Mari Paz Díaz. Enrique Romero Santana (Lepe, 1947) vive y trabaja en Chicago desde 1991 a pesar de que nunca ha dejado atrás su vinculación con Huelva. De hecho, el pintor lepero tiene previsto venir a la provincia a finales del presente mes de febrero con la ilusión de reencontrarse con su gente, sin olvidar las cuestiones laborales.
Boston, San Francisco, Chicago, Barcelona o la propia Huelva son sólo algunos de los lugares en los que Enrique Santana ha expuesto su obra, cuadros en los que resultan inconfundibles sus paisajes urbanos. Entre sus galardones, la Medalla de Oro de Andalucía (2001) o la Medalla de Oro de Lepe (2000), reconocimientos a un artista genial y, al mismo tiempo, sencillo.
Ahora, desde su casa en Chicago, Enrique Romero Santana atiende a las preguntas de Huelva Buenas Noticias:
– ¿Qué significa para usted Lepe y Huelva?
-La tierra donde crecí. Sus gentes y el paisaje abierto y lleno de luz forjó mi personalidad. Es una tierra antigua y sabia.
– ¿Qué es lo que más echa de menos cuando está fuera?
–No la echo de menos porque vuelvo con frecuencia. Al comienzo, hace años, me costaba más trabajo, pero ahora me adapto bien al sitio donde esté viviendo.
– ¿Cuál es su rincón preferido de Huelva?
–Si hablamos de la provincia: Lepe–Nueva Umbría: Y si hablamos de la ciudad: el balcón de mi amiga Antonia.
– ¿Cuál fue el motivo de fijar su residencia en Estados Unidos?
–Es una historia larga pero se puede resumir en que un amigo se vino a mi piso de Madrid y yo me fui un año a su piso de Boston. En esta ciudad una galería (Chase) me pidió una exposición y, en vez de pintarla en Madrid, alquilé un estudio en Chicago para 6 meses. Antes de marcharme, una galería de Chicago (Struve) me pidió otra exposición y pospuse 6 meses, luego otros 6… Así han pasado 23 años.
-¿Fue muy difícil tomar esta decisión?
-No. En general, he tomado pocas decisiones importantes en mi vida. La vida te va llevando por donde debes ir, solo tienes que tener los ojos abiertos y estar preparado económicamente.
– ¿Qué le ha aportado América?
–Me ha enriquecido enormemente. Salir fuera significa estar expuesto a otras culturas, influencias y diferentes estilos de vida. En el caso de EE.UU. también significa estar expuesto a una permanente presión por la enorme competitividad del mercado. Al ser el centro económico del mundo, los mejores artistas de todos los países quieren hacer carrera aquí y esa competencia hace muy difícil salir adelante con éxito. De todas formas, es un país donde si tu ‘vales’ se te reconoce y ese esfuerzo te enriquece.
Todo esto no viene gratis: significa un esfuerzo enorme de adaptación permanente a las costumbres y a la lengua, a los diferentes grupos étnicos y la diferente forma de vida y la religión. Todo esto hace que a veces te sientas muy solo y a veces feliz por lo diversa que es la vida y su mundo de posibilidades. Ambas cosas es un buen caldo de cultivo para un artista.
– A pesar de la distancia, ¿siente el cariño de sus paisanos?
-Mucho. De hecho, si no fuera por el continuo apoyo de los leperos, yo no estaría donde estoy. Y es curioso porque no hay diferencia de edad desde los jóvenes a los mayores, ni diferencia por la forma de pensar. “Yo soy uno de sus artistas.”
– En el terreno profesional, ¿cómo ha comenzado el año Enrique Romero Santana?
-Bien. De hecho, el otro día estuve en el estudio poniendo orden en los fotos que había tomado en Miami Beach. Es el primer año que no paso las Navidades en España.
– ¿En qué proyectos está trabajando en estos momentos?
-Tengo varios proyectos. Uno de ellos es una exposición sobre Nueva York en la galería de George Billis para el próximo año 2014, así como otra exposición para el próximo abril sobre La Antilla en la galería de Ann Nathan de Chicago. Además, tengo un encargo grande para el Banco de la Reserva Federal y un par de cuadros para una exposición sobre ‘Realismo Español’ que será itinerante (incluida Asia).
