Redacción. Cada año por estas fechas llegan al mundo las nuevas remesas de gansos en el Santuario Animal “Wendy Clements” de Doñana. En este recinto se lleva a cabo un programa de desbrozado natural de viñedos usando a estas aves y también a un grupo de burritos.
Se pretende ofrecer alternativas naturales al uso de herbicidas tóxicos que, según la Asociación “El Burrito Feliz”, entidad creadora del proyecto, están contaminando de forma irreparable el entorno agrícola de Doñana. Una contaminación a la que consideran principal responsable del descalabro que se está sufriendo en las poblaciones de avifauna en la zona en la última década. Y todo ello-afirman- sin que las instituciones responsables de poner freno a esta práctica se involucren en la resolución del problema.
Casualmente la eclosión de los huevos ha coincidido con el periodo más severo en las borrascas que están descargando lluvias de gran intensidad en este entorno.
Los pequeños gansos no soportan bien estos aguaceros prolongados y aunque las madres hacen lo que pueden, se corre el peligro de perder ejemplares por hipotermia.
Es por ello que el voluntariado de la Asociación, recoge cada noche a los simpáticos animalitos y los protege de las inclemencias del tiempo, devolviéndolos con sus progenitores cuando remiten los chubascos.
El proyecto que usa burros y gansos como desbrozadores naturales en viñedos y olivares de Huelva, ha despertado interés en medios de comunicación de Países Bajos y otros países europeos. Y es que resulta muy llamativo observar a estos animales, de dos especies totalmente distintas, trabajando conjuntamente para, mientras se alimentan, evitar que los seres humanos sigan utilizando los polémicos herbicidas.
Otra peculiaridad de esta actividad la representa el enorme número de personas que solicitan participar, controlando la jornada de los gansitos desbrozadores. Es por ello que la Asociación EBF-Doñana ha ideado una propuesta de actividad turística para dinamizar. Y dar a conocer el maravilloso entorno natural en el que se lleva a cabo cada jornada de actividad en los viñedos y olivos.
Estas iniciativas aún no cuentan con-prácticamente- ningún apoyo de la Consejería de Medio Ambiente de La Junta de Andalucía, aunque en EBF-Doñana confían en que finalmente el mismo interés despertado en Europa acabara contagiándose algún día a las instituciones onubenses.