HBN. Desde su sede en la Parroquia de la Purísima Concepción, la Muy Antigua, Real, Ilustre y Seráfica Hermandad Sacramental de la Purísima Concepción y Archicofradía de Nazarenos de la Santa Vera+Cruz, Sagrada Oración de Nuestro Señor en el Huerto y Nuestra Madre y Señora de los Dolores Coronada se presenta ante Huelva con la sobriedad y la grandeza que la identifican.
Esta corporación, con raíces que se remontan al siglo XVI, conserva un legado histórico y artístico de gran valor. Lo ha mantenido vivo a lo largo del tiempo gracias a la devoción constante de sus hermanos.
Cada Jueves Santo, la ciudad se detiene para recibirla. El barrio vibra al paso de sus titulares, especialmente cuando aparece María, en su advocación de Nuestra Madre y Señora de los Dolores Coronada. Su salida marca un momento muy esperado. Su regreso reafirma una tradición cumplida. Más que fe, lo que se vive es emoción, vínculo, y una historia compartida que renace con la misma fuerza cada año.
A las 19:05 horas, la hermandad ha iniciado su estación de penitencia. Recorre calles emblemáticas como Méndez Núñez, Mora Claros, Puerto, Carrera Oficial, Martín Alonso Pinzón, Santa Ángela de la Cruz, La Placeta, Rábida, Murillo, Concepción, entre otras. Regresa a su templo alrededor de las 00:50.
Este año, la hermandad incorpora novedades importantes en su patrimonio procesional. Ha restaurado el dorado del paso de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, lo que realza aún más la expresividad de la escena. También ha recuperado los varales del palio, así como los querubines y atlantes de los respiraderos del misterio. Además, ha restaurado varias insignias, lo que refuerza el esplendor de la cofradía en la calle.
El paso de misterio contará con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Merced. El palio estará acompañado, un año más, por la Banda Sinfónica del Liceo Municipal de la Música de Moguer. La hermandad ha renovado este vínculo durante al menos tres años más, fortaleciendo así la conexión entre música y devoción.
Entre el incienso y la luz de la cera, entre el murmullo de las oraciones y el eco de las marchas procesionales, la Hermandad de la Oración en el Huerto vuelve a emocionar a su ciudad. En cada mirada hacia su Virgen, entre lágrimas y silencio, se eleva una oración hecha amor.
Fotos: Edith Fernández y Lucía Espinosa.