Cristina Morales. Somos ciudadanos de un lugar llamado mundo, seres que nacen en un determinado sitio pero en el que echan raíces si se dan las circunstancias. Por nacer en un determinado país no estamos destinados a permanecer allí, quizás nuestro sitio esté en la otra punta del mundo. Podemos haber nacido en Badajoz y ser felices en California, lo importante es conocer nuestro sitio y saber desenvolvernos en otra cultura y entre otras gentes. Hoy en día disponemos de muchas facilidades para viajar a cualquier país en pocas horas y conocer las realidades de nuestras antípodas sin movernos del sofá. Todo este mundo globalizado nos ha dado alas para vivir en otros lugares y emprender un futuro lejos de casa.
Fernando Vieira Contreras es un onubense de 29 años que un buen día sintió esa imperante necesidad de conocer mundo y emprender rumbo al extranjero. Nacido en Huelva, cursó secundaria y bachillerato en la capital onubense pero, en el momento de ir a la universidad, ya decidió salir de su zona de confort y matricularse en Biotecnología en la Pablo de Olavide de Sevilla. Tras terminar su carrera, siguió con ganas de ver nuevos lugares y tomaría contacto por primera vez con Alemania al realizar un voluntariado europeo para probar algo totalmente distinto a lo que había hecho hasta entonces. Brandenburgo sería el primer destino de su nueva vida en Alemania. A esta le seguirían otras experiencias en distintas ciudades del país, cambiando de trabajo cada año aproximadamente y con meses de pausas para conocer el mundo. También viviría unos meses en Corea del Sur, aunque el resto de sus últimos 5 años han transcurrido en tierras alemanas.
En Octubre de 2018, decidió continuar su formación y comenzar un doctorado en bioquímica y genética en el Rudolf-Schönheimer Institut de Leipzig, por lo que aún permanecerá tres años más en esta ciudad de Sajonia, caracterizada por su arquitectura moderna pero con sabor antiguo. En ella aprende a vivir en un entorno repleto de lagos y grandes zonas verdes, donde el clima es lo que menos le gusta y donde conviven gentes y culturas muy diversas. Para conocer mejor la experiencia de Fernando Vieira Contreras, hablamos con él.
-¿Por qué decidiste irte fuera?
– Principalmente por conocer mundo y vivir nuevas experiencias. Quería forzarme a salir de mi zona de confort, viviendo en otro país, sin conocer el idioma, con una cultura distinta, y ver cuánto aguantaba.
-¿Cuánto tiempo llevas fuera de España?
– En total unos 5 años, con meses entre medio que he pasado en España mientras buscaba lo siguiente.
-¿Qué haces en este país?
– Actualmente hago mi doctorado en bioquímica y genética en el Rudolf-Schönheimer Institut de Leipzig y si todo sale bien, me esperan unos 3 años más aquí.
-¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– No, llevo ya casi 6 años viviendo en Alemania. Me he mudado bastante en el mismo país, pero quitando unos breves dos meses en Corea del Sur, no me he movido de aquí.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia por ahora?
– Muy positivo. Vivir en el extranjero es a veces duro, desmotivador y tienes que empezar de cero en muchos aspectos, pero se aprende muchísimo porque estás bastante a menudo al límite, lo que ayuda mucho a conocerse a uno mismo. Al final conoces gente, te adaptas y todo mejora mucho.
-¿Cómo es vivir ahí? ¿Es muy diferente a España?
– En muchas cosas sí. La diferencia más clara es el clima, sobre todo comparándolo con el buen tiempo que tenemos en Huelva. A mí me sigue afectando aún. La gente también es distinta, aunque no son tan malos dicen los estereotipos que tenemos de ellos, pueden tener humor y no son tan bruscos como pensamos. Pero en general, no son tan hospitalarios como nosotros y cuesta mucho hacer amistades. Hay, definitivamente, un choque cultural cuando se llega y con ciertas personalidades aún tengo problemas. Algunos no entienden eso de tener emociones.
-¿Dónde vives? ¿Cómo es esta ciudad?
– Ahora vivo en Leipzig y es preciosa. Arquitectónicamente es muy interesante porque tiene tanto edificios modernos, como algunos con aspecto antiguo. Está rodeada de lagos y parques enormes, donde se reúne todo el mundo a la mínima que haya un rayo de sol. Eso me encanta. Es una ciudad muy de izquierdas, a pesar de esta en Sajonia, donde la derecha extrema es el primer partido. Y está en auge, la llaman Hypezig. Para los amante del tecno es de las mejores que hay.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
– Estoy haciendo un doctorado, investigando dos proteínas totalmente nuevas.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto?
– Acabar el doctorado es mi reto principal. También quiero asentarme y ubicarme más en esta ciudad, ya que me quedan aquí varios años hasta que acabe mi investigación al menos.
-¿Qué piensa tu familia y amigos de tu aventura?
– Están contentos siempre que me vaya bien y yo esté a gusto. Mis padres se están hartando de viajar con eso de visitarme. A mi familia y amigos les gustaría tenerme más cerca, es algo mutuo, pero intentamos vernos todo lo posible.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
.El doctorado me va a llevar unos 3 años mínimo, por lo que ahora me centro en acabarlo con buenos resultados. En mi plan original me iba a Japón después del doctorado, pero ya veremos dónde acabo.
-¿Piensas volver a España, a Huelva, en breve?
– Volver para quedarme no está entre mis planes, la verdad. Pero lo cierto es que intento volver a casa lo máximo posible y siempre por navidad.
-¿Qué es lo que más echas de menos de tu tierra?
Aparte de la familia y amigos, el tiempo, la playa, la gente y unos buenos boquerones.
-Para terminar: un mensaje a tus paisanos.
Animaos a vivir en el extranjero. Por un mes, un año, lo que sea. Cualquier estancia os va a aportar muchísimo, sobre todo si mantenéis la mente abierta.