Redacción. Un total de 500 alumnos y alumnas de Korhogó (Costa de Marfil) disponen ya de nuevas aulas construidas en el colegio Marcelino Champagnat de la ciudad africana, gracias al proyecto de mejora de la calidad y accesibilidad a la Educación Secundaria financiado por la Diputación Provincial de Huelva a través de la ONGD SED (Solidaridad, Educación, Desarrollo).
El proyecto, ejecutado al cien por cien, ha consistido en la construcción de tres aulas para el colegio Marcelino Champagnat de Korhogó, que permitirán cada año que un gran número de estudiantes hagan uso de ellas. Los beneficiarios directos, el alumnado del centro, suman 400 alumnos, a los que hay que sumar 100 chicos de nueva escolarización en Educación Secundaria, segundo objetivo del proyecto, que ha promovido el aumento de la escolarización por cuanto ayuda a los alumnos desarrollarse socioeducativamente y a tener un mejor futuro laboral.
Este proyecto forma parte del programa de apadrinamiento en Cooperación Internacional de los Ayuntamientos menores de 20.000 habitantes, que realizan acciones de sensibilización en sus respectivos municipios. En este caso el Ayuntamiento padrino es Fuenteheridos, donde se han realizado una serie de actividades bajo el lema ‘Garantizando el derecho a la educación en el mundo’. El diputado territorial de la Sierra, Ezequiel Ruiz, y el alcalde de Fuenteheridos, José Antonio Cortés, han asistido a la presentación del proyecto, que ha incluido las exposiciones ‘El precio de la vida en Costa de Marfil’ y ‘Vida y Costumbres en Costa de Marfil’, además de juegos infantiles en el centro social del municipio.
El colegio Marcelino Champagnat recibe el alumnado derivado del Gobierno de Costa de Marfil, como resultado de un convenio, y se hace necesario ampliar el número de aulas para atenderlos cada año. El colegio también cuenta con un comedor escolar, que atiende a la población estudiantil que se encuentra en una situación precaria, al tiempo que permite ofrecer unas prestaciones necesarias en la zona destinataria, donde abre sus puertas cada año a pesar de la situación de crisis que continúa en Costa de Marfil.