¿Por qué nos parecemos los onubenses y los gaditanos? Las relaciones históricas de dos provincias hermanas

Mari Paz Díaz. No es la primera vez que habrán escuchado o leído que los onubenses y los gaditanos tienen similitudes. La forma de hablar, la utilización de expresiones parecidas, el modo de entender la vida, de comportarse…, son la prueba de que ambas poblaciones cuentan con una filosofía bastante afín. A veces puede llegar a sorprendernos, porque, a pesar de que sean provincias vecinas, no están unidas por ninguna vía de comunicación directa. Sin embargo, si miramos a la historia reciente de ambas provincias, comprenderemos que es lógico que existan muchas semejanzas entre los onubenses y los gaditanos, con los que hemos compartido mucho más de lo que haya podido separarnos.

Es cierto que las relaciones históricas entre estas dos provincias se remontan a tiempos inmemoriales, teniendo en cuenta que las Costas de Cádiz y Huelva permanecen unidas desde la conformación de la Península Ibérica. Luego, los reinos árabes, los años de la Reconquista o el diseño de las provincias de Andalucía han cambiado los mapas españoles en numerosas ocasiones, en función de la situación sociopolítica que se ha ido produciendo en cada momento en nuestro país.

Y es que, como sabemos, el hombre desde los inicios de la Humanidad se ha empeñado en situar y delimitar fronteras en los territorios en los que ha tenido potestad. Por este motivo, esas fronteras han ido cambiando con el paso de los siglos. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en Andalucía Occidental, que ha pasado por denominaciones tan diferentes como Hispania Ulterior o la Bética en época romana, formando parte de diferentes reinos taifas durante Al-Ándalus o conformando el Reino de Sevilla en la Edad Media y la Edad Moderna. Después, en la configuración de las provincias andaluzas, Cádiz se creó agrupando localidades del reino de Sevilla y Granada, mientras que Huelva lo hizo reuniendo localidades del reino de Sevilla e incorporando a Arroyomolinos de León y Cañaveral de León, que pertenecían hasta ese momento a Extremadura.

Hoy tenemos claras las delimitaciones de Huelva y Cádiz como dos provincias andaluzas totalmente independientes. Sin embargo, no hace mucho tiempo, -al menos desde el punto de vista histórico-, estas fronteras no estuvieron tan perfiladas. Tanto es así que la Costa onubense y la gaditana permanecieron unidas administrativamente a inicios del siglo XIX en lo que vino a llamarse ‘Provincia Marítima de Sanlúcar de Barrameda’, una realidad que hoy queremos recordar en este artículo por su curiosidad en la trayectoria histórica de Huelva y Cádiz.

¿Una provincia de Sanlúcar de Barrameda con territorios onubenses y gaditanos? Sí, en España se configuró una provincia de Sanlúcar de Barrameda, que incluyó los partidos judiciales de Sanlúcar, Manzanilla, Huelva y Ayamonte. En concreto, el proyecto se extendía desde Rota hasta el río Guadiana, en la frontera ayamontina con Portugal, estando integrada por municipios como Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Trebujena, Chipiona, Villamanrique de la Condesa, Pilas, Hinojos, Alcalá de la Alameda, Chucena, Villalba del Alcor, Huelva, Almonte, Gibraleón, Rota, Niebla, Ayamonte, La Redondela, Lepe, Cartaya, Moguer o Palos de la Frontera, entre otros. Muchos de estos municipios ya habían estado bajo la misma jurisdicción al formar parte de la Casa de Medina Sidonia, que tuvo su capital en Sanlúcar de Barrameda hasta 1645, y de su filial la Casa de Ayamonte.

Siendo así, gran parte de esta provincia marítima estuvo basada en el legado de la Casa de Medina Sidonia, a la que perteneció el Condado de Niebla, entre otros territorios onubenses. Sus orígenes se encontraron en la familia Pérez de Guzmán, comúnmente conocidos como los Guzmanes, que contaron con una casa-palacio en la actual capital onubense. Es más, la creación de este linaje se produjo cuando, en 1440, Juan II cambió a Juan Alfonso Pérez de Guzmán, III Conde de Niebla, el señorío de La Algaba, Alaraz y El Vado de las Estacas por Medina-Sidonia. En 1444, dicho conde recuperó para el mayorazgo de la Casa de Ayamonte, Lepe y La Redondela, lugares que habían sido desgajados del mismo en 1396.

Pero, volviendo a la Provincia Marítima de Sanlúcar de Barrameda, podemos apuntar que su constitución se produjo el 12 de diciembre de 1804, auspiciada por Manuel Godoy, y estando vigente hasta 1808, cuando se pone fin a la etapa de Godoy en el Gobierno al producirse la invasión francesa. Es decir, su existencia fue efímera. Además, durante los años en los que estuvo activa contó con una clara oposición de Sevilla y la ciudad de Cádiz, pero su configuración demuestra la destacada relación de estas comunidades. La fundación de esta provincia vino acompañada de la creación del Consulado Marítimo de Sanlúcar de Barrameda, debido a la posición estratégica de la ciudad en la desembocadura del río Guadalquivir.

No en vano, esa posición estratégica de Sanlúcar provocó que las relaciones comerciales entre Huelva y Cádiz fueran prolíficas durante siglos, dado que el puerto sanluqueño fue el lugar de embarque de diversos productos procedentes de Huelva. Así sucedió, por ejemplo, con los vinos del Condado onubense, como lo demuestra que el conocido vino ‘Manzanilla’ deba su nombre a esta localidad onubense, situada a 48 kilómetros de Sanlúcar, siendo hoy en día un símbolo de este rincón gaditano en todo el mundo.

Todo ello sin olvidar que las relaciones pesqueras y portuarias entre los diferentes puntos del litoral onubense y gaditano han sido constantes a lo largo de la historia, dada su cercanía, una situación que todavía hoy sigue produciéndose.

Evidentemente, de todas estas cuestiones podríamos hablar mucho más, como lo demuestran los numerosos estudios que existen en los que se detallan estas y otras cuestiones referidas a este tema. Pero, en este artículo, al menos, hemos querido poner de manifiesto que son muchas las iniciativas que nos unen con una provincia vecina y hermana como es Cádiz, de ahí que no sea extraño que onubenses y gaditanos compartamos muchos aspectos. Ponerlo en valor nos ayuda a sumar en ambas direcciones, hacia el este y el oeste. ¿Estáis de acuerdo?