RFB / MPD. Continuando con esta serie dedicada a las elecciones al Rectorado de la Onubense del próximo lunes 22 de mayo, Huelva Buenas Noticias entrevista a la catedrática de Historia Contemporánea María Antonia Peña Guerrero, primera mujer candidata a Rectora en la historia de la Universidad de Huelva. María Antonia Peña es profesora de Historia de la Universidad de Huelva desde hace veintiséis años, y treinta y cuatro desde que entró a estudiar en lo que era el Colegio Universitario de la Rábida, siendo delegada de quinto curso durante el célebre 3 de Marzo de 1988. Cuenta con una dilatada trayectoria investigadora y, actualmente, dirige un Proyecto de Investigación de Excelencia en ‘Historia cultural de la corrupción política en España y América latina’. Además, posee experiencia previa en gestión, ya que ha sido durante cinco años directora de la Sede Iberoamericana de La Rábida y siete años Vicerrectora de Internacionalización de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).
Una trayectoria con la que se presenta en esta candidatura, que ha elegido el lema de ‘Un futuro con ilusión’. Una propuesta que quiere afrontar los próximos años de la Onubense con confianza y responsabilidad en un gobierno abierto, donde prime el diálogo. Un proyecto que quiere escuchar a todo el mundo y construir una Universidad desde una óptica transparente, tal y como Peña Guerrero transmite en esta entrevista.
-¿Cómo se siente María Antonia Peña como candidata a ocupar el Rectorado de la Universidad de Huelva?
-Me siento bien, me siento muy animada, muy arropada por mucha gente, que me están ayudando mucho y, aunque la campaña ha sido cansada físicamente, todos los días me he levando con mucho ánimo. Y lo que he ido comprobando a lo largo de la campaña es la convicción de que esto hacía falta, de que era necesario que hubiera una alternativa, darle a la gente la posibilidad de elegir y esa es la impresión que ha ido creciendo en mí estos días.
-¿Cree que la campaña electoral tiene sentido en una convocatoria universitaria?
-Sí, aunque quizás a mí me hubiera gustado más una campaña menos política y más académica, más intelectual, propia de la institución. Considero que la campaña es muy buena, porque, como en todo periodo electoral, está el tema de la rendición de cuentas, es el momento en el que se juzga lo ocurrido, pero también es el momento en el que aparecen nuevas ideas, nuevas alternativas de cara al futuro, y eso es una forma de crecimiento. El esfuerzo de cada candidato de pensar en su universidad, de aportar cosas, renueva las conciencias y las ideas, por lo que creo que es muy bueno.
-En el caso particular de su candidatura, ¿cómo se ha desarrollado esa campaña?
-Ha sido muy buena, porque es una oportunidad que ha sido muy productiva. A mí, personalmente, me ha servido mucho para aprender. Yo conocía esta universidad muy bien, pero ahora la conozco todavía mejor y he conocido a muchas personas en las que he descubierto grandes valores. Por ello, para mí, ha sido una experiencia muy rica.
-¿Qué opina de la polémica que se ha generado durante la campaña con los debates?
-A mí es una dinámica que me cuesta entender, porque yo creo que nos debemos a la comunidad universitaria, a la sociedad onubense, de ahí que debamos responder al deseo que tiene esa comunidad de oírnos. Es verdad que tenemos las redes sociales, que difundimos nuestros programas en papel y por plataformas digitales, pero a la gente le gusta la interacción, poder preguntarle a las personas, ver cómo cada uno defiende sus ideas, no sólo verlo escrito en un papel que se despliega, sino ver a la persona en sus emociones. Y creo que no se debe privar a nadie de eso. Por ello, durante el debate celebrado en la FOE comenté que también corresponde y tiene cabida un debate ante la ciudadanía, porque la Universidad es un elemento muy importante ante la sociedad. Desde el principio he sido coherente con esta idea y no me he negado a ninguno de los debates que me han propuesto. Quizás he discutido el formato, porque pensaba que el lugar idóneo era el Campus de El Carmen, organizado por quién quisiera, con la dinámica que se quisiera, pero siempre he defendido El Carmen. No fue posible, se hizo en la FOE y allí fui, porque siempre he ido donde he tenido la oportunidad de explicar mi candidatura. Y si me preguntan, contesto.
-¿Es probable que a veces en la campaña se diluyan las ideas del programa electoral? Por ejemplo, la posición de cada candidatura en ese debate eterno que existe entre apostar por la docencia o por la investigación.
