Paco Gamero. Avanti. El Recre suma y sigue haciendo soñar a su gente. Ante el Racing se vio una de las mejores versiones de este Recre, que no mereció sufrir tanto en los estertores del choque por culpa de la malísima suerte de verse con un hombre menos por la lesión de Morcillo, cuando ya se habían hecho los tres cambios. La soberbia parada de Cabrero ya en el tiempo añadido, tras un remate a quemarropa de Marcos Gullón, solo hizo justicia poética a un equipo que, por ocasiones y juego, se había hecho acreedor a algo más que una victoria mínima rubricada por el de siempre, Chuli.
Ya la puesta en escena del Recre fue atrevida. Sergi Barjuan apostó por los jugones desde el inicio, y eso que tiró el anzuelo el día antes en la rueda de prensa haciendo coincidir la palabra «equilibrio» con el nombre propio de Puigdollers. Nada más lejos de la realidad. El técnico catalán ya tendría en mente quién, y cómo le iba a jugar a este Racing emergente deportivamente hablando. Un once que termine en Jonathan Valle, Arana, Alexander y Chuli, a la fuerza fútbol emana. Y emanó.
Gran primer tiempo del Decano. Porque a la fiesta de fútbol de los más capacitados para hacerlo, se unieron gente como Pardo, crece y crece este jugador; como Matamala, siempre atento a las recuperaciones; Dimas, firme, seguro, dando eso que dijo el míster, equilibrio; y Morcillo… Cabrero, Córcoles… todos rayaron a una gran altura, de tal forma que si el mejor del Racing en ese periodo es su portero Mario, dicho queda todo.
Porque aparte del gol, el Recre acumuló hasta tres ocasiones más, muy claras, para ampliar la renta. Pardo, al cuarto de hora, con un sensacional cabezazo, obligó a Mario a despejar in extremis; Jonathan Valle -un lujazo- poco después (18′) mandó la pelota al palo izquierdo de la meta cántabra; y el mismo jugador lanzó una falta soberbia (38′), ya con 1-0, que sólo la estirada de Mario impidió que fuera gol.
Entre todas estas ocasiones, el gol del que siempre está de guardia: Chuli. Jugada ensayada, que puede justificar esas mañanas de entrenamientos a puerta cerrada. Puede, digo. Córner a la derecha del ataque local. Dimas lo pone en juego raso, al interior del área, por donde aparece Arana que toca y Chuli, el de siempre, en el segundo de palo, cierra el círculo con una obligada frivolité, un taconazo y a la red.
Si por lo que había pasado en esos primeros 45 minutos el Recre ya debió irse al intervalo con una mayor renta, en el inicio del segundo se tuvo que acabar el partido. En tres minutos el Decano acumuló hasta tres ocasiones -una involuntaria, dicho queda-, que pudieron servir para darle matarile al duelo. Primero fue Jonathan Valle quien protagonizó un jugadón marca de la casa, que no acertó a rematar bien Alexander. A la salida del córner provocado por la acción anterior, Héctor Yuste, sin querer, remató sobre su puerta, por donde apareció la figura de Mario para evitar el tanto. Casi a renglón seguido fue Dimas quien acarició el gol. Y a los 56′ una internada de Arana no tuvo el rematador que merecía esa jugada.
El partido tenía color blanco y azul, hasta que se torció por la mala suerte. A falta de un cuarto de hora el Recre ya merecía tener resuelta la contienda, pero no fue así. Lo que sí tenía cerrado era el capítulo de cambios, puesto que Sergi había dado entrada anteriormente a Puigdollers, Jesús Rubio y Brozek, en busca de oxígeno. Fue en ese momento cuando se lesionó Morcillo. Un golpe en la cadera le dejó K.O. Se fue en camillas, aunque volvió. Pero no fue el mismo, de tal manera que los doce minutos que estuvo de más sobre el campo, se situó en la medular para incordiar. Al final tuvo que ceder ante el dolor que sentía y tuvo que dejarlo.
La realidad fue que el Recre, aún con el renqueante Morcillo en el césped, jugó los últimos 15 minutos con un hombre menos. Le tocó defenderse y lo hizo más que correctamente. Su puerta sólo pasó un apuro de veras, y fue ya en el tiempo añadido cuando el Racing se fue arriba con todo y un remate de Marcos Gullón lo sacó Cabrero. Parada que valen dos puntos, si bien hubiera sido muy injusto que al Recre se le fuera el triunfo por esa acción.
Poco después Pino Zamorano puso punto y final al partido, en el que el Recre logró su tercera victoria consecutiva, que le sirve, ahí es nada, para meterse en la pelea por la promoción de ascenso, y lo que es más importante, para hacer soñar a su gente.
RECREATIVO: Cabrero; Córcoles, Pardo, Morcillo, Fernando Vega; Dimas, Matamala; Arana, Jonathan Valle (Jesús Rubio, 69′), Alexander (Puigdollers, 61′); y Chuli (Brozek, 75′).
RACING: Mario; Héctor Yuste, Dorca (Marcos Gullón, 72′), Francis, Tiago Pinto, Quini (Jairo, 56′), Juanmi, David Ferreiro, Óscar Pérez (Koné, 56′), Martí Crespí y Andreu.
Árbitro: Pino Zamorano (colegio castellano-manchego). Mostró la cartulina amarilla a Jonathan Valle (22′), por el Recre; y a Dorca (16′), Óscar Pérez (22′), Héctor Yuste (37′), Francis (65′) y Martí Crespí (93′), por el Racing.
Gol: 1-0 (32′). Chuli, remando de tacón en el segundo palo, tras una jugada ensayada en el saque de un córner.
Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de la Liga Adelante. Mañana desapacible, con ligera lluvia antes y durante el partido. Asistieron al campo 5.725 personas.