José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘Cuaderno de Muleman’. La localidad de Chucena se acerca a la vanguardia de la industria en la fabricación del papel higiénico sumándose a uno de los avances más importantes de la higiene domestica del hogar que comenzó gracias a los hermanos Scott en 1890 con la fabricación del primer rollo de papel destinado a limpiar con una suave y esponjosa caricia la mierdosa superficie anal sobre los que quedaban restos de heces durante la defecación. Una limpieza que antes de su invención se realizaba con las técnicas y elementos más diversos, incluida las manos.
Pero además de las manos, a lo largo de la historia se han empleado mazorcas de maíz y nieve. En China hace 2000 años se empleaba un artilugio denominado palo de higiene fabricado en bambú o madera envueltos en tela. Durante el período grecorromano, del 332 a. C. al 642 d. C., los griegos y los romanos se limpiaban con un palo llamado tersorium, que tenía una esponja en un extremo y se dejaba en baños públicos de uso comunal.

Aunque el método de limpieza más utilizado era el que se realizaba con piezas de cerámica redondeadas en forma de óvalo o círculo, llamadas pessoi. También se utilizaba en esta época unas piezas de cerámica llamadas ostraka, en las que inscribían los nombres de sus enemigos con los que luego se limpiaban sus heces en los nombres de éstos, para condenarlos al ostracismo.
Mientras en el siglo VIII en Japón se utilizaba El chuugi, un palo para limpiar tanto el exterior como el interior del ano, en la Edad Media se usaba musgo, juncia, heno, paja y trozos de tapicería. La limpieza del ano. En el Condado y en toda la provincia tampoco ha cambiado mucho desde la Edad Media hasta la democratización del uso del papel higiénico, donde se limpiaban los restos de heces después de la defecación con materiales como el agua, hojas, hierba, piedras, pieles de animales, conchas marinas o trozos de tejidos.
Si las previsiones se cumplen, en un futuro no muy lejano Chucena contará con una planta de fabricación de papel higiénico, pero con la última innovación gracias a la investigación de un grupo de ingenieros y expertos en higiene rectal de las universidades más prestigiosas de todo el mundo que han conseguido desarrollar el primer rollo de papel con una matriz de corte ondulada y no recta, lo que permitirá experimentar una nueva experiencia en el corte del papel.
Pasando de la brusquedad del corte recto actual a la suavidad y la dulzura del sonido del corte ondulado, que abrirá una nueva dimensión en la experiencia de la limpieza del ano tras la defecación. Un avance que se podría equiparar al que se produjo cuando se pasó del papel liso y sin texturas al esponjoso y suavemente perforado capaz de amortiguar el impacto de la superficie del papel sobre la piel delicada de una de las zonas más expuestas del cuerpo como es el ano.
La elección para este anuncio el domingo de resurrección no es casual. Chucena busca reinventarse, renacer de sus cenizas aprovechando su ubicación privilegiada con el objetivo complementar su economía agraria y de servicios con una industria tecnológica del papel higiénico y todos los derivados del consumo y la higiene doméstica. Hoy estamos hablando de una fábrica con la última tecnología en la producción del papel higiénico de última generación, pero posiblemente mañana hablemos de pasta de dientes rica en melatonina, bastoncillos de los oídos eléctricos, espuma de afeitar con inhibidores de crecimiento capilar o jabón de manos con repelente de mosquitos, que harán resucitar a Chucena.