Mari Paz Díaz. Carlos Navarrete es una de las figuras históricas del socialismo en la provincia de Huelva. Secretario general del PSOE de Huelva durante más de dos décadas, Navarrete recibía el pasado 16 de marzo el homenaje de sus compañeros de partido dentro de la conmemoración del Día de la Rosa en un acto que tuvo lugar en Nerva.
Arropado por cientos de militantes socialistas, Carlos Navarrete se mostró emocionado y agradecido por este acto en el que se emitió un video con los principales momentos de su vida política.
Con motivo de este homenaje, Carlos Navarrete ha visitado la redacción de Huelva Buenas Noticias, donde ha tenido la oportunidad de contarnos su forma de ver la vida, repasando algunos de los momentos más llamativos de su trayectoria política y adelantándonos que está preparando la publicación de un libro.
En este sentido, Navarrete asegura que continúa con sus ideales, a pesar de que cree que «tenemos grandes ideales cuando tenemos poco que perder». Unas reflexiones de un hombre que afirma que ha sobrevivido a la muerte en dos ocasiones: hace dos años, cuando estuvo dos meses en coma inducido a causa de una grave enfermedad, y la noche del 23-F, puesto que era el diputado que estaba votando en el momento en el que Tejero entró en el Congreso.
-¿Cuál es su valoración del homenaje recibido el pasado fin de semana?
-Estoy muy satisfecho porque el teatro estaba completamente lleno, un gesto muy importante, más aún para los tiempos que corren para la política. Además sentí una plena identificación con todo lo que intenté expresar, por lo que considero que hubo una comunicación intelectual con los asistentes.
-Fue un acto en el que se reencontraron varias generaciones del PSOE…
-Sí. Incluso hubo mucha gente perteneciente a Juventudes Socialistas. Soy consciente de que para muchos jóvenes soy un perfecto desconocido. Por eso estoy muy satisfecho porque este tipo de actos fomenta el entendimiento y la complicidad.
-¿Qué mensaje le dio usted a esos jóvenes?
-Últimamente estoy reflexionando mucho sobre el poder, de cómo las personas que son muy válidas cambian tanto cuando están en el poder. La juventud es muy importante, porque tenemos grandes ideales cuando tenemos poco que perder. Luego, cuando estás en el poder, nuestros ideales se van deteriorando. Es cierto que hay gente que no es joven que sigue manteniendo esos ideales, pero mantenerlos contra los estragos del poder y los años es fundamental. Creo que mis ideales no han cambiado. Mantengo el respeto a mis ideas políticas desde mis inicios.
-Este homenaje ha llegado tras 24 años como secretario general del PSOE en Huelva. ¿Qué le ha parecido?
-Sé que el homenaje ha sido propiciado por un grupo de personas que llevaban dos años impulsándolo. Debo confesar que no me gustan este tipo de cosas, porque me producen melancolía. Pero ha sido muy satisfactorio para mí. Al final, todo el partido lo ha apoyado.
-Y de esos más de veinte años al frente del PSOE, ¿cuál es su reflexión?
-Cuando entré en el Partido Socialista en 1972 lo era todo y fui secretario general hasta el año 2000 con una pequeña interrupción mientras me encargué de la Dirección General de la UGT y diputado del Congreso. Luego volví por deseo de mis compañeros. En todos estos años he intentado ser fiel a la sociedad. Una persona no tiene que proponerse para ostentar un cargo, sino que debe elegirte la gente. La función de un político es ocuparse de la sociedad, no estar preocupado por su puesto social y orgánico.
-¿A qué se ha dedicado en los últimos años de su vida?
-Nunca dejé la política tal cual. Cuando dejé los cargos de representación pensé que sería adecuado poner en práctica mis ideales y estuve ayudando en la Asesoría Jurídica de Huelva Acoge. Luego, a causa de una grave enfermedad, hace dos años estuve a punto de morir tras pasar dos meses en coma inducido y otro mes más en la UCI. Me ha costado mucho recuperarme, pero me ha servido para darme serenidad y acoger con alegría la vida.
-Después de esa tremenda experiencia, ¿qué está haciendo en estos momentos?
-Tras esta situación he preferido no tener más responsabilidades y hacer lo que me apetece en cada momento. Hago mucho deporte, leo, escucho música y estoy escribiendo mucho, porque tengo en proyecto publicar un libro próximamente. El libro está escrito en un tono literario con reflexiones sobre la vida, la muerte, el poder y otras cuestiones similares.
