HBN. ¿Hay algo que nos puede hacer más feliz que disfrutar de todo lo que ofrece la provincia onubense? Porque el litoral de la Costa de Huelva tiene rincones que son auténticos paraísos. Lugares idílicos en los que merece la pena perderse unos días, unas horas, en cualquier época del año. Es lo que sucede con un espacio de belleza inigualable, como es el Parador de Mazagón, situado dentro del Espacio Natural de Doñana, rodeado por un bosque de pinos y frente a kilómetros de playas vírgenes, muy cerca del propio Parque Nacional de Doñana y la Ermita de El Rocío. Un lugar sin igual, que une naturaleza con las aguas del océano Atlántico.
Un espacio con múltiples atractivos por sí mismo que, además, ofrece todo tipo de servicios para que el visitante se sienta de forma confortable y pueda descansar, por ejemplo, en las hamacas del jardín. O, si lo prefiere, bañarse en las distintas piscinas, hacer deporte en el gimnasio o relajarse en el jacuzzi y zona wellness. Y con la posibilidad de conocer el sur de la provincia de Huelva, con atractivos como el Espacio Natural de Doñana, los Lugares Colombinos o la aldea de El Rocío.
Todo ello junto a la rica gastronomía onubense, donde no faltan sus gambas blancas o el jamón de Jabugo, una excelente cocina de la que da buena cuenta la zona de restauración del Parador de Mazagón. Un enclave, en definitiva, que está diseñado por y para el confort de la persona que decida pasar por sus instalaciones.
Un centro turístico que es todo un referente del sector en la provincia de Huelva, y que ha querido mostrarnos, en el Día de la Felicidad, su director, Alfonso Rubio de Manuel, que tiene claro que relajarse en un espacio como el Parador de Mazagón produce momentos muy agradables, llenos de satisfacción y felicidad. Un profesional con cincuenta años de experiencia profesional en Paradores, de los cuales, treinta los ha desarrollado en el ámbito de la dirección y, 20-25 años, en paradores de playa, como ha sucedido con el Cádiz, Málaga Golf, Málaga Gibralfaro o Nerja, entre otros.
«Mi llegada al Parador de Mazagón se produce en agosto de 2012. Yo había venido a Huelva hacía muchos años a realizar unos cursos de medioambiente en el entorno de Doñana y me gustó mucho, así que cuando se planteó la opción de venir aquí, a la provincia de Huelva, tuve clara la decisión«, nos comenta Alfonso Rubio, que hace un balance muy positivo de este tiempo, «puesto que, aunque se ha pasado por algunos baches, siempre nos hemos recuperado y tenemos la suerte de estar trabajando en un lugar excepcional, donde contamos con buenos profesionales y donde se ofrecen servicios muy satisfactorios a los clientes, por lo que la gente siempre sale feliz del Parador. Y esto, para nosotros, es muy gratificante. Esta profesión es muy vocacional, por lo que si haces feliz a la gente es maravilloso».
Unas ideas que desgrana en esta entrevista, en la que nos destaca las posibilidades para disfrutar de este alojamiento, no sólo en verano, sino a lo largo de todo el año, dado que cuenta con propuestas como la piscina climatizada o el spa, donde relajarse, sin olvidar la opción de tomar una buena comida con nuestra pareja, por ejemplo, para celebrar una fecha especial.
-Alfonso, al llegar al Parador de Mazagón, lo primero que sentimos es que nos encontramos en un lugar paradisíaco.
-Nuestra ubicación es todo un lujo. Estar en un entorno rodeado de pinos, en plena naturaleza, y frente a una playa de enorme belleza, es maravilloso. Es más, nosotros hablamos de playas vírgenes, porque, hay que tener en cuenta que estamos hablando de unos 60 kilómetros de playa en los que no hay ni un sólo gramo de hormigón. Una playa que puede recorrerse paseando o, bien, en bicicleta. Y cuando nuestros clientes conocen estos detalles se quedan sorprendidos y maravillados con el entorno en el que se encuentra el Parador. Es más, los clientes lo disfrutan mucho y, cuando se marchan, lo que más destacan es el lugar en el que estamos.
