Redacción. La pandemia provocada por el Covid-19 no ha frenado la actividad esencial de la compañía metalúrgica Atlantic Copper, cuyos datos de facturación en 2020 han sido 1.776 millones de euros, en línea con el ejercicio anterior. En este sentido, el Complejo Metalúrgico de Huelva procesó un total de 1.046.000 toneladas de concentrado de cobre, un 3% más que en 2019, arrojando el quinto mejor registro de los últimos 25 años. En total, se han obtenido 275.000 toneladas de cátodos de cobre.
La producción y venta de ácido sulfúrico también fue muy destacada, 1.077.000 toneladas de este producto que tiene aplicación en numerosos sectores industriales esenciales para la fabricación de abonos y fertilizantes, pigmentos o detergentes, entre otros muchos. Asimismo, en 2020, Atlantic Copper comercializó 629.000 toneladas de silicatos, 80.000 kilos de plata y 4.000 kilos de oro.
El afán de Atlantic Copper por desarrollar un proceso productivo responsable es una constante en sus cincuenta años de historia, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. De hecho, en 2020 Atlantic Copper obtuvo, de la mano de la consultora Vigeo Eiris de Moody´s, y por segundo año consecutivo, rating de ESG (por sus siglas en inglés Environmental, Social y Governance), alcanzando la máxima calificación; también recibió el sello The Copper Mark, siendo la primera fundición europea en lograrlo. Este sello garantiza que se realiza una producción responsable de cobre.
Como hilo conductor de estos reconocimientos, es de destacar la gran apuesta de Atlantic Copper por la Economía Circular y el aprovechamiento integral de materias primas. Así, la fundición procesó cerca de 22.000 toneladas de cobre reciclado en el 2020. Precisamente, la compañía inició el pasado año los estudios de ingeniería básica para la construcción de una planta de tecnología innovadora con capacidad de reciclar 60.000 toneladas al año de fracciones metálicas de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso y recuperar, entre otros metales, cobre, oro, plata, platino, paladio, estaño, níquel, claves para la transición tecnológica, la descarbonización y las energías renovables. Dicho proyecto, denominado ‘CirCular’ y declarado de interés estratégico por la Junta de Andalucía, creará 70 empleos directos y 280 indirectos e inducidos.
Para Javier Targhetta, Consejero Delegado de Atlantic Copper, «2020 ha sido, como para todo el mundo, un año muy difícil marcado por la pandemia. Sin embargo, hemos mantenido nuestra actividad esencial con un objetivo común: garantizar la seguridad de las personas y de las operaciones. El equipo humano de Atlantic Copper está demostrando una fortaleza y un grado de responsabilidad admirable. Hoy, nos prepararnos para un futuro, para un cambio de época, en el que ya se ha constatado que el cobre estará presente en todas las facetas de nuestras vidas. Queremos ser generadores del cambio y contribuir a la promoción de la Economía Circular. Para ello hemos presentado ante el Ministerio de Industria varios proyectos orientados a los objetivos de sostenibilidad propuestos por la UE en el Pacto Verde, donde el cobre jugará un papel fundamental para sectores altamente estratégicos, como las energías renovables, el vehículo eléctrico, la creciente electrificación de las ciudades y la digitalización».
En cifras
Los datos de producción y ventas de Atlantic Copper en 2020 han derivado en una facturación de 1.776 millones de euros de los que un 50% (892 millones de euros) se ha destinado a la exportación, especialmente a países mediterráneos (26%) y Asia (19%), manteniéndose a la cabeza en facturación en Andalucía y como líder de ventas al exterior.
La actividad de Atlantic Copper generó en 2020 un importante dinamismo económico en la provincia y Andalucía, con una aportación de unos 165 millones de euros y el mantenimiento de numerosos puestos de trabajo, que, contabilizando directos, indirectos en inducidos, alcanzaron los 3.000. Asimismo, Atlantic Copper mantiene una relación directa con más de 850 empresas andaluzas, entre proveedores y clientes.
Estas cifras arrojan, además, un margen operativo de 48 millones de euros, un 32% menor al obtenido en el ejercicio de 2019, como consecuencia de la reducción de los márgenes, tanto del cobre como del ácido sulfúrico, logrando un resultado neto de 7,2 millones de euros. A pesar de este descenso la compañía ha mantenido su impulso inversor destinando 26 millones de euros a proyectos relacionados, principalmente, con tecnologías asociadas a una producción más eficiente, reducción del impacto medioambiental y con la Economía Circular.
Recursos Humanos y Covid-19
La compañía contó en 2020 con una plantilla media de 670 empleados, de los cuales un 90% tenía contrato indefinido, siguiendo la apuesta por el empleo estable y de calidad. Un empleo caracterizado fundamentalmente por la formación profesional y universitaria, de grado medio y superior.
Asimismo, en el ejercicio anterior la compañía metalúrgica obtuvo para su protocolo contra el Covid-19 la certificación de AENOR que renueva trimestralmente, mediante la comprobación y control de las medidas de protección contra la pandemia y que hoy en día está permitiendo alcanzar el objetivo de protección para nuestros empleados en los Centros de Huelva y Madrid y la continuidad de las operaciones al 100%.
Visión de Futuro
Durante 2020, Atlantic Copper siguió desarrollando tecnología orientada a consolidar su liderazgo mundial en eficiencia energética, reducción del impacto medioambiental y reutilización del agua de proceso.
Es de destacar, por otro lado, la participación de Atlantic Copper en la convocatoria pública lanzada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para identificar áreas de interés dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que podrían movilizar inversiones público-privadas por un importe de 30.000 millones de euros. En concreto, la compañía metalúrgica ha presentado dos propuestas o manifestaciones de interés (MDI) dirigidas a proyectos totalmente alineados con las prioridades indicadas por la UE en su Agenda 2030 y, más concretamente, con la competitividad de la industria europea, la sostenibilidad y con el fortalecimiento de la cadena de valor del cobre en España.