Redacción. Este fin de semana, la histórica ciudad de Niebla vivirá uno de sus momentos más esperados del año como es la Romería en honor a su patrona y alcaldesa perpetua, la Santísima Virgen del Pino. Desde la tarde de este viernes y hasta el próximo domingo, los iliplenses se trasladarán hasta las orillas del arroyo de Lavapiés, a caballo entre Niebla y Valverde del Camino para vivir intensamente los festejos romeros de este 2025.
Lavapiés es un paraje natural donde se encuentra ubicada la blanca ermita, que conjuga todos los años por estas mismas fechas la fe, la tradición y la convivencia.
La junta de gobierno de la Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del Pino y de los Santos Mártires Walabonso y María es la encargada de programar los tres días de romería con un programa rebosante de fervor y alegría para honrar a su patrona.
La jornada del sábado estará marcada por la convivencia y los actos en honor a la «Reina de las Murallas», como es conocida popularmente la Virgen del Pino. Por la tarde, concretamente a las 13:00 horas, tendrá lugar la tradicional ofrenda floral, un colorido acto en el que los romeros depositan ramos de flores a los pies de la Virgen como muestra de su devoción, es un momento de súplicas, agradecimientos, rezos y cantos, muestra de una devoción centenaria. La Virgen en su camarín quedará rodeada de un verdadero tapiz multicolor tejido con el amor de todo un pueblo.
Al caer la noche, el rezo del Santo Rosario por el recinto de casetas creará una atmósfera de recogimiento y fervor.
El domingo, día grande de la romería, comenzará con la solemne función religiosa en la ermita, presidida por el párroco de Niebla y director espiritual de la hermandad, el padre Rivanildo Pedroso Costa. Finalizada la misa se producirá el nombramiento del Hermano/a Mayor para la romería del próximo año, un momento de gran significado para la hermandad.
Concluidos los actos en la ermita, las familias y peñas romeras compartirán los últimos momentos de convivencia antes de emprender el camino de regreso a Niebla por la tarde. La entrada del Simpecado en la ciudad, ya de noche, y su traslado final a la iglesia parroquial pondrán el broche de oro a un fin de semana lleno de emociones y fe compartida.
