HBN. En la tarde del sábado día 22 de Julio, la Hermandad de Nuestra Sra de Clarines trasladó a su Patrona y Alcaldesa Perpetua, desde la Aldea donde se encuentra todo el año hasta la localidad de Beas, para el inicio de los cultos en su honor y posterior Roñería.
Después de 4 años sin traslado por la pandemia (ya que la Virgen permaneció en el pueblo durante ese tiempo) los clarineros tenían ganas de vivir ese camino tan familiar especial que abre las puertas de Agosto en la localidad.
La Virgen de Clarines dejó su ermita , a las 7 y media de la tarde, acompañada de multitud de romeros, al compás de los sones los tamborileros de Almonte, con los aires de las sevillanas tradicionales y la alegría del reencuentro de cientos de peregrinos que volvían a acompañar, un año más a su Señora.
La ilusión en la cara de los niños pequeños, (pues la mayoría hacían ese camino por primera vez), contrastaba con las lágrimas emocionadas de los romeros, que rodeaban el paso de plata que trasladaba a su Patrona.
Emocionante por ejemplo fue el reencuentro de un costalero, que, tras un grave accidente, recibió a su Virgen en silla de ruedas con unos vivas que llegaron al alma.
Impresionaba también ver cómo en el camino acompañaban personas con movilidad reducida, en silla de ruedas, o con muletas, o personas mayores apoyadas en el brazo de sus hijos, que recorrerieron con gran esfuerzo y devoción los 3 kilometros que separan Clarines de Beas.
En la tradicional parada de Los Grifos los clarineros aprovecharon para reponer fuerzas y continuar hasta Beas, haciendo su entrada las 22 horas, siendo recibida por la autoridades locales y el párroco de pueblo. Las calles de la localidad se engalanaron para recibir a la Virgen , que hizo su entrada en una Plaza de España abarrotada .
Clarines entró en el Templo parroquial al filo de las 23H, donde continuaron los vivas y los cantos de un pueblo que espera con ganas sus fiestas de Agosto, y que lleva mas de 700 años ( sobre el año 1 300 ) venerando la imagen de la Virgen de los Clarines.