Redacción. Isla Cristina cuenta con una nueva advocación mariana, la que venera a la Virgen de los Remedios y que el 11 de enero celebró su primer acto público en la barriada que la ha visto nacer, la cariñosamente conocida como “allá arriba” y que engloba los barrios humildes de El Cortijo y El Rocío.
Con una misa oficiada por el párroco titular de la parroquia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Francisco Javier Valencia, y cantada por el Coro de la misma, ‘Corazones de Jesús y María’, vecinos, miembros de otras hermandades, asociaciones religiosas y autoridades, se dieron cita en la nueva plaza de la calle Pescadores.
A pesar de la amenaza de lluvia y el frío, se pudo celebrar el acto, y tras la misa la comitiva recorrió parte de las barriadas y calles adyacentes para, finalmente, llegar hasta la iglesia del Gran Poder y dejar en custodia el Simpecado en un modesto altar situado en el lateral derecho del templo.
Para el presidente de la nueva asociación, Vicente Camacho Esparragosa, se ha conseguido un objetivo que “gracias al tesón de algunos vecinos de la barriada y el apoyo incondicional de la iglesia, hemos iniciado un camino que espero sea largo”. Camacho, durante su intervención en el improvisado altar para la homilía, anunció la próxima construcción de una capilla que albergará la imagen que en estos momentos se restaura para ser presentada en fechas próximas.
Por su parte, la alcaldesa isleña, Antonia Grao, que también es presidenta de la Asociación de Vecinos de San Francisco de Asís, la cual organizan las fiestas en honor al santo, dijo que “ambas asociaciones son complementarias, podemos trabajar conjuntamente por el bien de la barriada y sus vecinos desde nuestras respectivas asociaciones y en torno a las advocaciones de San Francisco y ahora Nuestra Señora de los Remedios”.
Una vez situado el Simpecado en su emplazamiento definitivo y entre cantos del coro, los vecinos y hermanos de la nueva asociación, guiados de nuevo por el párroco, realizaron varios rezos en honor a la Virgen, con los que concluyó un acto sencillo pero cargado de simbolismos.