Paula Zorita. Ninguna tierra se creó con el propósito de tener fronteras, pero la historia poco a poco las ha ido creando. Por suerte, hay fronteras que se atraviesan fácilmente. Huelva, Portugal y Sevilla comparten esa línea limítrofe llamada frontera pero que es tan fácil de atravesar. Tan fácil es, que cuando un terremoto ocurre en nuestro país vecino, es fácil que se sienta en las tierras andaluzas de Sevilla y Huelva y viceversa.
Algo así ocurrió ayer en el coso onubense. Un terremoto llamado Juanito (de procedencia portuguesa) hizo tambalear los cimientos de Huelva, cuyo representante fue Emilio Silvera y los de la ciudad hispalense, representada por Alfonso Cadaval. Si bien es cierto que tanto uno como otro fueron pilares sólidos que solventaron la papeleta de una novillada de Villamarta con diversos matices, Juanito, que en una escala de Richter sería un valor alto, fue a la postre el triunfador del festejo.
Juanito, aunque portugués, ha bebido de las fuentes naturales del toreo pacense, tan en voga en estos últimos años y que tantos y tantos toreros importantes ha dado ya a la tauromaquia. Esa mezcolanza le hace atesorar una seguridad y un oficio que no dejó indiferente a nadie. Logró pasajes en conjunto realmente buenos con su primer oponente, pero la faena rotunda llegó al quinto, al que consiguió desorejar tras ejecutar una faena rica en recursos y de mucha entrega.
Huelva se hizo fuerte ayer también y Emilio Silvera fue un cimiento solvente, puro y de toreo vertical al que tan sólo le falló la espada para poder llegar a la altura del terremoto portugués en la escala Richter. Silvera cuajó una notable actuación con sendos oponentes de Villamarta muy distintos en comportamiento y a los que supo administrar en todo momento con solvencia y elegancia. Sevilla fue sin duda la que más se tambaleó. Alfonso Cadaval no tuvo tino con la espada y aunque sus faenas fueron jaleadas por momentos, ésta le privó de que fuesen compactas.
Al final, en realidad, lo único que ‘derrumbó’ el terremoto ‘Juanito’ fue la Puerta Grande de la Plaza de Toros de La Merced para salir en hombros por ella. En este caso el epicentro estuvo en Portugal, pero Huelva y Sevilla no se achicaron. Esta frontera es fácil de atravesar, es una línea casi invisible… algún día el epicentro estará en Huelva o Sevilla.
Ficha: novillos de Villamarta, de buen juego en conjunto y alguno algo flojo.
Emilio Silvera: oreja y vuelta al ruedo.
Juanito: oreja y dos orejas.
Alfonso Cadaval: ovación y palmas.