Ana Rodríguez. Las redes sociales constituyen un universo en continua expansión en el que cada día nacen más estrellas. Dar con una que irradie luz propia es bastante complicado, pero a veces el milagro ocurre y ciertos perfiles se hacen especialmente relevantes por un motivo u otro. El efecto es que miles de personas comienzan a seguir a ese astro llamativo, cuyo nombre verdadero se oculta en gran número de ocasiones -sobre todo cuando no es un personaje público conocido- tras un seudónimo.
Hoy hablamos con el hombre que responde al perfil de Twitter @neoclor. Quizás muchos de ustedes le sigan y alguna vez se hayan preguntado cuál es el rostro que se oculta tras su avatar de Doctor Zoidberg, el personaje de la serie de dibujos para adultos ‘Futurama’. Pues bien, se trata del onubense Luis González Rodríguez, un ingeniero informático de Huelva capital con más de 20.000 seguidores en la citada red social, personas que buscan en sus tweets pasar un divertido y fugaz rato. Una risa rápida, una reflexión o una manera de identificarse en situaciones absurdas de la vida cotidiana son las demandas de su público.
En su día a día Luis, de 37 años, es un autónomo, padre de familia, «el típico informático gordito y con gafas», según se define él mismo, pero con una salvedad para romper el prototipo: «no me gusta Star Wars«. Como es lógico, al onubense lo que sí le encantan son los ordenadores y las nuevas tecnologías, de hecho, ya de pequeño aporreaba un MSX que utilizaba para jugar, apuntando maneras de lo que sería su futuro profesional.
Meterse en las redes sociales nunca le llamó la atención, incluso era bastante reticente a hacerlo. Pero un día, reconoce, «me puse un icono y un nombre y empecé a escribir mis trocherías». Aunque al principio abrió la cuenta con su usuario habitual, con el que podían identificarlo claramente, luego decidió cambiarlo para establecer así un espacio de liberación y expansión mental, un oasis en el que abandonaría sus conversaciones de cada día sobre tecnología y dejaría fluir otro tipo de pensamientos. Sería su particular terapia de desconexión, 140 caracteres para relajarse, soltarse, reír y hacer reír.
Desde entonces, el rostro de Luis en Twitter es el del Doctor Zoidberg, aunque antes ya tuvo otro, un Homer Simpsons en 3D de plastilina. Pero más que su imagen lo que llama la atención es su nick, @neoclor. La historia del mismo es curiosa. «Cuando estudiaba Informática en La Rábida se abrió un foro digital en la facultad y, como era el boom de la película Matrix, pues todo el mundo se ponía alias que incluían la palabra Neo. A mí se me ocurrió Neoclor, como la lejía, a modo de queja de aquella moda tan poco original. En el foro no abrí la cuenta con ese nombre, lo hizo al final un compañero, pero cuando me creé el perfil en Twitter lo recordé», explica el onubense.
Aquello ocurrió hace ya cinco años y, con el tiempo, González vio cómo su número de seguidores se iba incrementando hasta alcanzar los 20.300 con los que cuenta en la actualidad. «Pueden parecer muchos, pero tampoco son tantos, sobre todo si los comparas con los que tienen otros perfiles de mi misma línea como @elbaronrojo», afirma humildemente. Pero lo cierto es que tiene mérito conseguir que este volumen de personas se interese por los micromensajes que alguien anónimo lanza en este gran universo en el que, lo que sobra, son ofertas.
Quizá ese anonimato haya sido uno de los secretos de su éxito. Luis lo buscaba en cierta medida para poder opinar o hablar de temas de su entorno más cercano sin crear conflictos en su ambiente. «Si quería decir algo, por ejemplo, sobre una reunión que había mantenido, tenía que cuidar mucho mis palabras porque podría llegar a afectar a mi vida personal, y eso es justo lo que quería evitar», reconoce el informático. Y es que muchas de sus frases están sacadas de la realidad, sin ir más lejos, de conversaciones con su mujer quien asegura «tiene el cielo ganado».
En cualquier caso, si por algo se caracteriza el perfil de @neoclor es por buscar también el humor inteligente, sin caer en el insulto fácil ni en la burla malvada. En este sentido, Luis destaca que «no suelo ser muy hiriente con los tweets, ni meterme con mucha gente, me suelo quedar más en la barrera. Además, escribo lo que me place, no lo hago pensando en el público porque entonces no funciona. Lo que sí hago es recapacitar si creo que mis palabras pueden causar dolor, porque me gusta respetar a la gente«.
Últimamente los tweets de @neoclor versan sobre temas actuales de política y también hay muchos comentarios a programas de televisión, pero en realidad este onubense no planifica qué va a decir con esos 140 caracteres, ni cómo ni cuándo, «eso se lo dejo a los community manager». Sencillamente, como el objetivo es divertirse, Luis saca su móvil o el ordenador, que es más cómodo, escribe lo que le parece -eso sí, que quede estético- y se lo pasa muy bien leyendo las respuestas y viendo las reacciones de sus seguidores. «Cada vez estoy más hecho a redactar en 140, así que las frases me salen de la cabeza ya en formato Twitter«, asegura divertido.
Entre las anécdotas que le han pasado en su devenir de twittero, el onubense recuerda varias. Por ejemplo, que piensen que algún mensaje suyo es verdad y no un chascarrillo, que contesten disparates e incluso que le traduzcan sus tweets al catalán, algo que le sorprendió enormemente.
Su repercusión es la red social también le ha traído algunas gratas recompensas, como formar parte de la colección de entrevistas que el diario Público saca los domingos a twitteros destacados. «Los del periódico se pusieron en contacto conmigo por Twitter. Me siguieron y me escribieron. La entrevista supuso para mí un tirón enorme de seguidores durante esos días, incluso la página de Facebook de Neoclor, que la tengo vinculada a la de Twitter, creció en followers. No pensaba que fuera a tener tanto impacto», afirma Luis.
En este sentido, González reconoce que también tiene contacto con otros autores de perfiles conocidos, como @donarfonzo o @garrafa, personas con las que tiene cierta afinidad y comparte su particular manera de entender la red social.
Pero el informático no busca reconocimiento ni ganancia alguna con su labor en Twitter, sino salir de lo cotidiano, meterse en un mundo inventado en el que poder decir algo exagerado y sin lógica para echarle humor a la situaciones de la vida. Algo que no dista mucho de la realidad, pues a Luis le gusta soltar siempre alguna broma para romper el hielo. De hecho, según asegura, «cuando alguien se entera de que soy @neoclor, al principio se sorprende porque no se espera que tenga miles de seguidores, pero luego lo asimilan e incluso la gente cercana lo ve ya parte de mí. Estoy hablando y a veces suelto algo y me dicen ‘eso es muy neoclor’ o ‘es una neoclorada«.
Así pues, el personaje virtual no es más que el fiel reflejo de una faceta del informático real, su lado más juguetón que ha logrado conectar con miles de personas que sólo buscan un poco de humor entre las constelaciones de Internet.
1 comentario en «Un informático onubense, el hombre tras el exitoso perfil de humor @neoclor»
Mítico el foro litio de Informática!! Qué buenos ratos allí