-Nuestra campaña la hemos dedicado a mostrar nuestro programa electoral, en el que se recogen más de 500 medidas que abordan todos los ámbitos. Claro está que cuando hemos venido manteniendo reuniones con los diferentes colectivos no podemos hablar de las 548 medidas, tenemos que ir abordando conceptos más generales. Como conceptos articuladores, por ejemplo, hemos apostado por la transparencia, el cogobierno, la gestión eficiente de los recursos, la vocación de servicio público de la universidad, el crecimiento en investigación, en titulaciones, en número de alumnos…. Porque, al final, cada uno muestra su modelo de universidad. Y ese debate que se puede plantear entre docencia e investigación es estéril, porque la Universidad tiene que ser investigadora y docente. Y los profesores, por tanto, tienen que ser investigadores y docentes. Una buena docencia se nutre de una buena investigación y para poder hacer investigación, el profesorado tiene que tener bien acomodada su docencia. Quizás, uno de los errores que se ha cometido es que estas dos áreas pueden ir por separado y en nuestro programa, precisamente, lo que hemos hecho es mirar a esa doble perspectiva. No podemos quedarnos detrás en docencia ni en investigación.
-¿Cuáles son los puntos fuertes del equipo de la candidatura de María Antonia Peña?
-A la hora de confeccionar mi equipo he ido buscando un perfil muy concreto. He buscado la valía profesional, la experiencia profesional, la gestión en cada disciplina, personas comprometidas con la institución, con un sentido muy claro del interés general de la institución, así como personas que puedan garantizar honestidad e integridad, sin olvidar un determinado talante en las relaciones personales, que tengan buen carácter, educadas, con buenas formas, dialogantes, que se incorporan a este proyecto de negociación y consenso en el seno de la Universidad. Siendo así, he dejado atrás algunas otras cuestiones que para mí no son tan importantes, como la jerarquía profesional. Yo no he preguntado qué era cada uno, sino qué quería de su universidad. Y cuando he visto coincidencias con el diagnóstico que yo hacía, les he pedido que se incorporaran a mi equipo.
Es un equipo muy bueno, un poco tecnocrático, porque para informática llevo a un informático, como es Manuel Mañas, del Departamento de Tecnologías de la Información. Y para ordenación académica llevo a una persona que, aunque es ingeniera, lleva muchos años llevando la ordenación académica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI), que tiene una gran variedad de grados y másteres, como es Beatriz Aranda, que se encargará del área de Ordenación Académica, Grado y Posgrados. Luego, he contado con una persona con una gran experiencia en esta universidad, que fue padre fundador. Como yo, fue alumno y luego profesor y ha participado en toda la escala universitaria, como es Juan Márquez, una persona muy conocida en la Universidad, con una carrera investigadora muy sólida, con una capacidad enorme para abordar dos áreas fundamentales, como la Planificación Estratégica, que garantice que en la universidad haya un buen Plan Estratégico, hecho por y para toda la comunidad universitaria. Y, del mismo modo, e incluso más importante, la coordinación de las diferentes áreas, para que vayan de la mano, garantizando la transversalidad de todas las decisiones. Y ese es el papel que tiene Juan Márquez.
Luego, contamos con las profesoras de la Facultad de Educación, aunque de ámbitos distintos, como son Ángela Sierra, que llevará los temas de Estudiantes e Internacionalización, y Joaquina Castillo, encargada de Extensión Universitaria. Creo que su presencia en Educación las ha familiarizado con los estudiantes, porque es la facultad que más alumnos tiene. Son personas, además, que se caracterizan por tener muy buena relación con sus estudiantes y esa es la mejor tarjeta de presentación para llevar áreas como la de Estudiantes, que tiene que saber integrar a los alumnos en la toma de decisiones, atender sus necesidades, sin olvidar que Joaquina también llevó durante unos años el Aula de la Experiencia, que fueron años de revalorización, por lo que ahora extendemos su experiencia a la proyección a la sociedad. Y, por último, está con nosotros Juan Alguacil, que para mí es una especie de diamante en bruto, porque es una persona que tiene una trayectoria investigadora impecable, en el ámbito de Ciencias de la Salud, con una formación en el extranjero, en Estados Unidos, que le da un perfil muy internacional, y con experiencia en el manejo de proyectos de investigación, con una visión en el plano de la investigación muy amplia, sabiendo que hay que potenciar a los grupos fuertes, pero también intentar que los grupos más débiles lleguen algún día a ser fuertes, con una visión muy integradora. Un hombre, además, muy inteligente, con lo que el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia estará muy bien en sus manos.
-Hay, por tanto, una mayoría femenina en el equipo…
-Sí. Y si miramos a la segunda línea se refuerza. Porque para nosotros el tema de la igualdad no es una cuestión retórica ni políticamente correcta, sino un tema de convicciones. Hemos formado un equipo en el que la mujer está muy bien representada, tanto en la primera como en la segunda línea. Y no porque hayamos ido buscando eso, sino porque hemos sabido detectar dónde están esos valores y ha coincidido en estas mujeres.
