S. D. Del “puedo porque pienso que puedo” Carolina Marín ha pasado a un “pronto volveré”. Declaración de intenciones de la campeona olímpica, triple campeona del mundo y cuatro veces de Europa tras su intervención quirúrgica en Madrid después de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
Carolina, los médicos y su staff técnico no se fijan plazos. Lo dejan todo en ese “pronto volveré” que encierra esperanza, ilusión y, sobre todo, paciencia. La que va a necesitar en el largo proceso de rehabilitación que comenzará en breve para hacer posible esa vuelta a las pistas.
Carolina Marín, recién salida del quirófano en la clínica Cemtro de la capital de España, postrada en la cama, agradeció las muestras de cariño que todo el deporte le ha tributado en estos días amargos desde que su salto en Yakarta se convirtió en lágrimas por una lesión que ella misma ya intuía grave.
Según la nota remitida por la Federación Española de Bádminton, “en la artroscopia a la que ha sido sometida en la Clínica Cemtro se le ha reconstruido el ligamento utilizando un tendón del bíceps femoral de la propia paciente. Tras un periodo de ingreso hospitalario, se iniciará con inmediatez el proceso de rehabilitación. Aunque el periodo de recuperación oscila en función de la evolución, se marcan los 6-8 meses como periodo de referencia, manteniéndose los Juegos Olímpicos Tokio 2020 como objetivo deportivo”.
El entrenador de Carolina Marín, Fernando Rivas, tampoco quiso hablar de plazos para su regreso, si bien dejó claro que el objetivo ahora son esos Juegos, quedando en un segundo plano el Mundial de este año que se disputará en la segunda quincena de agosto en Basilea (Suiza). Casi lo descarta, ya que como apuntó el granadino “será difícil que pueda estar sana para poder ganar el Mundial”, excluyendo cualquier precipitación en la vuelta a las pistas de la de Huelva.