Redacción. La Asociación Protectora de Personas con Discapacidad Intelectual de la Cuenca Minera ASPROMIN cumple en febrero de 2019 cincuenta años de servicio en la provincia de Huelva desde su sede central en El Campillo. Una larga trayectoria que ha contribuido a mejorar la calidad de vida de cientos de personas a través de una asistencia cada vez más especializada. Desde hace años, mantiene una estrecha relación con MATSA que ha permitido la puesta en marcha del Centro Especial de Empleo ASPROMIN Industrial S.L., una empresa de carpintería que da servicio a la compañía minera. Sus empleados, muchos de ellos personas con discapacidad, son los encargados de fabricar las cajas de madera donde se almacenan los testigos de mineral extraídos en las labores de investigación de MATSA.
Matías Rodríguez, presidente de ASPROMIN, repasa el trabajo de la asociación y los frutos de esta colaboración con la compañía onubense.
– ¿A qué se dedica ASPROMIN?
– ASPROMIN se creó en el año 1969 en la Cuenca Minera de Riotinto y desde el inicio se ha dedicado a la atención, cuidado y promoción de las personas con discapacidad intelectual. En febrero de 2019 cumplimos 50 años de actividad, un largo proceso en el que se han sufrido muchos cambios en los servicios que ofrecemos a la sociedad. En la actualidad, contamos con toda clase de servicios en la sede central de El Campillo orientados a personas con distintos grados de discapacidad o trastornos de conducta.
– ¿Con que instalaciones cuenta la asociación?
– En el Campillo contamos con centros ocupacionales, unidades de estancia diurna y una residencia escuela-hogar que es única en la provincia de Huelva dirigida a chicos con necesidades de escolarización a causa de dificultades en sus propias familias. Además, tenemos un centro de educación especial que es donde se imparten las clases para estas personas. Todos estos servicios están concertados y conveniados con la Consejería de Educación o con la Consejería de Igualdad y Asuntos sociales de la Junta de Andalucía. Por otra parte, en Huelva, contamos con un centro de atención infantil temprana para niños de cero a seis años, concertado en este caso por la Consejería de Salud.
– ¿A cuántos usuarios ofrecéis servicio actualmente?
– Actualmente damos servicio a unos 120 usuarios, la mayoría de ellos internos, aunque también contamos con algunas personas que vienen cada día desde diferentes municipios del entorno de El Campillo.
– Después de 50 años, ¿qué balance realizáis?
– El balance sumamente positivo. Sobre todo porque estamos dando una atención de calidad a las personas con discapacidad para que estén debidamente atendidos y considero que nuestros centros eran absolutamente necesarios en la provincia. A lo largo de nuestra trayectoria hemos conseguido evolucionar hacia un servicio basado en la calidad con un equipo de profesionales formado por psicólogos, fisioterapeutas, psicopedagogos, terapeuta ocupacional, etc. Además, ASPROMIN ha realizado una labor encomiable en el territorio también desde el punto de vista del empleo, puesto que en la última década hemos conseguido duplicar el número de profesionales que trabajan en la asociación.
– ASPROMIN cuenta también con una vertiente laboral en la que tiene mucho que ver la empresa MATSA, ¿en qué consiste el servicio que prestáis a la compañía minera?
– Desde la asociación proveemos a MATSA de un servicio de carpintería a través ASPROMIN Industrial SL, una empresa que pertenece íntegramente a la asociación y en la que la función principal es la fabricación de las cajas de madera que utiliza la compañía para el almacenamiento de los testigos de mineral que se extraen en sus labores de investigación y exploración. Además, desde MATSA nos solicitan también otros trabajos de carpintería que necesiten puntualmente.
– ¿Cómo ha repercutido esta colaboración entre MATSA y asociación?
– Nos ha permitido la creación de un Centro Especial de Empleo dedicado principalmente a proveer de este servicio a las empresas mineras y, fundamentalmente, a MATSA, puesto que a esta compañía va destinado el 80% de nuestro aprovisionamiento. Gracias a esta vinculación hemos creado diez puesto de trabajo de los que cinco corresponden a personas con discapacidad. Es una actividad que encaja perfectamente con las personas con discapacidad, que son las que las hacen estas cajas, las lijan y las ensamblan.
– ¿Desde cuándo prestan este servicio a la compañía?
– Hace bastante tiempo que estamos prestando el servicio, prácticamente desde los inicios de MATSA. Pero en los últimos años se ha reactivado, puesto que la investigación minera ha prosperado mucho y hemos tenido la suerte de ser los proveedores de ese servicio para MATSA.
– ¿Cómo repercute en los usuarios de la asociación el desarrollo de esta faceta profesional?
– Es algo fundamental. Para cualquier persona el trabajo es algo que dignifica, pero para ellos, además, es algo que les hace felices, se sienten importantes y realizados. Para estas personas levantarse cada mañana para ir a trabajar y tener un salario lo es todo. Ver su felicidad y la satisfacción que sienten por hacer su labor es algo que no tiene precio.
– La sede de ASPROMIN está en El Campillo, ¿Cómo valora que la compañía cuente con proveedores en el territorio?
– Si lo tuviera que valorar del uno al diez, lo haría con un once. En ASPROMIN no tenemos palabras para poder agradecer a MATSA la importancia de su colaboración con nosotros y con otros colectivos. Creo que MATSA es un ejemplo de empresa comprometida con las personas desfavorecidas y con el entorno y esto le da un valor positivo al territorio. Son las personas las que se benefician de forma directa de esa política correcta y acertada. Para la conmemoración del 50 aniversario de la asociación el próximo año queremos hacer un evento especial y, por supuesto, MATSA va a ocupar un lugar destacado ese día porque se lo merece.
– A través de la Fundación Trafigura, MATSA colaboró hace unos años con ASPROMIN en la implantación del Método Therasuit, para la fisioterapia intensiva de niños con parálisis cerebral, ¿Qué resultados ha ofrecido esta colaboración?
– Cuando iniciamos la actividad hace aproximadamente diez años en el Centro de Atención Temprana de Huelva lo hicimos atendiendo a un déficit que existía en ese momento en la provincia. Dentro de esta actividad, vimos que había un apartado en el ámbito de la fisioterapia que debíamos mejorar. Así surgió la implantación del método Therasuite, que es una terapia de fisioterapia intensiva que activa sobre todo los músculos del cuerpo. MATSA, a través de la Fundación Trafigura, realizó una inversión de cerca de 22.000 euros para la adquisición de estos materiales que vinieron directamente de Estados Unidos. Los resultados de este método están siendo sumamente positivos, puesto que permite una atención personalizada a las necesidades de cada usuario. La mejor prueba de los resultados que hemos obtenidos es ver las caras de los padres cuando ven los avances que presentan los niños. Imagina lo que es para un padre ver que su hijo, que ha nacido con una parálisis importante, puede caminar.
– ¿Tenéis en mente algún otro proyecto con MATSA?
– Nos gustaría seguir manteniendo esta colaboración con MATSA y con la Fundación Trafigura y formalizarlo a través de la firma de un convenio. Sobre todo para que queden reflejadas y podamos difundir todas las cosas positivas que, gracias a su ayuda, estamos realizando.