Redacción. El vicepresidente de la Diputación de Huelva, José Manuel Zamora, ha mantenido un encuentro con la misionera Dolores (Loly) Mendoza y con Cumbreños con Burkina. El objetivo: conocer los avances del Centro de Formación de Mujeres y la Guardería de Boassa (Burkina Faso). Además, la reunión sirvió para alinear prioridades con el Servicio de Cooperación Internacional.
Zamora subrayó que la cooperación internacional es una línea humana y solidaria del trabajo provincial. Porque, más allá de nuestras fronteras, también se defienden derechos y se amplían oportunidades. Asimismo, valoró el papel de asociaciones onubenses como Cumbreños con Burkina. Desde los pueblos, dijo, se impulsan gestos que cambianvidas.
Loly Mendoza, natural de Cumbres Mayores, vivió más de una década en Burkina. Fue directora del centro y hoy mantiene un vínculo activo con Boassa. Tras su visita de este verano, constató la evolución del proyecto y sus nuevas necesidades. Sin embargo, el contexto de inestabilidad obliga a reforzar la atención a familias desplazadas.
“Cuando llegamos no había nada: ni agua, ni luz, ni caminos”, recordó. Ahora, gracias a la colaboración, el centro cuenta con placas solares, agua, aulas y comedor. Así, los niños comen a diario y las mujeres se forman. En definitiva, el proyecto crece y cuida.
Jesús Sánchez, presidente de Cumbreños con Burkina, evocó los inicios. En 2015, una “locura solidaria” envió el primer contenedor. Después, llegó la escuela con 145 niños y una rutina segura: desayuno y almuerzo. Además, las mujeres avanzaron con aulas, máquinas y desfiles de fin de curso. Es, dijo, “indescriptible”.
Desde 2017, la alianza Diputación–Asociación ha permitido construir aulas, comedor y letrinas; mejorar electricidady accesos; y garantizar alimentación a más de un centenar de menores. También, ofrecer formación y microcréditosa mujeres del entorno. Este año, la Convocatoria de 2025 concede 19.847 € para desarrollo productivo, infancia y fortalecimiento del centro.
“Nuestras personas mayores son tesoro; y nuestra cooperación también”, concluyó Zamora. Porque cada euroinvertido en Boassa se convierte en educación, salud y dignidad. En suma, Huelva renueva su compromiso con un espacio de esperanza en uno de los territorios más golpeados por la violencia y la pobreza.



















