Bernardo Pelayo: ‘La gamba de nuestra costa forma parte del paraiso’

LCD/RFB. Una charla con Bernardo Pelayo invita a la escucha atenta, sin prisa. Es fácil abrir temas relacionados con Huelva y encontrar en Bernardo el sentido común y el convencimiento mezclados en las dosis justas para que te convenza. Aunque en nuestra conversación el objetivo es hablar de su empresa, Distribumar, y su producto estrella, la gamba de Huelva, no puede evitar que a veces aflore su condición de presidente de la Asociación de Exportadores de Pescados y Mariscos de Huelva.

Distribumar originariamente nace por iniciativa de Andrés Pujazón, de quien es socio Pelayo, que comienza a operar en solitario con esta firma hace treinta años. Posteriormente se suma a la misma Bernardo Pelayo, configurandose la empresa actual en la que son administradores solidarios. Nombrar el apellido Pelayo equivale a citar a una de las principales referencias de la historia pesquera onubense y facilmente asociable, además, al liderazgo en el sector en las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo XX. 

El bisabuelo de Bernardo Pelayo fue el que inició la relación de este apellido con el mundo de la pesca en Huelva, dado que vendía a finales del XIX pescado y marisco onubense en Aznalcazar, su lugar de origen, y posteriormente, con sus hijos Pedro, Alejandro, Vito y Bernardo comenzó la actividad en nuestra ciudad. Pronto Pedro (tío abuelo de Bernardo) se destacó y adquirió un primer barco al que seguiría luego una importante flota de pesqueros a vapor, constituyendo la compañía armadora de pesca más importante de Huelva junto a la Gabriel González. Este primer barco fué el María Pelayo, botado en 1938, con casi cien toneladas de desplazamiento. Además de la actividad extractiva contaban con fábrica de conservas y salazones y una importante estructura comercializadora.

El peso de la tradición ha marcado felizmente a Bernardo Pelayo, quien entiende este mundo como una pasión. Su padre, también Bernardo, se dedicó a la comercialización, siendo en su momento uno de los fundadores de Dimarosa, junto a Jaime y Jacinto Rodríguez. Posteriormente padre e hijo operan independientemente, aunque con relaciones con otros agentes del sector, como Peix, hasta que definitivamente se produce la asociación con Andrés Pujazon que conforma hoy Distribumar, que  da trabajo permanente a más de diez personas. Bernardo nos indica que ‘en Huelva siempre ha habido grandes familias que se han dedicado a la pesca. De hecho, hay apellidos que están muy marcados por esta tradición.

La realidad es que, si vamos a casi cualquier punto de España, veremos Gambas de Huelva como seña de identidad, como identidad; esa realidad la han conseguido todas esas familias onubenses que llevan labrando la gamba y enriqueciendo la imagen del sector durante muchos años. Si hay alguien que quiere tener funcionalidad dentro de este sector en concreto, tiene que estar en Huelva’.

Para Bernardo  la importancia de la gamba de Huelva, fuera de Huelva, es gigante. Aunque hay muchos tipos de gambas y no todas se pescan en nuestro litoral, sí que casi todas pasan por nuestra frontera. La gamba (ya sea de Huelva, Italia, Turquía), tiene una intensidad de color, de sabor, de cocido, porcentaje de descabece, de rendimiento… diferente según su especie y su hábitat. La gamba de Huelva viene determinada por las aguas en las que se pesca, que son las mismas: litoral de Huelva y Marruecos‘.

Y aunque tenemos en Huelva un gran liderazgo y excelencia en cigalas y langostinos, con calidades únicas, para el corresponsable de Distribumar la gamba es sin duda la estrella del marisco. Y hablar de gamba es hablar de Huelva. ‘En general Huelva, nuestra costa, es marisquera por excelencia, a diferencia por ejemplo de Cádiz y Vigo, que son más de pescado.’

Le preguntamos por los envases, y Pelayo nos dice que ‘con relación a los envases de madera y cartón, su uso dependerá mucho del producto que se quiera conservar para emplear un tipo de material u otro. Si el producto es de mayor precio, siempre se deberá optar por un envase de mayor calidad. Por presencia, la madera tiene una imagen más tradicional, mientras que el cartón, da un aspecto más industrial.’ 

Las condiciones excelentes que tiene Huelva desde el punto de vista competitivo no esconden realidades mejorables. Para Pelayo ‘cuesta mucho trabajo mantenerse. Creo que cualquier sector hoy día debe estar apoyado por la Administración; es muy necesario ese tipo de respaldo para, ya no solo subsistir, sino para mejorar. Está claro que hay que ser competitivo, pero eso supone luchar contra unos límites que, precisamente el apoyo de la Administración tiene el deber de paliar: invertir en formación, investigación, mejora en la conservación, tratamiento y/o comercialización de productos, hacer campañas publicitarias, etc.’

Distribumar se marca un objetivo permanente de calidad. En este sentido, Bernardo asegura que, a la hora de calificar la calidad de una gamba, influye en igual proporción el hábitat o tipo de agua (profundidad) donde se pesca, y la manipulación que se haga del producto (flota, infraestructuras, instalaciones). ‘Una gamba fresca evidentemente no es igual que una congelada, pero si el proceso de manipulación ha sido el correcto, la diferencia puede ser ínfima‘. Es más, en ocasiones precisamente por el manipulado hay gambas frescas con una resultante de peor calidad que gambas congeladas con excelente manipulado desde el propio origen en el mar.

Abundando en esta idea, nuestro interlocutor afirma que ‘teniendo claro que la calidad es un concepto asociado a la Gamba de Huelva, la gamba como elemento de identidad onubense necesita apoyo por parte de las Administraciones, para, precisamente, defender en este caso a Huelva por lo que es, un estandarte gastronómico de muchísimos productos. En Huelva no falta el mercado, lo que falta es un turismo centralizado en los productos estrella: la fresa, el jamón, el vino del condado y el marisco”.

Bernardo Pelayo admite que hay carencias en el propio consumo onubense, ‘el problema de Huelva es que no fomentamos la gamba para el comercio local. La gamba de nuestra costa forma parte del paraíso, tanto para disfrutar en verano a través de deportes acuáticos como para su deleite en materia de restauración.’