lides.
De esta forma, el que fuera además creador y director del Coro Rociero de San Juan, escribiendo tanto para este como para artistas y grupos onubenses, nos ha abierto su casa para darnos algunos detalles del pregón del centenario que pronunciará este sábado.
– ¿Qué va a suponer dar el pregón del Rocío de San Juan del Puerto de este año?
-Una ilusión de cualquier sanjuanero, y más en una fecha tan importante como es el Centenario. La verdad, una ilusión tremenda.
– ¿Cuántas horas le ha dedicado desde que se lo propusieron?
– Muchas. Es un pregón que lleva muchas puntadas y un pregón al que he dedicado bastante tiempo.
– Experiencia en letras rocieras tiene de sobra. Será el primer pregón que pronuncie pero no el primero que ha escrito de esta temática.
-Efectivamente, pronunciar nunca he pronunciado ninguno. Le he tenido siempre un miedo escénico al hecho de ponerme delante de un público, y en esta ocasión voy a vencer ese miedo y voy a aventurarme y atreverme, a ver cómo me sale.
– Qué espera escuchar de su hermano, Juan Bautista, su presentador.
– Sin duda, unas palabras cariñosas porque la persona que me presenta es la persona que mejor me conoce de este mundo, más incluso que mi madre.
– Para muchos jóvenes «los mellizos de San Juan» sois referentes del colectivo rociero del pueblo y me atrevería a decir de fuera del mismo ¿sois conscientes de ello?
– Bueno, relativamente conscientes, nosotros somos iguales que cualquier hermano de la Hermandad, lo que pasa es que, sí que es verdad, que los medios de comunicación tienen mucho que ver en esto, y el Youtube, por ejemplo, y los vídeos que se cuelgan y que después se ven, han influido mucho en nosotros, pero somos tan rocieros como cualquiera del pueblo.
– Cómo lo va a enfocar, qué estructura tendrá este pregón del centenario.
– El pregón es un poema de amor, es una declaración de amor de un hombre a su Hermandad. Tiene dos partes muy diferenciadas, muy claras. Una la parte poética que es la que más me gusta, por supuesto, y otra la parte institucional, de agradecimientos y felicitaciones que yo creo que, por el centenario que celebramos, estaba obligado a hacerlo.
– Hábleme de la Virgen.
– Pues no se qué hablarte de la Virgen. Es la que da sentido al Rocío, sin ella nada tendría sentido, es la que nos guía hasta hacer todo lo que hacemos, sin duda por ella. Cualquier rociero sabrá lo que estoy diciendo, y se emocionará lo mismo que me emociono yo cuando la tengo delante, al igual que cualquiera en Semana Santa le sucede cuando está delante de su Cristo o de su Virgen. Esas cosas sólo las entiende los que verdaderamente tienen una devoción especial por unas imágenes.
– Cualquier año es bueno para hablar bien y bonito del Rocío, pero cuando en una Hermandad se cumple un siglo de su fundación, la cosa cambia ¿no?
– Por supuesto que sí. Yo siempre tengo el referente de cuando era pequeño y empezaba a hacer cuentas. Tendría unos doce, trece o quince años cuando decía «en dos mil trece yo tendré…», y la suma me daba cuarenta y cuatro años. Lo veía tan lejano y tan distante, y ahora ya lo tengo aquí sin haberme dado apenas cuenta. Los años han ido pasando, hemos ido sumando Rocíos y este es el número cien. Es una fecha muy bonita sin duda. Una fecha para recordar a todos los que nos han traído hasta aquí, a todos los que han hecho posible este milagro, entre comillas, que es el Centenario. En este San Juan, donde las cosas duran «lo que dura una novedad», como digo en el pregón, lo de este año es un evento muy muy grande para el pueblo.
– Un momento del camino de San Juan del Puerto podría ser…
– La salida, sin duda. La noche previa y la salida es lo más emocionante. Ese nerviosismo, esas inquietudes, esa ilusión, ese nerviosismo que parece que no vas a llegar a tiempo; que te levantas a las cinco de la mañana y todavía tienes los nervios metidos dentro y no te salen. Y dices «¡a las nueve sale la Hermandad!», y vas corriendo con el corazón galopando. Ese día es muy bonito. El miércoles de la salida, junto con la noche del camino, son dos de los momentos más bonitos para mí.
– Ha asistido a muchos pregones pero dígame con cuál podría quedarse.
– Hay muchos. La verdad es que hemos tenido la suerte de tener muchos y muy buenos pregoneros. Este pregón de este año hace el número treinta y tres, es decir, ha habido treinta y dos pregones anteriormente. Yo todos no los he oído, pero muchos sí. El pregón de Juan Bautista Cartes fue un pregón muy bonito, creo que el que dio mi hermano también lo fue, como lo fue también el de Carlos Duarte o el de mi cuñada Rocío, o el de pregoneros de fuera que han venido hasta nuestro pueblo. Hay algunos de los que no puedo hablar porque no los escuché, como el de Joaquín en 2012. Además, hemos tenido la suerte de tener a muchos almonteños que nos han trasladado sus vivencias como hombres de la Virgen, y otros tantos de Huelva, como por supuesto Eduardo Fernández Jurado, quien es mi referente sin duda, y que ha dado tres pregones aquí en San Juan.
– ¿Qué tiene la Hermandad de San Juan del Puerto que no tenga otras?
– Sin duda que es la de mi pueblo. No sé quién lo escribió por ahí que decía que no quería a su pueblo ni por más bonito ni por más rico, lo quería porque sencillamente era el suyo y sólo por eso: porque es el mío, porque detrás del Simpecado lleva el nombre de mi pueblo y porque es el que yo he heredado de alguna manera. Esa fe no sale de mí, viene de mis mayores.
– El pregonero tiene un vínculo muy importante con la Hermandad madrina. Háblame de la Hermandad de Huelva.
– Aquí en San Juan siempre hemos tenido una admiración especial por Huelva, y la hemos tratado como una hermana mayor a la que quisiéramos parecernos. Ha sido siempre el espejo donde nos hemos mirado, y la verdad que le tenemos mucho cariño, aprecio y respeto, y creo que todo esto es mutuo, que ellos sienten lo mismo por San Juan. El otro día estuve hablando con el presidente, Juan Ferrer, y me trasladó la ilusión que ellos tienen por el Centenario de San Juan, me dijo: «nosotros tenemos diecinueve ahijadas pero como San Juan ninguna».
– El que fuera carrero de Huelva durante décadas nos dejaba hace unas semanas. José Bueno también le estará escuchando desde arriba…
– Seguro que sí. En mi pregón hay una parte que hablo de las ausencias, de los que no están. Digo algo así como «…y vamos a acordarnos de los hermanos que faltan y siembran en la Hermandad un reguero de nostalgia». Y bueno ahí nombro a algunos de los que yo he conocido y de los que he mamado la devoción rociera, los que me han ido enseñando.
– En este año de la Fe y del Centenario en San Juan ¿qué no hay que perderse de la romería?
– Yo creo que este año no hay que perderse nada. Este año hay que guardar cada momento en ese cajón de la memoria donde guardamos los momentos más felices e intentar retenerlos, que no se escapen en el tiempo porque los años nunca vuelven una vez que lo hemos vivido, y éste tampoco va a volver.
– ¿Estará dedicado a alguien?
– Hombre por supuesto, por supuesto que sí (emocionado). En la memoria de mi mujer, va dedicado a mi hijo Pablo.
– Muchas gracias Román por la generosidad en las respuestas y que las altas expectativas creadas se vean cumplidas pregonero.
– Gracias a ti.
