El carro tartésico, camino de volver a circular en Huelva tirado por caballos

La asociación Arqueohuelva, con el patrocinio de la Fundación Atlantic Copper, pretende que podamos contar con una reproducción fidedigna de lo que pudo ser el carro tartésico de la tumba 17 de la Joya.

carro tartésico la Joya
Jorge Cotallo señala a alguna de las piezas originales del carro tartésico.

RFB. Una reproducción lo más fiel posible basada en los valiosos restos del carro tartésico que se encuentran en el Museo de Huelva, como uno de los tesoros más destacados del espectacular complejo expositivo onubense, nos va a sorprender en breve. Charlamos con Jorge Cotallo, presidente de Arqueohuelva y nos contagia la ilusión de un proceso que comenzó hace unos cinco años y que, gracias al apoyo de la Fundación Atlantic Copper, va a poder verse hecho realidad antes de que finalice el año. Y la idea, según nos cuenta, es que la gente lo pueda tocar, e incluso que pueda montarse para circular tirado por caballos. El impacto, sin duda, puede ser extraordinario.

carro tartésico huelva
Imagen virtual de lo que podrá ser la reproducción. /Arqueohuelva.

Pero antes de llegar a ese momento ansiado se ha ido llevando a cabo un complejo desarrollo. «Han sido muchos los quebraderos de cabeza -señala Jorge-. La base de las piezas metálicas contenidas en el Museo ha requerido de un análisis exhaustivo buscando integrarlas en el modelo, pero con un fundamento funcional. El equipo que está trabajando en ello, en ese sentido, ha evitado simplificar colocando alguna pieza a partir de una mera intuición estética. La funcionabilidad referida es la que justifica la realización del carro completo, incluidas las réplicas de las piezas originales existentes en el Museo.

Dibujo que nos muestra las proporciones.

Jorge nos cuenta que la primera imagen que tiene del Museo de Huelva, de cuando era pequeño» yendo con el cole en los noventa, es precisamente aquella reproducción del carro tartésico que estaba en la vitrina del fondo, que distaba mucho de la realidad. Pero, bueno, era un punto, un mito que tenía siempre ahí el museo onubense, y que no se le ha dado probablemente la importancia que tiene«. Aquella ‘reconstrucción’ se parecía, según Cotallo, más a un carro romano, a una cuadriga, que al carro como tal. De hecho las piezas estaban más o menos colocadas todas, pero sin ningún sentido funcional, meramente decorativas.

Placas decoradas originales, que se reproducirán en el carro tartésico.

«Mas tarde -añade- se hizo un acercamiento más próximo a lo que podría haber sido el carro original, que lo hizo Jiménez Ávila, un investigador. Basándonos en él hemos trabajado para afinar al máximo posible en la aproximación a lo que pudo ser el fascinante carro encontrado en la tumba 17 de la necrópolis de la Joya. Tendríamos que tener una máquina del tiempo que nos trasladase casi tres mil años atrás para asegurar la plena coincidencia con la realidad, pero creemos que nos hemos aproximado mucho«.



Las dificultades, como decimos, fueron notables. Relata que «un día dijimos… ya lo tenemos. Y al día siguiente… ya no tenemos carro. Dios mío, nos hemos quedado con el bronce que nada nos encajaba. No sabemos con certeza hasta que punto puede parecerse al carro original, pero lo que hemos pretendido es que todas las piezas tengan una funcionalidad dentro del mismo«. Reitera que lo complejo es que el carro es único, no hay un modelo con el que compararse. «Hay carros fenicios, hay carros griegos, definidos en monedas, pero un carro como el de la Joya no lo hay«.

Tumba 17 de la Joya, donde se encontró el carro tartésico. /Foto: Museo de Huelva.

Nos recuerda el hecho de que el carro fue encontrado en una tumba de la Joya, lo que tiene un doble significado. Primero la posición social del finado y en segundo término la simbología del ‘viaje’ al más allá.

Cuando pensaron en el proyecto del carro de Tartesos consideraron que la Fundación Atlantic Copper está en la línea de apoyar la divulgación del patrimonio onubense en general y del arqueológico en particular. Por eso acudieron a ella. El material de las piezas, bronce, además tiene un significado conectado con la milenaria actividad que hoy desarrolla la fábrica que promueve a la Fundación. También colabora, obviamente, la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, titular del Museo. Jorge comenta que es un sueño hecho realidad, y que entendían que esta pieza debe ser una referencia para la ciudad, pero hace cinco años lo veían como una utopía. El espectacular simbolismo de la necrópolis puede a través del carro reproducido hacerse más tangible, más identificable. Una joya descubierta en la Joya, que es única en el mundo, y que vuelve a la vida. Lo veremos en Noviembre. Enhorabuena.

 

 

Carro tartésico, museo de Huelva.

 


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