Redacción. Con motivo de la celebración del Día de la Lectura en Andalucía, como todos los 16 de diciembre, la Tertulia Literaria Nuevo Horizonte se ha reunido con el Club de Lectura “Juan Cobos Wilkins”, y como no podía ser de otra forma, en el Centro Penitenciario de Huelva. En esta ocasión ha sido el escenario del Salón de actos penitenciario el que ha acogido a visitantes e internos, presididos todos por un gran libro de la obra “Platero y yo” del insigne escritor moguereño, premio Nobel de literatura, Juan Ramón Jiménez.
Cada uno de los invitados y de los miembros del Club de lectura penitenciario han narrado o leído dos capítulos de Platero y yo y todos lo han hecho con un enorme cariño e ilusión, siendo muy aplaudidos todos por el resto de los asistentes. Unos 60 capítulos, en casi tres horas de convivencia, han sido los que se han podido oír esta mañana en el Área Socio Cultural de la Prisión, que como siempre acoge con un gran cariño a todas las personas que se acercan a sus instalaciones para colaborar con los internos, para llevarles, como en este caso ocio y cultura. Correspondiendo a sus visitantes, una representante de todos ellos hizo entrega a la presidenta de la tertulia, Paqui Aquino, un precioso regalo realizado por los propios internos en los talleres terapéuticos de la prisión, que encantó a los miembros de la tertulia literaria.
Con este acto se da por terminado el curso escolar para los componentes del Club de lectura que este año además de la lectura mensual de uno o dos libros y de la visita de tres escritores, han celebrado la conmemoración del aniversario de la publicación de Platero y yo, con exposiciones, traducciones de Platero y yo a múltiples idiomas y lectura por parte de los traductores y la visita del Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, José Fiscal López y del Delegado territorial de Educación, Cultura y Deporte, Vicente Zarza Vázquez.
La Fundación del poeta además cedió a la burra Platerilla para que participase en los actos del Centro Penitenciario, lo que fue del agrado de todos los internos que pudieron acercarse, acariciarla y fotografiarse con ella. Como remate final de los actos los internos de la Peña Flamenca de la prisión crearon una canción con textos de Platero y yo, que cantaron para todos los asistentes, mientras Platerilla entraba en el escenario para deleite de todos.
