Mari Paz Díaz. El culturismo como una forma vida. Ésta es la filosofía de muchas personas que practican este deporte, que trasciende mucho más allá de las horas de gimnasio. Lo que es menos habitual es encontrar a aquellos que hacen del culturismo su profesión. Tanto es así que en Huelva sólo un onubense ha conseguido una relevancia internacional en este ámbito. Su nombre es José María García García (Huelva, 1970), que ocupa la Vicepresidencia de la Federación Española de Fisioculturismo y Fitness y la Presidencia de la Federación Andaluza de Fisioculturismo, sin olvidar que es Juez Nacional desde 1995 e Internacional desde 2003. Un éxito que es fruto de una intensa y amplia trayectoria, en la que, prácticamente, ha hecho de todo.
Porque José María García se inició en el culturismo cuando tan sólo tenía 15 años, pero, curiosamente, su primera opción deportiva no fue el fisioculturismo, sino el baloncesto. Tal y como recuerda, «yo jugaba al baloncesto y para coger un poco de más fuerza me apunté al gimnasio. La sorpresa fue que en un sólo verano cogí cinco kilos de músculo, así que empecé a interesarme por el culturismo, leyendo e informándome todo lo que lo podía. Llegué a tener una colección de revistas especializadas en el tema». Se dio cuenta entonces que era lo que le gustaba, que era a lo que quería dedicarse. Así que, ni corto ni perezoso, cogió las maletas y, con 21 años, se marchó a Madrid para formarse en este campo. Para ello, estuvo trabajando en un gimnasio en la capital madrileña, donde, además, realizó numerosos cursos, «prácticamente todos los cursos de culturismo que había», logrando la titulación de entrenador nacional en el año 1996.
A su regreso a Huelva, José María montó su propio gimnasio, ‘El Océano’, que estuvo abierto entre 1997 y 2007. Un establecimiento que dio paso a otro gimnasio, llamado ‘Atlantis’, que estuvo situado en la zona de El Molino de la Vega, y que permaneció abierto hasta el año 2010. De forma paralela, a partir de 2002, comenzó a impartir cursos de culturismo por diferentes puntos de España, formando a monitores, entrenadores y competidores, ya que también es entrenador personal y monitor nacional, lo que le ha permitido viajar mucho por España y Portugal.
Su afán por aprender le ha llevado a convertirse en uno de los máximos expertos de culturismo a nivel nacional, siendo autor del libro ‘Manual del Monitor de Fisioculturismo y Fitness’. Una prueba de que lleva más de dos décadas formando en este deporte, lo que le ha permitido ser ponente único en más de 50 seminarios en la Península Ibérica, colaborando, incluso, en el diseño de productos nutricionales para estos deportistas. Todo ello lo ha compaginado con diferentes cargos de representación, como director del Departamento de Formación desde 2008, y la organización de campeonatos nacionales, regionales y provinciales.
Es más, su vida desde hace unos años es un ir y venir recorriendo diferentes países por todo el mundo, encargándose de la logística de eventos internacionales. Así, ha trabajado en encuentros de toda España y Portugal, así como en Colombia, México -donde participó en 2015 en la I Conferencia de Culturismo, celebraba en Guadalajara, siendo el único docente europeo-, República Dominicana, Brasil, Estados Unidos y Oriente Próximo, además de toda Europa. Tal y como nos cuenta, «normalmente viajo como miembro oficial de la Federación Internacional. Mi misión es que las competiciones se desarrollen adecuadamente. Soy el supervisor, por lo que estoy recorriendo países de todo el mundo. En los últimos tiempos he estado en Sudáfrica, en Johannesburgo, Brasil, para el campeonato del mundo que se ha celebrado allí, República Checa, Colombia o Teherán, mi viaje más largo… Prácticamente he estado en todos los continentes, salvo Oceanía».
La idea de viajar tanto resulta muy llamativa, aunque para él ya es una rutina. En este aspecto, reconoce que, por lo general, suele comer muy bien en los países latinoamericanos, mientras que no tanto en los Países del Este. Una cuestión que le ha permitido comprobar la buena calidad de la gastronomía onubense, «aunque, curiosamente, lo que más conocen fuera de aquí es el Recreativo de Huelva, que saben que es el Decano del Fútbol Español, sobre todo por la etapa en la que estuvo en Primera División», asegura. En este sentido, este onubense afirma que también se está incrementando mucho la afición al fisioculturismo en los países árabes, donde existe un enorme culto al cuerpo. De hecho, ha tenido la oportunidad de visitar el mejor gimnasio del mundo, en Dubai.
Con todo, José María García hace un balance muy positivo, ya que es la primera vez que un onubense logra ser miembro de la federación nacional y de la internacional, sin olvidar que, gracias a su papel, Huelva ha podido ser por primera vez sede del culturismo andaluz. Hay que tener en cuenta que sólo hay tres jueces profesionales en España -es juez nacional desde 1995 e internacional desde 2003- y uno de ellos es José María.
Con todo, este onubense afirma que el fisioculturismo es una práctica que cada vez está más de moda, tanto que, a pesar de la crisis económica, este sector ha generado importantes beneficios, al hilo del culto al cuerpo. «El mundo del gimnasio ha tenido un gran desarrollo en los últimos tiempos. Es más, la crisis parecía que iba a afectarle de forma directa, pero, al contrario, desde 2007 ha crecido hasta un 300%. Un dato que sorprende, porque una cuestión es el interés que existe entre la gente por el físico, que se preocupa por el cuerpo, y otra distinta es la competición, que ya es mucho más caro. Un interés que también se ha notado en Huelva. Y es el que el 2% de los onubenses que va al gimnasio compite, lo que es una cifra bastante elevada», nos comenta García.
Sobre el perfil de las personas que acuden al gimnasio reconoce que es muy variado. En cualquier caso, es un mundo que se ha mercantilizado mucho, puesto que cada vez son más los productos -ropa, maquillaje, peluquería, etcétera- que se ofrecen para los que practican este deporte. También se ha incrementado mucho la presencia femenina en el culturismo. Tan sólo en Huelva, el 35-40% de las licencias es de mujer. En cualquier caso, José María advierte que «el practicar este deporte no sólo es ir al gimnasio, sino que también hay que mantener una serie de hábitos. Por lo general, son personas que ni beben ni fuman y que cuidan mucho su alimentación. También es cierto que hay algunos que llegan a obsesionarse y lo convierten en una adicción. Por este motivo, es importante llevar una vida normalizada. Yo, por ejemplo, tengo 46 años y llevo una vida bastante normal, haciendo lo que me gusta. Soy consciente cuando viajo que no puedo mantener la misma alimentación que sigo en mi casa».
Para terminar, nos aconseja que «muchas veces las personas acuden al gimnasio como una obligación y esto les provoca un rechazo, cuando lo importante es hacer deporte. Por este motivo, es mejor divertirse, de ahí que deben elegir lo que más le guste. Debe ser una afición agradable, no verlo como algo negativo».
