S. D. «Estamos aquí para quedarnos». Lo dijo Gabriel Carrasco, entrenador del Toyota Recreativo Conquero, al término del partido ante el Perfumerías Avenida. Y no le va a faltar razón. El equipo de Huelva había perdido (75-85), como también perdió el miércoles con el Rivas Ecópolis -Real Madrid y Barcelona de la Liga Femenina, colóquenlo en el orden que prefieran. Pero salió fortalecido en su autoestima, en esa autoconfianza que le va a ser tan necesaria para ganar, al menos, un partido más en lo que resta de competición, para asegurar así la permanencia.
Como ocurrió ante el Rivas, el Conquero obligó a su oponente a sacar a relucir lo mejor que lleva dentro. El Andrés Estrada se ha convertido en un pabellón exigente para los rivales, sobre todo los de enjundia. Ya lo saben Rivas y Perfumerías, que vieron amenazados sus triunfos después de un primer tiempo, en ambos casos, para recordar.
Perfumerías Avenida aterrizó en Huelva sabiendo cómo se las gasta el Conquero. El triunfo parcial del cuadro de Huelva ante el Rivas en el primer tiempo era un aviso a navegantes, que las salmantinas no echaron en saco roto. Por eso en los compases iniciales el Perfumerías ejerció de eso, de Perfumerías, de equipo candidato a pelearle la Liga Femenina al Rivas, y logró las primeras rentas en el electrónico. Puede que al Conquero le faltara un poquito de chispa en el arranque, cosa subsanable a poco que el equipo de Carrasco le metiera esa intensidad que suele ser su seña de identidad.
Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, el Conquero le fue tomando el pulso al partido, peleando cada balón, cada rebote, discutiendo si fuera posible la teórica -y práctica- superioridad del Pefumerías Avenida, que sustentado en una excelente Currie, paró las acometidas locales, llegando al menos al final del primer cuarto con una renta de cuatro puntos (18-22).
En el segundo se vio el mejor Conquero, ese equipo reconocible que lo pelea todo, que no pierde la fe, que hace del sacrificio su razón de ser y que, si lo repite en alguno de los dos partidos que le queda, le valdrá para que Huelva siga estando presente entre los grandes del baloncesto femenino español. Desde la defensa el Conquero se le subió a las barbas al cuadro salmantino, que vio como su ventaja quedó en la nada.
Una soberbia Iciar Germán fue la piedra angular del cuadro conquerista en este periodo. Mandando, peleando y lanzando, la valenciana fue la que revolucionó el partido, que empezó a jugarse como quería el Conquero. El 41-41 con el que se llegó al descanso dejaba las espadas en todo lo alto.
Pero en esta Liga Femenina hay diferencias. El Conquero puede plantar cara a estos rivales inabordables, pero no se puede negar que cuando estos equipos se fajan, bajan al parquet y sacan a relucir su calidad, la cosa cambia. Pasó el día de Rivas, que vio las orejas al lobo en el primer tiempo, y en un tercer cuarto de líder rompió el partido con un parcial de salida de 0-8. La misma historia que ante el Perfumerías. María Rezan, debajo de los dos aros, y sobre todo Currie, marcaron las diferencias. Repitió parcial de 0-8 de salida, empeorando la cosa para las locales cuando la renta de las salmantinas llegó a doce puntos (51-63).
A Lidia Mirchandani le empezaba a pasar factura tanto esfuerzo; Mosby trataba como podía de aguantar en ataque; mientras que Iciar habia perdido un poco su protagonismo. La culpa no era del Conquero, es que enfrente estaba el único equipo que puede discutirle un título al Rivas. Aún así, el Conquero llegó vivo al último cuarto (58-67).
Y de nuevo la fe movió las montañas. El partido parecía perdido, porque remontar rentas de ocho a diez puntos a equipos como el salmantino sobrepasa la frontera de lo imposible. Pero al Conquero no se le puede hablar de milagros. Sabe mucho de eso. El ejemplo es el milagro continuo que es esta institución entre los grandes. Y remando contra-corriente, con el espíritu de siempre -«sí, se puede», coreaba una grada entregada- el cuadro conquerista limó la desventaja. Mucha culpa la tuvieron dos canarias, Mirchandani y Cabrera, que a base de triples metieron el miedo en el cuerpo al Perfumerías, mucho más cuando a falta de 5.34 el partido se puso en un pañuelo (70-72).
Fue ahí, con el pabellón creyendo en el milagro -otro milagro- y las onubenses yendo al límite físico, cuando surgió de nuevo Currie para frenar la reacción local y volver a distanciar a su equipo en el electrónico, ya de manera definitiva, hasta llegar a ese final 75-85, que deja a las claras que el Conquero compite. Vamos, que lo que dijo su entrenador es una gran verdad: «Estamos aquí para quedarnos».
TOYOTA RECREATIVO CONQUERO: Tanya Bröring (5), Ana Alonso (5), Iciar Germán (12), Lidia Mirchandani (20), Bernice Mosby (17) -cinco inicial-; Lucía Pablos (2), Patricia Cabrera (12), Patricia Soler (2).
PERFUMERIAS AVENIDA: Laura Antoja (7), Paola Ferrari (11), Monique Currie (23), Lucila Pascua (2), Egle Sulciute (9) -cinco inicial-; María Rezan (21), Marta Xargay (5), María Pina (0), Lecoe Willingham (7).
Parciales: 18-22, 23-19, 17-26, 17-18
Árbitros: Palomo Cañas y García Balzategui. Eliminaron por cinco faltas a Iciar Germán.
Incidencias: Casi 2.000 espectadores en las gradas del polideportivo municipal Andrés Estrada. Gran ambiente, con importante presencia de seguidores del equipo salmantino, que vivieron una gran fiesta del baloncesto femenino.