Juan Antonio Ruiz / San Juan del Puerto. Paralelamente a los diversos actos que las dos Hermandades de Semana Santa tienen previsto organizar con motivo de la Semana de Pasión que está a punto de celebrarse en el municipio, hay dos hechos relevantes por parte de estas dos entidades que necesariamente hay que destacar en este año de 2013.
De un lado, la Hermandad de los Dolores, que habitualmente participa en las procesiones del Jueves y Viernes Santo además del Vía Crucis del Martes Santo y de otro, la Hermandad de la Esperanza que protagoniza las jornadas del Miércoles Santo y Domingo de Resurrección, ambas recuerdan en este año trece, dos momentos claves en la historia de cada una de sus propias cofradías.
La Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de los Dolores, ha recordado el pasado 13 de marzo que se han cumplido treinta años de la bendición de la nueva imagen de la dolorosa sanjuanera tras la desaparición de la anterior en un incendio fortuito ocasionado en 10 de abril del año 1982. Ante ese hecho funesto, la hermandad se puso manos a la obra para conseguir una nueva imagen necesitando para ello la colaboración de todo el pueblo. Y fue el 13 de marzo de 1983 cuando en la Ermita de los Remedios se llevó a cabo la bendición por el entonces párroco Manuel Castilla y fue trasladada en andas hasta la iglesia donde se realizó una misa y posterior besamanos.
Por otra parte, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Esperanza va a poner de relieve en este 2013 los 25 años de la bendición de la imagen del Cautivo a San Juan del Puerto. Imagen que cuenta con una gran devoción en esta localidad creciente cada año y que será en el próximo mes de septiembre, el día 21, cuando a las 21’30 horas realice una salida procesional extraordinaria para celebrar dicho aniversario. Antes se celebrará un triduo en la Ermita de los Remedios, en pleno barrio del Toleo, que será oficiado por el párroco Victoriano Solís y el diácono Francisco Javier Vélez.