Miguel Velasco Márquez. “En las películas de Almodóvar solo salen gays y prostitutas”. Si es usted uno de tantos que ha rechazado visualizar alguna obra del manchego bajo esta sentencia ni lo intente con Los amantes pasajeros, lo único que conseguirá es reafirmarse en su posición y puede que hasta de una forma más visceral si cabe. Si por el contrario es capaz de aparcar los prejuicios que se puedan tener ante la obra del director y simplemente querer pasar hora y media de puro hedonismo y entretenimiento, bienvenido, la última creación del director de Todo sobre mi madre cumplirá sus expectativas.
Tras la división crítica que supuso la inquietante La piel que habito, Almodóvar echa la vista atrás y vuelve a la comedia más puramente ochentera y pop. Esto acarrea dos problemas principales que podrían haber arruinado por completo el film, que ni estamos en los 80 y ni el público es el mismo que se escandalizaba ante las irreverentes propuestas de Pedro en Pepi, Luci, Bom o ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Chirría sobre manera esto último en algunas réplicas realmente desfasadas que, afortunadamente, la verborrea grácil del guión consiguen hacer olvidar.
Y es que, para bien y para mal, toda la cinta es puro Almodóvar. Cuando un director no necesita tomar referencias de nadie porque su obra por sí misma ya sirve como referencia absoluta significa que el grado de madurez creativo alcanzado es ya total. De este modo, al manchego le bastan dos pinceladas con ecos de La mala educación y Mujeres al borde de un ataque de nervios para rellenar el cupo de guiños que toda película de Pedro parece tener que cumplir. Y es que, guste más o menos, su obra es ya icónica. Él lo sabe. Y nosotros también.
Como decía al comienzo, para disfrutar de Los amantes pasajeros hay que enfrentarse a ella despojados de cualquier prejuicio, asumiendo que, probablemente, todo lo que ocurre en pantalla no sea más que producto de un sueño irreverente capaz de hacernos desconectar en nuestras butacas durante el tiempo de metraje de todos esos titulares de periódicos que asoman por el film sobre la situación actual del país.
Así pues, Almodóvar nos sitúa en un avión que se dirige a México albergando en su interior un grupo de personajes de lo más estrambótico. En pleno vuelo se producirá una situación de riesgo que producirá en los personajes una catarsis general gracias a la cual se enfrentarán a la idea de una posible catástrofe aérea. Este cénit llenará el avión de confesiones imprevistas que les ayudará a olvidar la angustia del vuelo a cambio de encontrarse con sus propias angustias personales.
Entre todo éste folletín, incluye Pedro su cuota musical en este film con el I’m so excited de The pointer sisters, consiguiendo la que es, desde ya, una de las escenas más icónicas, desternillantes y brillantes del reciente cine español. Brutal.
Y todo cobra vida gracias a un elenco de actores en estado de gracia. Todos habremos oido hablar de las chicas Almodóvar, pero el género masculino seguía carente de un actor que cumpliera por completo ese perfil. Aquí tenemos tres. Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo consiguen unas interpretaciones memorables, y son los culpables en gran medida de que Los amantes pasajeros marche sin turbulencias y sin que miremos jamás el reloj en todo el metraje. Mención especial para Areces, al que habría que adelantarle ya el Goya del año que viene. Tras ellos, Cecilia Roth, Lola Dueñas y Antonio de la Torre cumplen de forma extraordina unos roles que rozan por momentos la caricatura. Sólo una desorientada Paz Vega (con cara de pasar mucha hambre) y los forzados cameos de Penélope Cruz y Antonio Banderas son olvidables en el reparto.
En resumen, una obra menor del mejor cineasta que tiene éste país, al que jamás se le ha tratado en España como se merece (ya llegarán los golpes en pecho cuando falte) y que aquí parece dibujar a la población española ante la difícil situación que nos está tocando vivir en estos momentos, como esos pasajeros de clase turista sedados mientras los bussines practican el hedonismo a nuestra costa. No logra una obra maestra como Todo sobre mi madre o Volver, pero consigue regalar hora y media de absoluta fiesta, que no es poco.
Ficha técnica
Película: Los amantes pasajeros. Dirección y guion: Pedro Almodóvar. País: España. Año: 2013. Duración: 90 min. Género: Comedia. Interpretación: Javier Cámara (Joserra), Carlos Areces (Fajas), Raúl Arévalo (Ulloa), Lola Dueñas (Bruna), Cecilia Roth (Norma Boss), Antonio de la Torre (Álex Acero), Miguel Ángel Silvestre (novio), Hugo Silva (Benito Morón), Guillermo Toledo (Ricardo Galán), José Luis Torrijo (Sr. Más), Penélope Cruz (Jessica), Antonio Banderas (León), Paz Vega (Alba), José María Yazpik (Infante), Laya Martí (novia), Blanca Suárez (Ruth). Producción: Agustín Almodóvar y Esther García. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: José Luis Alcaine. Montaje: José Salcedo. Dirección artística: Antxon Gómez.
2 comentarios en «‘Los amantes pasajeros’, I’m so excited!»
Cada vez que leo una cronica de este articulista disfruto por adelantado del filmme con el que me voy a encontrar. Da gusto leer una critica con tanta sapiencia y con tan buen sentido del criterio cinematografico. Enhorabuena para el autor, para ustedes por tenerlo en sus paginas y a nosotros por poder leerlo.
Me encanta leer a este cronista por la sencillez de su lectura y la claridad de sus enfoques. Como amante de la filmografia de almodovar he disfrtutado doblemente y estoy deseosa de ver la pelicula. Muchas gracias.