Mari Paz Díaz. Manuel de la Luz (Huelva, 1980) ha tenido la suerte de pisar los principales escenarios de todo el mundo. Su carrera artística se inició prácticamente siendo un niño, puesto que recuerda que la primera vez que cogió una guitara fue en su casa, con tan sólo seis añitos, cuando comenzó a tocarla junto a su padre.
Fue así como empezó una trayectoria marcada desde su infancia por su amor por la guitarra flamenca. Sin embargo, no fue hasta los 14 o 15 años cuando se subió por primera vez a un escenario, recorriéndose a partir de entonces gran parte de la provincia de Huelva. Ya entonces tuvo la oportunidad de acompañar a grandes artistas onubenses, desde Arcángel a las Hermanas Molina, entre otros.
Un punto de inflexión en su vida se produjo cuando con veinte años se marchó a Sevilla, donde reside en la actualidad. Fue un momento crucial en su vida, puesto que a partir de ese momento decidió dedicarse profesionalmente a la guitarra.
En la capital hispalense comenzó a trabajar con una de las grandes artistas del baile flamenco, como es Eva la Yerbabuena, con la que Manuel recuerda que “estuve durante diez años, con giras que se desarrollaron por todo el mundo, desde Nueva York, Europa, Sudamérica… Todo ello me posibilitó aprender mucho, porque fue un bagaje bastante importante”. En este ámbito, también ha sido director del Ballet Andaluz de Flamenco, trabajando con Antonio Canales y Pastora Galván.
Al mismo tiempo, De la Luz ha mantenido una intensa actividad como guitarrista de conciertos, teniendo la oportunidad de formarse con los grandes maestros, como J. M. Cañizares, Juan Carlos Romero o el Niño Pura. Incluso, el onubense recuerda que grabó un disco con Manolo Sanlúcar, donde se reunieron los mejores guitarristas del momento. Además, ha acompañado a cantaores de la talla de Carmen Linares, Miguel Poveda, La Susi, Arcángel o Diego Amador.
Su carrera como solista ha estado ligada en gran parte al éxito cosechado en la Bienal de Flamenco de Sevilla, donde ha participado en diversas ediciones. Así ha sucedido este año “cuando he estado junto a Tomatito y Diego del Morao, por lo que ha sido muy importante para mí”, nos comenta.
Tanto es así que su paso por la Bienal ha sido crucial para que le hayan salido varias fechas en otros lugares, como Barcelona, donde tiene previsto actuar próximamente. Y, antes, este viernes 14 de noviembre, en la Peña Flamenca de La Orden, donde estará a partir de las 22.00 horas.
Para Manuel, este concierto en Huelva será “muy emotivo porque estaré con mi gente de toda la vida, con mis familiares y amigos. Es especial porque uno no tiene muchas oportunidades de trabajar en casa”. Por este motivo, el artista invita a todos los onubenses a que conozcan las composiciones en las que está trabajando en estos momentos de una forma cercana, en este concierto en la Peña de La Orden.
Una cita importante para este guitarrista que, en la actualidad, está centrado en la grabación del que será su primer disco en solitario, un trabajo discográfico que saldrá el próximo mes de enero bajo el nombre de ‘De la luz’, aunque «en los espectáculos en directo estoy adelantando algunos de los temas de este disco, para que la gente se vaya familiarizando con él”.
Ahora, Manuel de la Luz dedica su tiempo a preparar este disco y a sus conciertos, puesto que “después de haber trabajado con mucha gente, ahora voy a volcarme en mis propias composiciones, que incluyo en este disco. Una grabación en la que tengo la suerte de contar con las importantes colaboraciones de José Valencia, La Susi, las Hermanas Molina y Antonio Coronel, entre otros”.
Por el momento, Manuel de la Luz es consciente de que aún le queda mucho camino por recorrer, pero tiene la satisfacción de haberse hecho un nombre en el difícil mundo de la guitarra flamenca, teniendo el apoyo de la crítica y de los aficionados, así como de su tierra, de Huelva. Con todo, este artista onubense se muestra muy satisfecho “y contento con lo que hago y con el trato que recibo en Huelva siempre que actúo”.
Así es Manuel de la Luz, un nombre del que oiremos hablar mucho.