-Es muy llamativo que una mujer pueda ser Rectora de la Universidad de Huelva. ¿Qué efectos tiene el hecho de ser candidata en estas elecciones?
-Creo que es llamativo y un paso adelante en el sentido de mostrar que la Universidad de Huelva tiene que darle a sus mujeres la importancia que tienen en todos los ámbitos, como ocurre con el personal de administración y servicios, con un elevado número de mujeres, pero también entre nuestros estudiantes, donde hay muchas mujeres y, curiosamente, a veces son las que sacan las mejores notas y ganan los premios de fin de carrera y doctorado. Y en el profesorado, también. Por este motivo, si mi candidatura sirve para visualizar esta realidad, yo lo doy por muy bueno. Y si sirvo para dar voz y poner en evidencia la importancia de la mujer, que no siempre se le reconoce, como puede ocurrir con la mujer investigadora, que muchas veces está en un segundo plano, pues también me satisface. Pero, como en todas partes, luego puede haber elementos más reaccionarios, que considera que una mujer no va a poder realizar esta tarea. Prescindo de ellos directamente, porque después de tantos años de gestión, creo que he acreditado suficientemente mis capacidades.
-¿Cuáles son los valores que destacaría de los otros dos candidatos?
-La primera reflexión que uno hace es que la persona que se presenta a la reelección tiene pros y contras. Esa es la realidad. Los pros es que, al estar en el poder, cuenta con unos recursos y una capacidad de acción que los demás no tenemos. Y, en el caso de la Universidad de Huelva, de cara a las elecciones, tiene una información con la que los demás no contamos. Eso sí, la gente también puede hacer una valoración de lo que ha sido su gestión y si la gente no está contenta con lo que ha hecho, eso se manifestará en el voto. En este aspecto, si Francisco Ruiz volviera a ganar, yo lo que espero es que él sepa interpretar lo que ha pasado y que se dé cuenta que tiene que hacer un cambio de rumbo. Que, aunque él gane, una buena parte de la universidad no está de acuerdo con sus políticas y eso debería obligarle a reorientarlas. En el caso de Juan José García Machado, creo que es una persona que parte de una especie de vinculación sentimental con la universidad, porque, como nosotros, también estudió y ha tenido una trayectoria muy vinculada. Y creo que podría aportar mucho a la universidad desde el punto de vista de la gestión económica. En general, los dos nuevos candidatos no contamos con los recursos que puede tener la persona que está en el poder, sólo tenemos nuestras ideas. Pero también tenemos una cosa buena. Y es que estamos hablando del futuro y no arrastramos ningún lastre, no tenemos que dar cuenta.
-Si María Antonia Peña ganara las elecciones, ¿cuáles serían los aspectos clave de los primeros días de gestión?
-Es imprescindible y barato, por no decir gratis, que sea una gestión con transparencia. Así que diría que, a partir de este momento, vamos preparando las cuentas y toda la información para publicarlo en el portal de transparencia. Eso es una instrucción muy sencilla, que es poner a la gente a trabajar para publicar esa información con el objetivo de que, tanto la comunidad universitaria como la ciudadanía, pueda tener perfecto conocimiento de lo que está ocurriendo en el seno de la Universidad. Y, partir de aquí, trabajaría en otros temas.
-¿Cuál es la imagen que le gustaría que proyectara la Universidad de Huelva?
-A mí me gustaría que la imagen de la Universidad de Huelva se asociara con la calidad y el prestigio. Y tenemos los recursos suficientes para ello. Hay que ponerlos a funcionar dentro de un proyecto con las ideas muy claras. Porque, el prestigio y la calidad, también hay que visibilizarlos. Es una carencia que hemos tenido y hay que empezar a trabajar para que realmente se sepa qué hacemos en la universidad, que niveles de calidad hay en la universidad y apoyar para que eso vaya aumentando cada vez más.
-Para terminar, ¿qué llamamiento hace de cara a las elecciones del próximo lunes?
-Llamamiento a que lean los programas, a que busquen su sintonía en ellos, a que traten de identificarse con un modelo. Porque se presentan tres proyectos muy distintos y cada persona tiene que buscar con cuál se siente más identificado, su idea de universidad, qué es lo que quiere para el futuro y, por supuesto, participar. El 22 de mayo hay que ir a las urnas, elegir, que ha costado mucho contar con una democracia y poder hacer uso de ese derecho democrático que tenemos. Lo que elija la universidad bien estará, si se hace dentro de un proyecto democrático, limpio y plural.