HBN. Con motivo de su 125 aniversario, La Canastita ha sumado una cita especial a su agenda con la entrega de premios del I Rally Fotográfico, una iniciativa que ha reunido a numerosos fotógrafos con el objetivo de homenajear el territorio que ha acompañado a la empresa durante más de un siglo. Esta actividad, que ha unido arte, agricultura y biodiversidad, ha premiado las mejores capturas realizadas en el entorno de la finca El Bosque, valorando aquellas imágenes que han sabido plasmar la esencia de un paisaje productivo, dinámico y en constante evolución.
El pasado 16 de mayo, más de 35 fotógrafos participaron en esta jornada que fue mucho más que una simple competición: se trató de una experiencia inmersiva en un espacio donde el bosque mediterráneo coexiste con la innovación agrícola. Allí, las moras crecen entre la vegetación autóctona y el legado de cinco generaciones se refleja en caminos centenarios y cultivos sostenibles. A lo largo del recorrido, los participantes captaron escenas de biodiversidad, sistemas de riego modernos, antiguas construcciones restauradas y prácticas agrícolas respetuosas con el entorno.
La entrega de premios, celebrada el viernes 4 de julio, sirvió como colofón simbólico de esta vivencia compartida. El acto rindió homenaje a todas las personas que participaron —tanto profesionales como amateurs— por su sensibilidad y respeto al retratar este paisaje singular. Se otorgaron premios en tres categorías principales: el bosque, el cultivo y la visión integral del ecosistema. Cada imagen premiada representa una interpretación única del vínculo entre la tierra y quienes la cuidan.
Durante el evento, se contó con la presencia de autoridades, proyecciones especiales y un ambiente festivo que reunió a concursantes, familiares y miembros de la comunidad local. En la categoría Premio El Bosque, fue galardonada la fotografía “Entre luces y sombras” de José Luis Frías Córdoba, por su manera de captar la atmósfera del alcornocal y su diálogo con la luz. El premio fue entregado por Pedro Yórquez, Delegado Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Huelva, en reconocimiento al valor emocional y paisajístico de la obra.
Este reconocimiento coincidió con otro importante logro para la empresa: la concesión del Premio Andalucía de Medio Ambiente 2025, que pone en valor el modelo sostenible y socialmente comprometido de La Canastita.
En la categoría Premio La Canastita, fue premiada la obra “En el corazón del zumbido” de Ignacio Camino Barón, una imagen que refleja con precisión la vida del cultivo de mora en floración, incluyendo insectos polinizadores y detalles del ecosistema en equilibrio. El galardón fue entregado por Daniel Velo, en representación de la familia fundadora, simbolizando la continuidad generacional que sostiene este proyecto. Esta categoría ponía el foco en la dimensión agronómica, tecnológica y sostenible del modelo productivo actual.
Uno de los momentos más emotivos fue la entrega del Premio Carrete 125 Aniversario, que reconocía no solo la calidad técnica sino también la narrativa visual que mejor representara el alma de La Canastita. Tras unas palabras de Diego Velo, cargadas de emoción y memoria familiar, el premio fue otorgado a Susana Leitao Guerreiro por una serie de cinco fotografías que narran, con coherencia y sensibilidad, el ciclo vital de El Bosque: tierra, cultivo, biodiversidad, innovación, agua y luz. Su obra destacó por combinar estética y mensaje, transmitiendo fielmente la filosofía de la empresa: cultivar fruto, pero también memoria, identidad y futuro.
Además, se entregaron accésits a otras obras destacadas por parte de las entidades colaboradoras, Plus Berries y la Asociación Huelva y sus Fotógrafos. Eva María Herencia Anillo recibió el accésit en la categoría El Bosque por su obra “Entre ramas”, que ofrecía una visión intimista del entorno natural. Por su parte, María Sonia Herencia Anillo fue reconocida en la categoría La Canastita por su fotografía “Crecimiento”, una delicada representación del cultivo de mora.
Este primer Rally Fotográfico no solo ha sido una celebración artística, sino una expresión del espíritu que ha guiado a La Canastita a lo largo de 125 años: la capacidad de observar el paisaje con nuevos ojos y reinterpretar la relación entre la tierra y quienes la habitan. La finca El Bosque es mucho más que un espacio agrícola; es un lugar donde la memoria convive con la innovación, un mosaico de cultura y naturaleza, y un escenario donde se teje identidad y comunidad.
Como muestra de todo ello, La Canastita ha sido recientemente nominada al reconocimiento Onubense del Año en la categoría de Economía y Empresa, un galardón que pone en valor su apuesta por el desarrollo sostenible desde el arraigo en el territorio. Un orgullo que la empresa acoge con emoción y compromiso.