Redacción. Transcurrido un año desde el referéndum británico que dio como resultado el Brexit, Huelva ha crecido en exportaciones agroalimentarias al Reino Unido, alcanzando los 281,1 millones de euros, fundamentalmente de frambuesas.
En su conjunto lo ha hecho Andalucía, de modo que desde julio de 2016, mes siguiente al referéndum en el que se decidió su salida de la Unión Europea, hasta mayo de este año (último mes del que se disponen datos), este país ha importado alimentos y bebidas andaluzas por valor de 971 millones de euros, un 15,6% más respecto al mismo periodo de 2015 a 2016.
Este aumento ha sido generalizado en todas las provincias de nuestra comunidad. Así, durante dicho periodo, Almería ha exportado productos agroalimentarios por valor de más de 300 millones de euros, un 13,8%; seguida de Huelva, con los 281,1 millones referidos (8%); Sevilla, con 166,4 millones (26,2%); Cádiz, con 108,7 millones (21,2%); Málaga, con 49 millones (7%); Granada, con 39,9 millones (52,6%); Córdoba, con 21,8 millones (11,5%); y Jaén, con 3,1 millones (29,4%).
Los principales productos importados por el mercado británico en esos meses han sido la frambuesa, por valor de 126 millones de euros; aceite de oliva (107 millones); fresa (86,2 millones); tomate (79,1 millones); pimiento (78,3 millones), y pepino (63,4 millones).
Para el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, estos datos confirman que a pesar del escenario de incertidumbre provocado por el Brexit, las exportaciones andaluzas a Reino Unido han seguido creciendo «gracias al dinamismo de las empresas de nuestra región, a su espíritu emprendedor y el esfuerzo para seguir posicionándose en los mercados del exterior pese a las dificultades con las que se encuentran».
Estas cifras demuestran que «tenemos un mercado que está consolidado gracias a la calidad de los productos que ofrecemos, basado en unas relaciones comerciales muy fidelizadas que se verán reforzadas con acciones de promoción«.
La Consejería, a través del grupo de trabajo constituido por la Junta para analizar y minimizar los efectos del Brexit en la comunidad autónoma, mantiene una posición de atención ante las consecuencias que se puedan abrir con la salida de Reino Unido de la UE, principalmente en las decisiones acerca de la nueva Política Agrícola Común y cómo ajustar su presupuesto.