S. D. El onubense Emilio Martín ha escrito de nuevo con letras de oro su nombre en el libro de la historia al proclamarse, por segunda vez, campeón del mundo de duatlón, subiendo además en cuarta ocasión al podio mundialista. El deportista onubense cerró su participación con el oro y un tiempo de 1 hora, 47 minutos y 11 segundos. Segundo fue el hasta ahora campeón del mundo el francés Benoit Nicolas, que empleó siete segundos más; siendo tercero, y bronce, el británico Mark Buckingham, 57 segundo más lento que el español.
Esta gesta ha sucedido en la ciudad australiana de Adelaida, en la que Martín ha realizado una auténtica exhibición, imponiéndose en una prueba que él mismo se encargó de reventar en el segmento de ciclismo, otrora su punto más débil. Y es que con antelación a este oro, Emilio ya había saboreado las mieles del triunfo en Nançy (Francia) en 2012, había sido plata en Cali (Colombia) en 2013, y bronce en Pontevedra el año pasado.
Adelaida, escenario de la edición de 2015 del Campeonato del Mundo de Duatlón, recibió a los participantes con un día agradable. Emilio Martín entraba en todas las quinielas para pelear por las medallas, lo mismo que un puñado de hombres con una gran calidad, destacando el que era hasta esta prueba el poseedor del cetro mundialista, el francés Benoit Nicolas. Dadas las circunstancias, el onubense tenía claro que tendría que hacer una carrera selectiva si quería optar a podio.
De esta forma Emilio Martín salió con fuerza dispuesto a endurecer la carrera y en el primer segmento a pie (10.000 metros) fue eliminando corredores hasta reducir el grupo de cabeza a 5 unidades (kilómetro 8), momento en el que el joven americano Mcelroy pasó al frente para entrar en la T1 en el quinteto de Emilio Martín en el que también se encontraba el gran favorito Benoit Nicolas. A 37 segundos entró el primer perseguidor, el británico Wilye, y a 1 minuto, un grupo perseguidor con el también español Sergio Lorenzo.
Fue en el segmento ciclista, en el que Emilio Martín ha progresado mucho en los últimos años, donde el onubense cimentó su victoria. Porque Emilio atacó de manera implacable en el kilómetro 15, haciendo imposible que ninguno del quinteto cabecero pudiera responderle. La ventaja del onubense creció a cada paso por vuelta llegando a los 57 segundos en el kilómetro 25. Finalmente Emilio Martín se plantó en la T2 con la victoria en el bolsillo, 37 segundos por delante del belga Woestenborghs, quien había cazado al grupo perseguidor y escapado. A 1:09 entró un peligroso trío con los franceses y Mark Buckingham.
Con el Mundial encauzado gracias a su ventaja, en los últimos 5.000 metros de carrera a pie Emilio Martín trató de dosificar. Sin embargo, el arreón final de Benoit hizo posible que superara a Woensterborghs y se fuera a por el español, al igual que Buckingham ya tercero. Pero Martín, ducho en estas lides, sabedor de sus fuerzas, mantuvo el ritmo y no dio pie a sobresaltos, pasando el kilómetro 2,5 con 38 segundos de renta, suficientes para, incluso, disfrutar del recorrido final a sabiendas que será oro.
Al final las distancias se recortaron, pero en cierta manera todo entraba en el guión de una carrera que estaba escrita con letras de oro, y que decía claramente: Emilio Martín, otra vez campeón del mundo.