Rosa Brito. La onubense Fátima, de 28 años es diseñadora de marketing y cantante. Se fue a Manchester hace ya casi tres años por impulso. Nunca antes había estado allí, ni siquiera de turismo. Solo había estado en Londres un fin de semana y ni le había gustado. Lo que pasa es que en Madrid se sentía un poco estancada.
La situación en España para su sector no satisface sus ambiciones. Sabía que tenía que moverse, pero no sabía bien a dónde. Sus opciones eran Amsterdam y Manchester, después de que lo que le recomendaron sus amigos. Se decantó por Manchester, en primer lugar, por su escena musical. Tenía muchísimas ganas de desarrollar su carrera musical, pero en España estaba encontrando muchas barreras para hacerlo justo como ella quería. Sabía que allí había una rica cultura musical y eso era lo que finalmente le convenció.
– ¿Cómo es Manchester?
Especial. Así es como Fátima define Manchester. «No es que sea una ciudad especialmente bonita, limpia o segura. El clima es frío y el cuadro bastante industrial. Está en constante construcción. Lo que hace que esta ciudad sea mágica es su cultura y su gente. Hay una mezcla increíble de culturas y etnias y eso se traduce en una explosión de creatividad y arte», explica. Manchester es la ciudad del arte, de la música y de los parques. Por otro lado, los locales son increíblemente simpáticos. Me recuerdan (extrañamente) a los andaluces en muchísimos aspectos. Un dato gracioso es que aquí si cruzas la mirada con algún desconocido por la calle es ley saludar o, al menos, sonreír. También se le da las gracias a los conductores de los autobuses, siempre antes de bajar. Son gente maja.
– ¿Es muy diferente a España? ¿Y los habitantes?
Sí. Habiendo sido ambas parte de Europa, la verdad es que son mundos diferentes. Aquí la gente es más abierta de mente en ciertos aspectos, y diría que más educada. En contrapartida, la gente en España es mucho más higiénica, aunque menos políticamente correcta. Al principio cuando hacía bromas, la gente se sentía bastante ofendida.
– ¿Cuál es tu lugar favorito de allí?
Cualquier garito en el que sirvan cervezas por menos de 4 libras se convierte automáticamente en mi sitio favorito. Soy muy versátil. También me gusta el Plattfields Park, cuando no hace frío.
– Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido durante tu estancia.
Anécdotas tengo mil. Estuve en Plattfields, uno de mis parques favoritos de Manchester. Justo me encontré a un niño en una bici con el que me puse a hablar (en inglés obviamente) a raíz de que me hizo una broma (en un perfecto inglés). Cuando ya me iba a casa, después de haber estado un rato en el parque, escuché que alguien hablaba español detrás de mí. Me giré y era precisamente el chico que me había encontrado un poco antes, hablando con su padre. Sorprendida ante la casualidad, le conté al padre que yo era española, y que justo antes había estado hablando con su hijo, pero en inglés. Ni me había imaginado que podría hablar español. El caso es que cuando nos preguntamos de dónde éramos, resulta que ambos éramos de Huelva. Eso fue una tremenda casualidad.
– ¿Cuáles son los principales obstáculos que has tenido que superar en este tiempo?
Laboralmente es donde he encontrado más obstáculos. Ha sido difícil ganar cierto reconocimiento en el mercado laboral británico. Principalmente, porque el idioma siempre es un obstáculo al principio, y en segundo lugar porque una se introduce en un mercado totalmente nuevo y diferente. Aquí las relaciones laborales son diferentes, los flujos de trabajo son diferentes, los consumidores son diferentes y las leyes son diferentes. Es una locura ya de por sí adaptarse a todo este nuevo entorno en otro idioma, pero a mí lo que más me ha costado es que se me reconozca profesionalmente. Por así decirlo, he tenido que trabajar duro para demostrar que, aunque sea de otro país, soy capaz de llevar a cabo las labores para las cuales me he formado.
En cuanto a la música, me pasó todo lo contrario. Aquí siento que se me escucha y la gente ni siquiera entiende la mitad de lo que estoy diciendo. Me llegan propuestas de todo tipo y realmente siento que mi carrera musical puede exprimir mucho de una ciudad como Manchester. Valoro la curiosidad y la implicación de sus ciudadanos con la cultura y el arte.
– ¿Cuál era tu nivel de idiomas cuando saliste de España?
Diría que medio. Aunque he de decir que una vez llegas aquí y escuchas a la gente hablar coloquialmente y cada uno con su acento, y casi nada de lo que has estudiado te sirve.
– ¿Cuál es tu balance de la experiencia?
Positivo. Aunque echo de menos la comida de mi madre. Y a mi madre en sí.
– ¿Cuáles son tus planes?
Si los cuentas no se cumplen. Pero diré que de momento aquí sigo.
– ¿Piensas volver a Huelva en breve?
No creo que pronto, aunque si alguien quiere llamarme para un concierto igual sí.
– ¿Repetirías la experiencia?
Sin duda. Si alguien ha llegado hasta aquí que me sugiera más destinos en los comentarios.
– ¿Qué le dirías a los onubenses para que se animen a seguir tus pasos y vivan la experiencia de irse al extranjero?
Que la única forma de superar los miedos es enfrentándolos.