Mari Paz Díaz. Que Huelva es una tierra con una enorme tradición vitivinícola es una cuestión sobradamente conocida por todos. Pero, sin embargo, hasta el momento para muchos onubenses es desconocido el hecho de que la provincia onubense fue pionera a nivel nacional en la fabricación de cerveza. Lo fue a raíz de la instalación de una fábrica cervecera en Gibraleón en el año 1903, una factoría que puso en marcha Mahou y que se convirtió en la segunda planta que tenía esta marca en España.
Un dato sobre el que indaga ahora un artículo de investigación realizado por Antonio Mira Toscano, licenciado en Geografía e Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM-838 de la Universidad de Huelva, que está realizando su tesis doctoral centrándose en el Marquesado de Gibraleón en los siglos XVI-XVII.
Mira Toscano es un cartayero especializado en la provincia de Huelva, que publicará las conclusiones de este trabajo de investigación en el próximo número de la revista Gibraleón Cultural, que edita la Asociación Gibraleón Cultural con el objetivo de divulgar la historia y el patrimonio histórico-artístico olontense.
En concreto, entre las principales conclusiones de este estudio, se pone de manifiesto que, aunque pueda parecer sorprendente, la familia de industriales madrileños creadores de la cerveza Mahou se fijó en la provincia de Huelva para construir su segunda factoría en España.
Se trataba de los descendientes de Casimiro Mahou Bierhans, un industrial francés que a mediados del siglo XIX se había instalado en Madrid creando la marca Mahou, la cerveza más famosa de España. En concreto, hasta Huelva se trasladaría Casimiro Mahou García, nieto del fundador y que en 1922 llegaría a ser presidente de la Asociación de Fabricantes de Cerveza a nivel nacional y de la Cámara de Industria entre 1931 y 1943.
En la elección de Gibraleón para instalar la fábrica intervinieron varios factores. Uno de ellos fue que en la localidad ya había existido una factoría de cerveza anteriormente. En concreto, según recoge en la revista Mira Toscano, la primera empresa se había instalado en el municipio olontese en 1896, montada por un enigmático industrial llamado Filomeno Puissant. Se trata de «un proyecto empresarial totalmente inédito, de ahí que se debería indagar más en este hecho», nos comenta este historiador, «especialmente teniendo en cuenta que fue una de las escasas propuestas cerveceras que se desarrollaron en el país en el siglo XIX». Sin embargo, aquella fábrica hasta ahora desconocida no prosperó y no tuvo ninguna relación con la que después montaría Mahou.
Lo que sí parece claro es que ambos proyectos «buscaban la proximidad a las zonas mineras, con la intención de expandir el uso de la cerveza entre los obreros«, explica Antonio Mira. Hay que tener en cuenta que Gibraleón ha sido históricamente un nudo de comunicaciones de vital importancia, si bien entonces lo sería aún más gracias al ferrocarril. Además, en Huelva existía una importante colonia extranjera que podía sentirse atraída por esta bebida, todavía muy poca extendida en los países mediterráneos como España.
A estos condicionantes se unió también la existencia en Gibraleón de agua en cantidad y de gran calidad, de ahí que la familia Mahou optara por la provincia onubense para instalar su fábrica.
Así, «ocho años después de la primera inauguración, el domingo 3 de abril de 1904, Gibraleón iba a ser testigo otra vez de la inauguración de una fábrica de hielo y cerveza«, recoge el artículo de Gibraleón Cultural.
A pesar de todo ello, la fábrica de Mahou en Gibraleón no duró más de una década. Como nos explica el investigador, «al final, la familia Mahou llegaría al convencimiento de que era mejor potenciar su fábrica madrileña y desmontar la olontense. Eso, a pesar de que sabemos gracias a los fondos localizados en Madrid que entre 1904 y 1912 sus ventas llegaron a alcanzar hasta el 20,68% de las ventas totales del grupo». Pero, al parecer, los mineros preferirían seguir consumiendo vino y aguardiente, bebidas de mayor graduación y de menor precio que la cerveza, que se veía como todo un lujo.
Sin embargo, aunque la factoría tuvo una vida corta, la noticia puso a Huelva entre las provincias más avanzadas del país, teniendo en cuenta que todavía por aquel entonces se entendía la cerveza como algo exótico. Por ejemplo, Huelva pudo, al menos, aparecer en carteles publicitarios muy vistosos para la época y la fábrica olontense llegaría a ser ciertamente reconocida a nivel nacional.
En concreto, el consumidor de este tipo de bebida en España, a diferencia de lo que venía ocurriendo en el resto de Europa, era una persona de un entorno urbano, perteneciente a la burguesía y a la intelectualidad. Y, de hecho, el intento de llevar la cerveza a otros entornos fue un sonado fracaso, como sucedió en Huelva, «un fugaz proyecto empresarial que ha quedado inscrito en el devenir histórico de la marca Mahou, líder del mercado español de cervezas», concluye el historiador.
Con todo, Antonio Mira reconoce que «esta breve aventura empresarial es tan interesante para la historiografía onubense que, sin duda, exigirá de una investigación más profunda en el futuro«. Por el momento, Huelva Buenas Noticias ha querido desvelar los principales argumentos de estudio que difundirá con mucho más detalle la Asociación Gibraleón Cultural dada su importancia y la curiosidad de sus conclusiones. Una investigación que recupera un interesante episodio de la historia de Huelva.
10 comentarios en «Una investigación recupera la historia de una fábrica de cerveza nacional instalada en Huelva a inicios del siglo XX»
Excelente articulo de investigación. Mis felicitaciones.
Felicidades, un artículo excelente y con datos que desconocía de Huelva. Encantado de acostarme sabiendo una cosa más de mi tierra.
muy curioso el contenido del articulo y desconocido por todos.animo para seguir en esta linea.feliz 2014
Desconocido para los que no sean panturranos, hace un par de años se realizó una exposición donde se recogian algunos envases de la cerveza de aquella época…, pero hay cosas que no vienen en legajos y fotografías, pero que siguen viviendo en la memoria de los ancianos
Magnífico artículo de investigación. Gracias y enhorabuena por su publicación. Muchos onubenses eramos conocedores de la existencia de la fábrica de Mahou en Gibraleón, y que fue una de las pioneras en España, pero era una información que podría decirse «leyenda urbana», porque desconocíamos los datos históricos.
En mi reciente visita a una fábrica de cerveza artesanal en Cadiz, le trasladé esta noticia a uno de lo socios de la fábrica, y quedó asombrado por la información, pero no supe ampliarla con detalles.
Ahora podré presumir de ello fuera y dentro de nuestra provincia. Gracias.
De desconocida, nada. El historiador de Mahou, Sr Pérez-Mravete, ya ha publicado mucho sobre esto. Y por mi parte, en 2010, como parte de la exposición «Olontia. De la realidad al mito, del mito a la realidad» celebrada en el CODAC, de Gibraleón, ya se recogió esta misma historia en el catálogo de la misma.
Divho sea de buena fe y sin ningún demérito para este investigador.
Muchas gracias Pablo por reconocer mi trabajo. Hay (y habrá) mucho más a su debido tiempo. Sigo investigando sin prisa la historia de Mahou en general y añadiendo cada día nuevas pinceladas.
Magnífico el artículo de investigación, felicidades y gracias por descubrirnos cosas de Huelva.
Estupendo artículo, aunque muchos conocíamos de la existencia de ducha fábrica. Además por sus descendientes vivos. En Pamplona tuve la suerte de conocer a una de las nietas de esta familia.
Tengo dos botellines de la antigua gaditana de la fábrica de Gibraleon, están sopladas a mano, son fantásticas