Redacción. El Ayuntamiento de Moguer ha prohibido el baño en la Playa del Parador de Mazagón ante la aparición de varios ejemplares de carabela portuguesa, una medusa cuyo contacto provoca serios daños y molestias al ser humano, y que se ha extendido por el litoral onubense tras los últimos temporales.
Numerosos ejemplares de este organismo marino se habían detectado desde algún tiempo en las costas de Cádiz, y ya esta misma semana en Matalascañas, obligando a izar en todas sus playas la bandera roja que prohíbe el baño. Esta ha sido la medida adoptada también esta mañana por el ayuntamiento de Moguer, que además ha colocado carteles informativos en los accesos a la Playa del Parador, y ha realizado una campaña de información directa en todos los establecimientos hoteleros de Mazagón, así como en el Puerto Deportivo, la Escuela de Vela o el Club Náutico, de manera que todos los posibles usuarios de la playa en estos días conozcan la prohibición del baño y de pasear junto a orilla decretada por el consistorio local, y las razones que la motivan.
La carabela portuguesa (Physalia physalis), también conocida como fragata portuguesa, agua mala, botella azul o falsa medusa, se suele encontrar en mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, y en especial en las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico, así como en la Corriente del Golfo atlántica. Está compuesta por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.
Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano, aunque para la investigadora Dacha Atienza, del Instituto de Ciencias del Mar que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tiene en Barcelona, «la carabela portuguesa no es mortal, aunque en general provoca picaduras más extensas y dolorosas que generalmente requieren que se derive la atención en playa hacia centros hospitalarios, debido a que tiene una superficie de tentáculos mucho mayor».
Ante la picadura de este organismo, como con las medusas, existen grupos de riesgo, entre los que se encuentran los niños, que además pueden sentirse atraídos por el color azulado de los tentáculos de estos ejemplares varados en la playa, por lo que desde el Ayuntamiento de Moguer se prohíbe también el tránsito por la orilla hasta que finalice la presencia de estos animales en Mazagón.
La carabela portuguesa es más fácil de identificar que las medusas, ya que tiene una especie de flotador que se ve siempre y que facilita también su retirada de las aguas. De cualquier manera, hay que extremar la precaución ante estos organismos y evitar todo contacto con ellos por lo que se recomienda a la ciudadanía que no se toquen ni se recojan los ejemplares que pudieran aparecer estos días en la playa, ya que sus toxinas siguen activas hasta varios días después de su muerte.
No obstante, en caso de picadura las recomendaciones son no frotarse la herida y lavarla inmediatamente con agua del mar o con vinagre, aunque si persisten las molestias es conveniente acudir al centro de salud.
