Ana Rodríguez. El camino que separa Huelva de la ciudad alemana de Múnich se lo conoce bien Francisco Beltrán Rengel, choquero de pura cepa que ahora, por motivos laborales, se ha visto obligado a emigrar al norte donde lleva ya más de un año de estancia.
Curro, como le llaman sus amigos, se crió en el Huerto Paco, aunque luego se mudó a la zona de San Pedro. Estudiante del IES La Rábida, se decidió por las Ciencias y acabó haciendo Informática, primero en Huelva y luego en Sevilla, donde cursó la Superior de Sistemas. “Yo quería ser profesor”, nos comenta, “mi orientación era hacia la enseñanza. Hice el CAP y me presenté a las oposiciones de Secundaria dos veces, aunque no saqué plaza”.
Mientras trataba de convertirse en funcionario, Francisco hizo prácticas a través de la Hispalense en las empresas Sadiel y Viavansi de Sevilla como programador web y también en el departamento de Neurociencia de la Universidad Pablo de Olavide, montando redes.
“Como veía que la cosa estaba difícil, empecé a echar currículos por Internet y me llamaron para hacer una entrevista de trabajo en Londres, para el departamento de Recursos Humanos en informática de la empresa Northgate”, recuerda Curro.
Sin embargo, aquello no cuajó aunque, poco después, Alemania tocó a su puerta. Recibió una llamada de su actual compañía, MSG Systems, una empresa de tecnología de programación e informática cuyos clientes suelen ser entidades de seguros. “Me pagaron un viaje de tres días que pensaba que era para hacer la entrevista de trabajo pero, cuando llegué allí me di cuenta de que el empleo era mío directamente y que aquello era una toma de contacto, para ver si me gustaba y pensaba que podría adaptarme”, comenta nuestro afortunado onubense. Eso sí, el encuentro fue en inglés, una prueba de fuego que Curro llevaba bien aprendida después de cursar cuatro años en el Instituto de Idiomas de Sevilla y practicar hablando con americanos que conocía en España.
Tomar la decisión de marcharse de tu país supone “cambiar de vida al cien por cien y es difícil porque no sabes lo que te vas a encontrar”. Afortunadamente, Francisco Rengel no estaba tan solo, ya que con él otros seis españoles fueron contratados para ampliar la plantilla de la empresa alemana. Además, ésta le facilitó mucho las cosas: lo alojó en un piso de manera gratuita durante seis meses y le ofreció un curso intensivo de alemán durante el mismo periodo de tiempo. “Yo tenía cero de alemán y dentro de la compañía y con los clientes hay que hablar en su lengua. Es muy duro aprender este idioma pero después de un tiempo, con motivación, ganas, saliendo por ahí con alemanes, etc. lo llevo mucho mejor y ya me defiendo”.
Dentro de MSG Systems, Curro está aprendiendo a desarrollar programas para ser consultor SAP, es decir, de software para gestión de grandes empresas. Ahora mismo, el proyecto que lleva entre manos el onubense es para Volkswagen y es un software para gestión de flotas de autos o leasing de autos.
Dice nuestro informático que lo que peor lleva de Múnich son los horarios de comidas, ya que el almuerzo es a las 12.00 y la cena a las 19.00 horas. “En la empresa tenemos un comedor y el ambiente es muy cordial y relajado. Hay mucho compañerismo y muchos españoles. Entre nosotros nos reunimos y hacemos cosas juntos, aunque también nos hemos integrado muy bien con los alemanes”, comenta contento Curro.
Entre sus objetivos a medio plazo está encontrar piso en Múnich, pues ahora vive en uno de la empresa a las afueras, concretamente en Ismaning, con otros dos compañeros de trabajo. En la ciudad “hay pocos pisos de alquiler porque aquí no existe esa cultura de comprarse una casa y tener una hipoteca. Aquí todo el mundo vive en casas de alquiler y por eso hay pocos pisos disponibles”.
A pesar de que el clima, de inviernos largos y fríos, dista mucho del de España, Francisco señala que “a todo se acostumbra uno” y que en Múnich se aprovechan al máximo los días de verano y sol. La “vida de calle” se suple con actividades en espacios indoor, sin ir más lejos, Curro se ha apuntado a un Club de Tenis para retomar este deporte que ya practicaba en Huelva, aunque, como no, la pista es a cubierto.
Una de las cosas que más le gustan a este informático onubense de su nuevo hogar son las Beergarten que se organizan a partir de primavera, normalmente en parques, en las que la gente se reúne a beber cerveza, “serían como las barriladas universitarias de España”.
De Huelva echa de menos principalmente a su familia, amigos y “el puchero de madre”, dado que la comida alemana “aunque es distinta y no está mal”, es pobre en pescado y rica en carnes y grasas. Por eso, siempre que tiene unos días de vacaciones se escapa a comer choquitos, a ver a sus colegas y a disfrutar de la tierra con más horas de luz al año.
A los jóvenes españoles, Curro les aconseja “que aprendan inglés, porque a mí es lo que me abrió las puertas para encontrar trabajo”, un empleo en el que quiere permanecer unos años más para coger experiencia y perfeccionar el alemán, aunque asegura que su deseo es, en un futuro “volverme a Huelva”.
6 comentarios en «Un ingeniero onubense afincado en Múnich diseña un software para Volkswagen»
Me alegro que te vaya tan bien. Felicidades!
Me alegro curro espero verte pronto bajo tu señor de pasión!!
Bien primo bien. Ya me cobraré los derechos de imagen en cerveza cuando vaya pal Oktober Fest
Me alegro mucho deque te vaya bien, eres de las mejores personas q he conocido. Q nuestro Señor de Pasion te acompañe en tu nueva vida.
ENHORABUENA, PRIMO. NO NOS ADAPTAMOS AL MEDIO, LO HACEMOS NUESTRO. UN FUERTE ABRAZO.
Muchas gracias!! El Señor de Pasion va siempre conmigo. Espero vuestra visita por aqui. Un abrazo!!!