Redacción. San Juan del Puerto hace balance de su Semana Santa de este año 2013. En este sentido, el Santísimo Cristo del Amor, que realiza el Vía Crucis cada Martes Santo, tuvo que quedarse en el templo ante la llovizna que se cernía a la hora de su salida en el municipio.
El miércoles Santo, Nuestro Padre Jesús Cautivo pudo salir a la calle en un intento de sortear la borrasca que entraba por Portugal. Aunque las predicciones apuntaban a una alta probabilidad de lluvia, el cielo se tiñó del mismo color morado de la túnica que lucía el Santo Padre y la ‘Cuadrilla del Toleo’ lo llevó a la calle para mostrárselo al pueblo. Pero las ilusiones de los devotos también se mojaron cuando, poco después de iniciar el recorrido, a la altura de la residencia de ancianos San Joaquín y Santa Ana, comenzó a llover y la hermandad decidió volver a la Ermita de los Remedios.
Mejor día para la Semana Grande de San Juan del Puerto fue el jueves. Nuestro Padre Jesús del Gran Poder sí pudo realizar su estación de penitencia al completo. Aunque la lluvia hizo acto de presencia a las 22.00 horas, momento en el que estaba prevista la salida y que obligó a retrasarla unos minutos, San Juan pudo verlo procesionar.
A pesar de la alegría de tenerlo en la calle, este año ha sido especialmente duro para los cofrades y devotos de Nuestra Señora de los Dolores, que no ha podido acompañar a su Hijo en este Jueves Santo. La esperanza estaba puesta en el viernes, cuando la Virgen sí iba a salir tras el Santo Entierro, como cada año. Pero de nuevo la lluvia estropeó los planes y, finalmente, la cofradía no puedo salir de la iglesia parroquial San Juan Bautista. Era el día grande de la Semana Santa sanjuanera, el día de poder ver a la Madre y al Hijo juntos, el día en que San Juan del Puerto muestra su más sincero fervor. Las autoridades civiles y militares y los representantes de todas las hermandades querían acompañar a la hermandad de Nuestra Señora de los Dolores aunque, por desgracia, este viernes santo no pudieron sacar a sus titulares y decidieron quedarse en casa esperando ya una nueva oportunidad el próximo año.
El agua tampoco dejó a los sanjuaneros disfrutar del Domingo de Resurrección. San Juan es uno de los pocos pueblos de la provincia donde procesiona el Cristo Resucitado, siempre acompañado de Nuestra Señora de la Esperanza. Este año, mirando al cielo, la hermandad decidió que lo menos arriesgado era salir a la puerta de la ermita y, con Madre e Hijo frente a frente, disfrutar de unas marchas cofrades y del buen hacer de los costaleros y costaleras.
También estuvo pasada por agua la tradicional rifa de borregos que se celebra tradicionalmente en la Plaza de España. Este año se rifaron 10 lotes menos que en la edición anterior, ya que la lluvia, prácticamente, no cesó desde media mañana.