-Todo ello hará que trabajar aquí sea todo un privilegio…
-Realmente, me siento un privilegiado. Porque trabajar en plena naturaleza, dentro del Parque de Doñana, haciendo feliz a la gente, es de agradecer. Además, es un trabajo que tiene una satisfacción inmediata, dado que el cliente te dice en ese momento lo bien que se encuentra. Y todo esto nos provoca mucha felicidad, al saber que el cliente se encuentra y se marcha satisfecho.
-¿Cómo se siente haciendo feliz a la gente?
-Creo que aunque nos llamen industria del turismo y nos conozcan por nuestros servicios, realmente somos la industria de la felicidad, porque la gente viene buscando experiencias. No hay que olvidar que cuando cogemos vacaciones es para descansar y pasarlo bien.
-¿Qué destacaría de este enclave?
-Somos un establecimiento de naturaleza y sol y playa, fundamentalmente. Nuestros principales atractivos son el Parque Natural de Doñana y El Rocío, porque no somos el entorno, sino que estamos dentro del Espacio de Doñana. También es muy recurrente que nuestros visitantes se sientan atraídos por los Lugares Colombinos y por conocer lugares como Moguer, donde destacan el Monasterio de Santa Clara y la Casa de Juan Ramón Jiménez. Junto a todo ello, les solemos ofrecer, además, excursiones al centro de Huelva, esencia esta provincia, y a Portugal, donde me consta que los onubenses suelen acudir de forma habitual los fines de semana.
-Como establecimiento hotelero, ¿cuáles son las principales cualidades que resaltaría de este Parador?
-Estamos hablando de un hotel de 63 habitaciones, de tamaño moderado, con restaurante principal en la zona noble, con cafetería y terrazas, sin olvidar el restaurante en la zona de la piscina, que es el área más concurrida durante la temporada alta de sol y playa. También contamos con spa y piscina climatizada, para poder disfrutar de un buen baño durante todo el año, si bien, la piscina exterior también está abierta los 365 días del año, dado que tratamos el agua para que esté en perfectas condiciones, debido a que hay muchos extranjeros que no tienen problema en bañarse sea cual sea la temperatura que haya. Junto a todo ello, no podemos olvidar nuestro acceso directo al mar. Es un privilegio contar con unas escaleras que nos lleva directamente a la playa. En definitiva, es un conjunto de cualidades que destacan de un alojamiento que se encuentra en un atalaya con vistas al mar.
-¿Cómo surge la idea de construir este Parador?
-El Parador de Mazagón se gesta en el año 1968, junto al de Ayamonte, en el momento del boom turístico en España. De hecho, en la década de los 60 y 70 se configuraron más de cincuenta paradores por todo el país y fue el propio Manuel Fraga el que visitó Huelva para diseñar el emplazamiento de estos paradores. Es más, el próximo año 2018 conmemoramos nuestro 50º Aniversario, una fecha que esperamos celebrarla de forma especial, sobre todo desde el punto de vista institucional. Queremos recordar esta fecha tan destacada y contaremos con las instituciones más importantes, las administraciones públicas, etcétera. Entre las actividades que pensamos diseñar queremos poner en marcha unas jornadas de puertas abiertas y una exposición sobre la historia de este hotel. De este modo, a través de esta programación tendremos la oportunidad de ver cómo ha cambiado el Parador en este tiempo, así como la transformación que ha sufrido Huelva en estos años.
-¿Qué servicios valoran más los usuarios del Parador?
-De todas las cualidades de este establecimiento, lo que más disfruta la gente es el entorno y la playa. Cuando vienen de vacaciones, normalmente, lo que vienen buscando es la hamaca, un libro y descansar. Y, realmente, este lugar está diseñado para ello, para relajarse. Luego, es en otoño cuando más aprovechan la oferta complementaria, realizando paseos en bici o montando a caballo.
-¿Cuál es el perfil más habitual de los clientes que vienen al Parador de Mazagón?
-Depende de la temporada. Si nos centramos en la temporada alta de primavera y verano, así como de los fines de semana, podemos decir que el 60% son españoles y, el resto, procedente del turismo internacional, sobre todo europeo, pero también llegan desde otros destinos, incluido Japón. Son clientes que se sienten atraídos especialmente por Doñana y El Rocío. También valoran mucho nuestra cercanía a Sevilla. Todo ello se debe a que Huelva todavía está un poco recóndita en el mapa de las infraestructuras, aunque tengamos una autovía internacional.
