Fernando Camacho / Bonares. Ayer se celebró la edición decimonovena de la carrera campo a través Cross El Corchito, prueba del circuito provincial organizada por el Ayuntamiento de Bonares, el Club de Atletismo El Lince municipal y con la colaboración de la Diputación de Huelva, y en la que participaron un gran número de atletas, desde los más pequeños que no superaban los cinco años, hasta los veteranos D que sobrepasaban la cincuentena. Pero todos han disfrutado en un gran día de carreras.
La prueba se disputó en un entorno natural como es el paraje de El corchito, en el municipio onubense de Bonares, y contó con gran afluencia de público que animaba a los corredores durante las pruebas. El XIX Cross El Corchito contó con representación de casi todos los clubes de la provincia de Huelva, así como de otras provincias como Sevilla e incluso de Málaga.
Los más pequeños, en la categoría de pitufos, disfrutaron de una carrera corta acorde con su edad, completando una distancia de 200 metros. Algunos no superaban los cuatro años de edad y ya se iniciaban en el atletismo, llegando a completar la carrera todos tras los ánimos de padres y madres que se apostaban tras las vallas de protección.
La última carrera de la jornada, la prueba de absoluta masculino, fue la que contó con mayor número de participantes y la de mayor recorrido, completando un circuito de 8.500 metros.
Al final tuvo lugar la entrega de premios a los ganadores en todas las disciplinas, desde los más pequeños, que subían solos a recoger su primer premio en algunos casos, y los más mayores.
También hubo premios en metálico para aquellos equipos que consiguieron más corredores en el pódium. En este caso fue el club local El Lince quien se alzó con el premio, seguido del club Curtius, de Huelva y en tercer lugar el Club arcoíris, de San Juan del Puerto.
Organización. El XIX Cross El corchito contó con varias carpas donde los atletas podían recoger su dorsal para la carrera, así como un punto de información donde se iban publicando los tiempos conseguidos por los atletas los ganadores de las diferentes categorías.
Todos los participantes a su vez, recibían una bolsa que contenía un bocadillo y fruta para recuperar lo perdido durante la prueba, así como una camiseta en recuerdo a la cita de este año.
Una curiosa iniciativa fue la que organizó el Club El Lince, en la que puso a la venta desayunos de churros con chocolate así como migas y bebida caliente para paliar un poco el frio que hacía en la mañana del sábado. Todo lo recaudado va a parar al propio club.