S. D. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer necesita ser fuerte en su cancha para ser un candidato a la salvación. Y ese es el camino que ha venido describiendo desde el cambio de técnico. Ha ganado sus tres últimos encuentros en el pabellón Zenobia Camprubí y necesita seguir en esa línea este domingo (12:30) ante el Balonmano Maracena para mantener la fe en salvar la categoría.
Tras una derrota en Villafranca el equipo amarillo vuelve al calor de su afición para buscar un nuevo resultado positivo. El conjunto moguereño es colista con 5 victorias y 15 derrotas, a una victoria y un empate del Villafranca, y a dos triunfos de otros cuatro equipos: Tenerife, Melilla, Manzanares y La Salle, a los que buscará recortar distancias esta jornada. El conjunto granadino del Maracena, por su parte, es sexto con un balance de 10 victorias, 3 empates y 7 derrotas y se encuentra a tres puntos del playoff.
El técnico Máximo Gutiérrez, que no podrá contar una semana más con el extremo Pablo Cumbreras, manifestó que afrontan “otra final que nos tiene que servir para olvidar lo ocurrido en Villafranca, porque para nosotros por desgracia ya todos son finales. Es el primero de los dos partidos que tenemos seguidos en casa y el Zenobia tiene que seguir siendo nuestro. Tenemos que hacer los deberes que el sábado pasado no hicimos”.
Asegurar la defensa y llevar la iniciativa al contragolpe serán las armas que tratará de hacer valer una vez más el Pedro Alonso Niño para superar a un equipo “rápido, constante y penetrador”, por lo que prevé un encuentro con muchos ataques, en el que ambos equipos tratarán de imponer su ritmo. Ve a sur rival “bien entrenado” por Javier Elvira, que alcanzó la Liga Asobal en el banquillo del Ángel Ximénez de Puente Genil. “Lleva varias temporadas en los puestos tranquilos de la liga”, dijo.
