Redacción. Continuando con el programa de difusión de los ricos fondos que custodia la entidad, el Archivo Histórico de Moguer presentó este martes 1 de abril el Documento del Mes de abril, varios escritos relacionados con el que fuera Vivero Municipal de Moguer en las primeras décadas del siglo XX, cuya exposición corrió a cargo del reconocido investigador histórico Manuel Díaz Domínguez.
Tras la presentación a cargo de la concejala de Cultura Lourdes Garrido y del propio director del Archivo, Diego Ropero, el profesor Díaz Domínguez explicó las circunstancias que supusieron el declive de la actividad vinícola en Moguer, que a mediados del siglo XIX llegó a poseer según el catastro de Ensenada, casi 150 bodegas.
Varias plagas que afectaron al viñedo, y que culminaron con la terrible epidemia de filoxera que acabó por destruir las cepas de la comarca, trajeron consigo casi la extinción de un cultivo al que llegaron a dedicarse más de la mitad de las tierras de labor del municipio.
Para combatir la filoxera se buscan variedades híbridas entre plantas autóctonas y de origen americano que fueran capaces de superar la enfermedad, y para realizar estos estudios y ensayos se crean en varias ciudades españolas los viveros, algunos de los cuales son promovidos directamente por los Ayuntamientos para facilitar el acceso de los pequeños propietarios a las nuevas variedades híbridas.
Uno de esos viveros es el que se pone en marcha en Moguer en 1906 y comienza su actividad dos años más tarde, logrando durante una década de intensa actividad, recuperar buena parte de la maltrecha producción vinícola moguereña, hasta el punto de que en 1920, la vid se ha recuperado de tal manera que ya vuelve a ocupar casi el 60% de las tierras de cultivo de la localidad.
El profesor Díaz Domínguez destacó también la creación de la Estación Enológica de Moguer, cuyo objetivo era mejorar la calidad de los vinos y licores de la tierra, y que comenzó su actividad precisamente en 1914, año en el que vio la luz la primera edición de Platero y yo.
Cuatro son los documentos que pueden admirarse este mes de abril en el Archivo relacionados con el Vivero Municipal, una solicitud del Ayuntamiento de Moguer al ministerio competente, fechada en 1906, para disponer de 10 has junto al estero Domingo Rubio donde poner en marcha el Vivero; un comunicado a la población de la apertura del mismo con una relación de las distintas variedades híbridas de las que disponía; y documentos de venta de plantas de vid tanto al hermano de Juan Ramón, Eustaquio Jiménez, como al que fuera médico personal del premio Nobel, Rafael Almonte.
Tras descubrirnos en los meses de enero y febrero interesantes documentos sobre la casa natal del poeta en la calle Ribera, o sobre el Arcipreste Borrego presente en las páginas de Platero, en esta ocasión el director del Archivo Diego Ropero nos propuso acercarnos a la problemática de la actividad vitivinícola en la localidad, que trajo consigo, unida a la muerte del padre del poeta, el ocaso de los negocios relacionados con la comercialización y el transporte de vinos que poseía la familia de Juan Ramón.
1 comentario en «El historiador Manuel Díaz desgrana la importancia del cultivo de la vid en Moguer»
Desde Costa Rica , un onubense que se siente orgulloso de paisanos como el Doctor Díaz Domínguez . Enhorabuena por esa apasionante investigación histórica .