C. Botello / Lepe. El San Roque de Lepe, once jornadas después, logró por fin ganar un partido. Lo hizo ante el Almería (2-0), con goles de Lolo, de penalti, a los cinco minutos, y de Iván, ya en el segundo tiempo.
Empezando por el final reseñar el alegrón que se llevaron los aficionados del San Roque con una victoria que se le negaba desde la segunda jornada, con el añadido de que en los últimos seis compromisos el empate fue el resultado repetido. Claro que para dar ese alegrón a su gente, el equipo de Juanito tuvo que emplearse a fondo, se tuvo que fajar de lo lindo para evitar que el rival -no demasiada cosa- y, sobre todo, sus miedos, le jugara una mala pasada, como desgraciadamente ha ocurrido en más de una ocasión.
El juramento por la victoria esta vez tuvo premio pronto. Los leperos salieron con ganas, como les ha pasado en otros encuentros -el día de la Balona, no-, y en esta ocasión obtuvieron beneficio casi a las primeras de cambio. Porque apenas se habían jugado cuatro minutos cuando un derribo de Joaquín sobre Mena se saldó con penalti. Lolo fue el encargado de lanzar, y de transformar esa máxima pena.
Curioso esto del fútbol, pero ese gol tempranero que bien podría haberle dado la templanza necesaria al San Roque para seguir insistiendo, al final pudo volverse en su contra. No es que el Almería B hiciera nada especial, pero desde ese momento sí se mostró un puntito más activo que los jugadores locales y llegaron con cierto peligro al portal de Bocanegra.
Primero fue Pedro Baquero el que, oportuno y listo, evitó un disgusto tras una acción de Fran Pastor; luego fue la atinada intervención de Bonaque la que evitó que una pelota suelta en el área tuviera rematador; y más adelante fue el meta local el que intervino ante Gaspar.
No fueron jugadas de verdadero peligro, pero el simple hecho de llegar tan cerca del portal local llenaba de desasosiego al respetable, que sólo vio a su equipo inquietar el marco de Gianfranco en un remate de Luis Lara, y en sendos cabezazos de Chaco y Bonaque.
Aún así, el susto mayor se lo llevaron los locales a la media hora, cuando Ramón Azeez, de disparo raso y pegado al palo, puso en apuros al meta Bocanegra que a duras penas pudo rechazar. Asimismo el meta local fue de nuevo exigido por Fran Pastor con un disparo desde un lateral del área.
En la segunda mitad, más de lo mismo. Aunque el San Roque dio de nuevo primero, aunque esta vez sin el premio del gol, el Almería B volvió a inquietar. Y es que tras sendos remates de Nico Cháfer y de Chaco, el cuadro almeriense, más con el corazón que con la cabeza, metió en su área al San Roque, llevando de nuevo la zozobra a la parroquia local, que pudo respirar tras un intencionado disparo de Ramón Azeez cuando vio que la pelota salía a un lado del portal sanroquista.
Fue el doble cambio que introdujo Juanito, dando entrada a Iván y a Sthepane, lo que cambió el desarrollo de los acontecimientos. Y es que el primero de ellos fue el protagonista del gol que dio la tranquilidad al equipo de casa. Una gran acción de contragolpe de Iván la culminó el jugador lepero con el 2-0, que ya sí finiquitó el partido, puesto que en esta ocasión el San Roque minimizó riesgos y supo llegar a buen puerto con ese marcador, que significó el esperado alegrón de sus incondicionales. Que ya era hora.
SAN ROQUE: Bocanegra; Pablo Oliveira, Bonaque, Pedro Baquero, Mena; Luis Lara (Juanma, 89′), Lolo, Camacho (Stephane, 69′), Nico Cháfer; Chaco, Higor Rocha (Iván, 59′).
UD ALMERÍA B: Gianfranco; David Soto (Rubén Díaz, desc.), Charlie, Josema, Iván Martos (Guirao, 78′); Joaquín, Ramón Azeez; Gaspar, Rubén Sánchez, Fran Pastor (Kiu, 72′); Pérez.
Árbitro: Benjumea Álvarez (colegio granadino). Mostró la tarjeta amarilla a Pedro Baquero, en el equipo local; y a Iván Martos y Pérez, en los visitantes.
Goles: 1-0 (5′) Lolo. 2-0 (76′) Iván.
Incidencias: Partido correspondiente a la 13ª jornada en el grupo IV de Segunda División B jugado en el Ciudad de Lepe. Algo más de 800 espectadores en las gradas. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los atentados de la noche del viernes en París.