– No es fácil dedicarse a la pintura, al arte en general, más en los tiempos que corren…
–Dedicarse a la pintura es fácil, vivir de la pintura es más difícil. Desgraciadamente, el arte es un producto que se compra solo cuando te sobra algo de dinero y además no es barato de producir. En España ahora ¿cómo es posible comprar cuadros, cuando la principal preocupación para mucha gente es sobrevivir? Es triste ver cómo se están cerrando tantas galerías de arte. Yo he tenido la suerte de que me ha cogido en EE.UU. donde la crisis ya ha pasado y casi no se ha notado en este campo.
– ¿Cómo ve el panorama artístico actual? ¿Y el onubense? Cada vez son más los jóvenes que están despuntando en este ámbito…
–Con un futuro fantástico en la creatividad. Son muchos los jóvenes de esta generación, con buena formación e increíble talento. En Lepe, el arte está despertando un interés increíble. Visitando algunos talleres pude comprobar la buena calidad de lo que se está haciendo y artistas como Fornieles, Angeles, Manoli Oria, José Manuel Martínez, etcétera. Todos ellos forman una cantera nueva con mucha fuerza. Creo que las autoridades están ayudando en lo que pueden para fomentar este entusiasmo, como el afortunado proyecto de la Diputación ‘La Luz Dentro del Tiempo’ para Arco. Pero la cultura es una cosa de todos y estos artistas jóvenes necesitan que se les compre obra con una mentalidad abierta.– En sus obras tiene un protagonismo especial el paisaje urbano, ¿por qué?
–Bueno, refleja muy bien mi entorno y lo que es la sociedad en que vivimos. Es un tema que, enfocado de forma personal, tiene buena cabida en el contexto contemporáneo de galerías de arte. Yo los pinto simplemente porque me gustan.
– ¿En qué se inspira al ahora de crear?
–Inspirarse es fácil, si andas por la calle. Lo difícil es terminar el cuadro con la fuerza y misterio capaz de despertar una emoción en el espectador y al mismo tiempo reflejar tu personalidad y visión del mundo y las cosas.
– ¿Cómo definiría su arte?
–Para mí, el arte no son conceptos -eso corresponde al campo de la palabra y la literatura- son imágenes que provocan una reacción emocional en el espectador, como la música. Las mías son imágenes con la apariencia falsa de ‘realistas’ que reflejan de una forma ambigua el mundo exterior que me rodea pero en un contexto insólito. Eso algunos críticos lo llaman romanticismo, realismo mágico, casi expresionismo…
– Mirar el currículum de Enrique Romero Santana impresiona. ¿Cómo se siente al mirar atrás y ver todo lo que ha conseguido?
–Bien, porque toda esa andadura de estilos, exposiciones, ciudades, años, etcétera me ha servido para ir puliendo mi forma de pintar y mi mensaje poético. Me ha servido para conocerme mejor a mi mismo y emocionar a otros. Creo que empecé a pintar cuadros sin saber pintar y después de cerca de 50 años haciéndolo sigo con el mismo entusiasmo y dudas cada vez que empiezo un cuadro.
– ¿Tiene alguna asignatura pendiente?
–Me imagino que sí, pero no pienso en ello. Sólo quiero pintar cuadros y que me dejen tranquilo.
– ¿Es muy diferente el espectador americano al español?
-Cuando el arte es sincero no tiene geografía. Mis cuadros de paisajes urbanos americanos gustan mucho en Lepe y Huelva. Y mis mares de La Antilla gustan en Chicago y Nueva York. La única diferencia es que el espectador americano tiene mas poder adquisitivo y las empresas compran mucho arte.
– Un mensaje para todos los onubenses…
–Para los artistas jóvenes de Huelva: que sean fieles a sí mismos y que intenten salir de la provincia por algún tiempo para exponerse a otras culturas. Es bueno dejar el confort y la seguridad que te da la casa y la familia.
-Para terminar, ¿qué sería para usted una buena noticia?
-Podrían ser muchas, desde que acaba la inestabilidad socio-político económica de España, hasta que finaliza la amenaza del terrorismo internacional que se arregla el conflicto israelí palestino. Yo soy optimista y antes o después todo esto saldrá adelante.
1 comentario en «Enrique Romero Santana: «Si no fuera por el continuo apoyo de los leperos, yo no estaría donde estoy»»
Un saludo para Enrique Santana desde Madrid. Hace más de treinta años le compré un cuadro muy original, cuyo tema es el mar y tres personas desnudas dos mujeres de frente y un hombre de espaldas en el cielo. Parece como si fuera la creación y los hilos suspendidos en el aire el semen del nacimoiento. Mucho a cambiado sus temas, no sé si para peor o mejor. Un saludo.José María