-¿Qué le ha enseñado el haber estado tan cerca de la muerte?
-Yo he estado a punto de morir en dos momentos. Uno ha sido recientemente a causa de mi enfermedad y, la otra, en la noche del 23-F. En aquel momento se dio la circunstancia de que yo estaba votando como diputado cuando entró Tejero en el Congreso. Pensé que no salíamos vivos de allí y que no era posible erradicar la España negra que tanto esfuerzo nos había costado superar.
-¿Qué momentos de su larga carrera política recuerda con más cariño?
-Yo estuve trabajando como funcionario en la Delegación de la Vivienda, que entonces era de las más odiadas porque había mucha necesidad. Realmente siempre me he sentido muy respetado. Por ello, estoy muy agradecido con la gente, porque siempre me demostraron su apoyo, ya que fui elegido diputado por la provincia de Huelva desde 1977 al año 2000. Así que estoy agradecido y feliz de contar con ellos. Y, por supuesto, el acto de homenaje del sábado también fue un momento de felicidad en mi vida política, porque además todos se acercaron a mí sin buscar nada a cambio.
-¿Qué siente cuando mira atrás?
-Estoy satisfecho. Creo que en política hay que mantener la independencia y tener una ejemplaridad en el ámbito que se desarrolla. Yo dejé mi trabajo en Vivienda porque pensé que así iba a ser más útil al socialismo, además de otras cuestiones. Creo que es importante tener una actividad profesional si estás en política. Porque esto te ayudará a tener esa independencia necesaria. Eso sí, de aquellos años también hay cosas que haría de otra forma. Mi principal reproche es no haber contribuido a denunciar una serie de temas que yo creía que se podía cambiar sin denunciarlo, pero al final no ha sido así. Es decir, no haber ayudado a levantar la persiana en muchas cosas.
-¿Qué mensaje le gustaría darle a los onubenses?
-A los ciudadanos en general que es importante la acción en la calle, aunque la calle no va a solucionar los problemas, por lo que tienen que entrar en la participación política activa para darle la vuelta a las cosas. Sólo con las leyes se puede cambiar. Y, en concreto, a los onubenses me gustaría decirles que mantengan su hospitalidad, el carácter que siempre han tenido, sin olvidar por supuesto mi agradecimiento por el cariño que siempre me han tenido y la confianza que han puesto en mí.
Biografía del homenajeado. Carlos Navarrete Merino (Málaga, 1938) es licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, vino a Huelva en los años sesenta destinado como director del Instituto Provincial de la Vivienda, pero monta un despacho laboralista y dedica parte de su tiempo a reorganizar sectores de la izquierda para refundar el PSOE.
El año 1973 es la fecha que señala la revitalización del PSOE de Huelva, cuyo líder, Carlos Navarrete -que ingresa ese año también en la UGT-, encarga la organización al desaparecido Tomás Seisdedos. Muerto el dictador y legalizado el PSOE, deja el despacho para dedicarse de lleno al partido.
Forma parte del primer gobierno preautonómico de Andalucía como consejero de Trabajo y después será diputado en la Legislatura Constituyente para continuar representando a Huelva en las Cortes como diputado durante las siguientes siete legislaturas, hasta el año 2004.
Como diputado, ha sido miembro de las comisiones de Constitucional, de Justicia, de Política Social, de Ciencias y Tecnología, Justicia e Interior. Fue presidente de la Comisión de Obras Públicas en el Congreso y portavoz de Constitucional y de Justicia e Interior. También fue coordinador del Grupo Parlamentario Socialista de Huelva desde 1996 hasta 2000. Ha sido miembro del Comité Federal del PSOE. Cuando se retira de la vida política activa, se hace voluntario en Huelva Acoge.
1 comentario en «Carlos Navarrete: «La función de un político es ocuparse de la sociedad, no estar preocupado por su puesto social y orgánico»»
Me parece una persona admirable, un espejo en el que deben mirarse muchas personas con interés por la política, entendida como un medio para construir una sociedad mejor. Ese “tenemos grandes ideales cuando tenemos poco que perder” tendríamos que ponerlo en un azulejo a la entrada de nuestras casas. Carlos Navarrete es un lujo para Huelva.