C. Botello / Lepe. Abeledo es punto y aparte. De su bota -cabeza- nació el gol que, a la postre, dio el triunfo más que necesario del San Roque ante el Arcos (1-0), en un partido que le iba la vida. Porque el centro que hizo posible el remate letal de Toscanini tuvo su origen en una rabona de Abeledo para enmarcar.
Pero hasta llegar ahí una travesía el desierto tuvo que pasar el San Roque. Porque la necesidad de vencer le acogotó desde el inicio, recordando el ya lejano triunfo ante el Ceuta en el mismo escenario de este choque. Sus innegables buenas intenciones sólo cristalizaron en una ligera mejoría en su juego y un mayor orden en defensa, pero se topó con el quiero y no puedo habitual de los equipos que tanto necesitan ganar.
Un lanzamiento intencionado desde 45 metros de Miguelito, al ver a Lebrón fuera del marco, que se fue a un lado, fue la ocasión más peligrosa del San Roque en el primer tiempo.
Vaya por delante que desde el primer momento quedó meridiano que el Arcos fue a Lepe a empatar. Pero eso no quita que, en los albores del segundo tiempo, metiera el miedo en el cuerpo a a la parroquia local, primero con un lanzamiento de Álvaro Vega, y luego con un disparo de Alberto Fernández que rozó el larguero para más inri.
Pudo ser esa jugada un aldabonazo para el San Roque que, poco a poco, sin prisa pero sin ninguna pausa, empezó a llegar cada vez con más peligro al portal de Lebrón. Abeledo y Manu Torres, a pares, tuvieron en sus botas buenas opciones de poner por delante a su equipo. Claro que la más clara fue de éste último, tras controlar un balón en el área y toparse con un paradón increíble de Lebrón.
Pero esa jugada sólo fue el preámbulo del premio que ya merecía el San Roque. Las estadísticas dirán que el tanto fue de Toscanini -buen remate de cabeza, sin duda-, pero la acción/magia la puso Abeledo quien, tras llegar a la línea de fondo, se inventó un centro de rabona, bien culminado por su compañero.
Y no acabaron ahí las llegadas del San Roque que, con espacios, pudo y debió matar el partido en un mano a mano del goleador Toscanini, que no pudo superar a Lebrón, y en remate de Manu Torres que se estrelló en el larguero.
En esta ocasión el San Roque no pagó esos goles negados, porque supo defenderse muy bien, con orden, llegando al mejor puerto posible, el de su justa, trabajada y, también, necesaria victoria, la primera con Antonio Fernández Rivadulla, en el banquillo, que ya la merecía.
SAN ROQUE: David Robador; Becken, Miguel Reina, Javi Mérida, Azael; David López (Joel, 65′), Miguelito (Rober, 80′), Camacho; Fernandito (Manu Torres, 50′), Toscanini, Abeledo.
ARCOS: Lebrón; Alberto Fernández, Rosales, Durán, Roberto Barba; Luís Castillo; Javi (José Antonio, 84′), Alvarado (Maqui, 61′), Quintana, Álvaro Vega; Álvaro González (Samu, 54′).
Árbitro: Juan José Huertas Marqués (colegio de Córdoba). Mostró la cartulina amarilla a Miguelito, David López y Abeledo, por el San Roque; y a Durán, Roberto Barba, Quintana, Maqui y Alberto Fernández, por el Arcos.
Gol: 1-0 (77′) Toscanini.
Incidencias: Partido correspondiente a la 14ª jornada en el grupo X de la Tercera División jugado en el Ciudad de Lepe. Algo más de 300 aficionados en una fría noche.