Mari Paz Díaz. Rocío Márquez (Huelva, 1985) comenzó en el mundo del flamenco siendo una niña. Con tan sólo nueve años se inició en la Peña Flamenca de Huelva, donde tuvo la oportunidad de aprender junto con otros niños, -como Argentina o Jesús Corbacho- los diferentes estilos de fandangos, de la mano de Amparo Correa y Manolo López. Entonces se subió por primera vez a un escenario, en la Peña Flamenca de Palos de la Frontera, donde fue la primera vez que ganó un concurso de fandangos de Huelva. Poco después, Rocío Márquez comenzó a frecuentar la casa de Eduardo Hernández Garrocho, que le enseñó a cantar saeta.
Con 11 años le salieron unos nódulos en la garganta, pero gracias a la ayuda de la soprano Gloria Muñoz consiguió aprender de técnica vocal, unas enseñanzas que coincidieron con sus estudios de piano en el Conservatorio. Poco después se marchó a vivir a Sevilla, donde entró a formar parte de la Fundación Cristina Heeren, un centro en el que tuvo la oportunidad de aprender de maestros como Paco Taranto y José de la Tomasa.
A partir de aquí, Rocío Márquez ha ido creciendo como artista y como persona, si bien, un punto de inflexión en su carrera fue la concesión en 2008 de la Lámpara Minera del Festival del Cante de las Minas de la Unión, que obtuvo junto con otros cuatro primeros premios, hecho que sólo ha conseguido Miguel Poveda anteriormente. La Lámpara ha sido sólo uno de los múltiples reconocimientos de esta joven artista.
Desde entonces hasta ahora, Rocío Márquez ha sabido labrarse una carrera sólida que le está llevando por los escenarios de todo el mundo, actuaciones que compagina con sus clases y sus estudios de flamenco en la Universidad de Sevilla. Su próxima cita con el público onubense será en el Gran Teatro de Huelva, donde actuará el 25 de abril dentro de una gala benéfica.
Como nos cuenta en esta entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias, entre sus proyectos actuales destaca la grabación de La Vida Breve de Manuel de Falla con la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de Josep Pons, aunque Rocío Márquez también está volcada en la promoción de su primer trabajo discográfico Claridad, que salió al mercado el pasado año 2012 con el sello Universal Music.
Y es que, a Rocío Márquez, el flamenco le hace sentir diferente, por lo que tiene claro que ha visto cumplido su sueño, siempre siguiendo a su maestro José de la Tomasa, cuando afirmaba que «el flamenco no es una carrera de velocidad, sino de fondo». Ella considera que está en el camino.
– ¿En qué punto de tu carrera te encuentras en la actualidad?
-En un momento lleno de proyectos, con mucha ilusión y con ganas de seguir aprendiendo. Mi primer disco lo he sacado hace poquito -el verano pasado- con Universal y se llama Claridad. Lo ha producido José Luis Garrido y he tenido la suerte de contar con músicos que admiro mucho, como Alfredo Lagos, Jorge Pardo o Jorge Tejerina. Ha sido un proceso precioso. Cada tema guarda un momento especial para mí: ‘Infancia’, por ejemplo, abre el disco y son fandangos entrelazados con la jotilla de Aroche que, de alguna manera, me devuelve al tiempo que pasé en Cortegana cuando era una niña; ‘Nana para Rocío’, que fue la nana que le escribí a mi sobrina cuando me enteré que mi hermana María estaba embarazada; o ‘Aliviando’, con la guitarra de Guillermo Guillén, que fue la taranta que canté en el Festival de La Unión la noche que gané la Lámpara Minera.
-Y, ¿de cara al futuro?
-Aunque suene a tópico, lo que quiero es poder bajarme del escenario satisfecha, tener la sensación de haber dado todo lo que pueda y de haber transmitido todo lo que siento por este arte. Estar inmersa en proyectos que me aporten y me permitan evolucionar.
-La concesión de la Lámpara Minera fue uno de los momentos más destacados de tu carrera. ¿Qué supuso para ti siendo tan joven?
-La Lámpara fue un punto de inflexión en mi carrera. Siempre digo que me siento muy agradecida al Festival de las Minas de La Unión, porque ellos confiaron y apostaron por mí. Y gracias a ellos se me abrieron muchas puertas. Además, el premio fue una alegría inmensa y una ilusión indescriptible. Tengo que confesar que este galardón me hizo sentir una gran responsabilidad, que he intentado transformar en ganas de aprender, en afición y en respeto.
-¿Qué momento de tu carrera no olvidarás jamás?
-Cuando bajé a las minas de Santa Cruz del Sil en León para apoyar a los mineros que llevaban 46 días encerrados.