-Los usuarios valoran este Parador con un 8,7. ¿Cómo se siente al recibir esta nota?
-Se trata del resultado de una encuesta que realizamos entre nuestros clientes y que va cambiando a lo largo del año, habiendo llegado en ocasiones a superar el 9, como sucede especialmente durante los meses de verano. Esto significa que nuestra clientela nos valora de forma muy positiva. Por lo general, lo que mas valoran nuestros clientes es el entorno, la playa y todos los servicios que le ofrecemos, incluyendo la oferta de ocio complementaria, como las excursiones o las bicicletas, entre otros.
-La gastronomía es otra de vuestras señas de identidad…
-Sí, es una de las claves de los Paradores, una cuestión que nos diferencia de los hoteles. Consideramos que el comer es una necesidad de los viajeros y queremos que coman bien. Es más, además de nuestra oferta habitual, también hemos llevado a cabo actividades especiales para dar a conocer nuestra cocina, por ejemplo, con la organización de una actividad en la que contamos con Xanty Elías, que nos permitió vivir una noche muy especial. Y, ahora, con motivo de la Capital Gastronómica de Huelva, también hemos organizado una comida con la Academia Andaluza de Gastronomía y el propio Xanty Elías, en la que participarán unas cien personas.
-¿Tenéis algunas promociones especiales?
-Comúnmente se piensa que el Parador es un producto de élite o caro, pero no es así. La clave está en acudir fuera de temporada alta, puesto que el resto del año podemos encontrar precios muy asequibles que pueden situarse en los 90 € e, incluso, llegar a los 60 €. Se trata de hacerse Amigos de Paradores, que es gratuito, y estar atento de las ofertas que se van lanzando, con la que poder hacer una escapada a precios realmente asequibles. Luego, hay packs muy llamativos para colectivos concretos, como jóvenes, personas mayores o grupos, que permiten disfrutar de los Paradores en cualquier época del año.
-¿Tenéis algún otro proyecto en el que estéis trabajando que os haga especialmente feliz?
-Como proyecto más inmediato, como he comentado, estamos diseñando una programación especial con motivo del 50º Aniversario del Parador de Mazagón. Del mismo modo, también tenemos previsto llevar a cabo una serie de remodelaciones en nuestras instalaciones, apostando por la accesibilidad, siempre orientado al confort de nuestros clientes.
-¿Invitamos a la gente a conocer vuestras instalaciones y, si la conocen, a que repitan?
-Por supuesto. El Parador de Mazagón fue pionero en los años 60 y 70 apostando por un turismo de calidad, siendo muy demandado por la sociedad onubense. Todo el mundo recuerda haber estado en alguna ocasión en nuestras instalaciones y seguimos en el mismo sitio, siempre con la filosofía de ofrecer un buen servicio. Hay posibilidades muy atractivas, por ejemplo, para parejas, que pueden disfrutar de una buena comida y una sesión de spa por 90 €, una opción muy recomendable para ocasiones especiales.
-¿Algún mensaje final a los onubenses con motivo del Día de la Felicidad?
-Mi mensaje va dirigido a los onubenses para que sigan contando con el Parador de Mazagón, un lugar donde perderse por su excelencia y seguro que llegan a conseguir la felicidad a través de nuestras propuestas de ocio y turismo. Debemos pensar que la felicidad en sí misma es un sentimiento emocional, por lo que hay que buscarla. Hay que hacer un ejercicio personal de actitud por ser feliz, si no todo el día, sí hacerlo durante un tiempo. Personalmente, soy un enamorado de lo que hago, de mi profesión, por lo que siento que soy un privilegiado. Soy un perfeccionista, de ahí que me sienta muy satisfecho cuando veo que la gente es feliz con lo que hago. Ser feliz en la vida debería ser una asignatura de Primaria, deberían educarnos para ello, enseñarnos a disfrutar de todo, incluido de nuestro trabajo.
1 comentario en «Alfonso Rubio: «Trabajar en el Parador de Mazagón, en pleno Doñana, es un privilegio porque hacemos feliz a la gente»»
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