-En cuanto a las próximas actuaciones, ¿tienes muchos conciertos previstos?
–En estos dos primeros meses del año he estado cantando en ciudades del extranjero como Munich, Salzburgo, Viena, París, en Festivales como el de Nimes o el de Jerez, en eventos como Simof, y en algunas peñas flamencas andaluzas, como la de Pozoblanco o la Fosforito de Córdoba. Además, he tenido la suerte de formar parte del circuito que ha organizado la Diputación de Huelva por muchos pueblos de nuestra provincia, como son Sanlúcar de Guadiana, Fuenteheridos, Linares de la Sierra, Corteconcepción, Alájar o Zufre. En los meses que vienen tengo conciertos previstos en Francia, Argentina, Puerto Rico, Italia y Bélgica, así como en peñas flamencas y otros eventos flamencos más cerca de casa.
-¿Te veremos próximamente en Huelva?
-Sí. El pasado 9 de marzo estuve en Lepe y el 25 de abril actuaré en el Gran Teatro de Huelva. Ambas actuaciones son con carácter benéfico. La primera fue para la Asociación de Discapacitados Físicos de Lepe y, la segunda, para los Niños del Basural de Asunción (Paraguay). Más adelante, el 14 de junio, estaré en el Casino de Rociana.
-¿En qué proyectos estás trabajando?
-Estoy grabando en Madrid un fragmento de La vida breve de Falla con Cañizares, la Orquesta Nacional y la dirección de Pons. También estamos rodando un proyecto junto a la pianista clásica Rosa Torres Pardo con obras de Turina, Albéniz, Granados, etcétera. En fin, estoy inmersa en muchos proyectos, con mucha ilusión y con muchas ideas que espero poder contaros pronto, cuando ya estén confirmadas.
-A nivel personal, Rocío Márquez no sólo es artista, sino que también mantiene una continúa tarea de formación. No ha dejado de estudiar…
-Cuando me enteré que existía un doctorado de flamenco me puse muy contenta. Pienso que el conocimiento te da libertad.
-¿De qué fuentes has bebido?
-Me encanta escuchar a Pastora, Marchena, Vallejo, Rengel, Chacón, Pinto, Tomás, Terremoto, Chocolate, Naranjito, Mairena, Morente, Gabriel Moreno, José de la Tomasa… Para aprender los cantes me parece interesante escuchar el mismo estilo de distintos artistas. Y, si es posible, que tengan maneras y timbres diferentes para llevártelo a tu terreno y darle tu personalidad. Así tienes más recursos como artista.
-¿Cómo te definirías como artista?
–Yo adoro lo tradicional, siempre y cuando no me limite a la hora de expresar lo que siento. Pienso que cuando uno está muy pendiente de cómo se puede percibir externamente se puede alejar de su propio centro. Hay una frase de Woody Allen que siempre me recuerda un amigo mío que dice «no sé cuál es la clave del éxito, pero sé que la del fracaso es querer gustarle a todo el mundo». Yo intento respetarme.
-¿Qué significa para ti Huelva? ¿Te sientes querida?
-Huelva es mi tierra, mi raíz. Y me siento querida y agradecida. Manolo López, Eduardo Hernández Garrocho, Camilo Gómez Cruz o Antonio Caballero siempre han estado a mi lado apoyándome. Hace poco recibí el Premio al Onubensismo que otorga Huelva TV y fue muy emotivo para mí. Por otro lado, en estos últimos tres meses he formado parte del Circuito de la Diputación por pueblos de la provincia de Huelva junto a compañeros como Pepe El Marismeño, El Pecas, José María Rodríguez, Paco Cruzado y Joaquín Brito, entre otros. Ha sido una experiencia preciosa y un lujazo para mí.
-¿Qué opinas del panorama del flamenco actual?
-Estamos en un periodo complejo para todo, especialmente para la cultura.
-Esta tierra está dando grandes artistas, muchos jóvenes como tú. ¿Qué papel crees que está jugando Huelva en este sentido?
–Me siento muy orgullosa de ver como Huelva está presente en el panorama flamenco actual. Estoy segura que tantos frutos es el resultado de todo el tiempo que nos dedicaron los mayores para inculcarnos su afición. A ellos tenemos que estar agradecidos. Me emociono cuando escucho una voz jalear que dice: «¡Viva Huelva! ¿Qué os dan de comer allí que da tan buenos artistas?».
-Para terminar, un mensaje para todos los onubenses.
-Que nos apoyemos y que valoremos lo que tenemos a todos los niveles.
Muchas gracias. Ha sido un placer. Mucha suerte.