José Manuel Alfaro / Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Hace meses que se habla de la controvertida ley de bienestar animal que dejaba fuera de su protección a los perros de caza y nada de la nueva ley de bienestar humano que prohíbe las peleas de gallitos, exhibir niños, jóvenes y ancianos en escaparates, dejarlos de forma habitual en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, atarlos a vehículos a motor en marcha o sin supervisión durante más de tres días consecutivos o 24 horas en el caso de los niños.
Una ley que prohibirá también la utilización de personas salvajes en el circo y obligará a la realización por parte de los cuidadores de los niños de un breve cursillo de formación que será gratuito y tendrá una validez indefinida, así como tener un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros.
Como tampoco se habla de los nuevos sondeos que se están realizando en el término municipal de la Puebla de Guzmán, en los que se ha encontrado uno de los depósitos masivos de sulfuros más grandes de la faja Pirítica Ibérica, gracias a los sondeos en los que se han perforado pozos de hasta 700 metros de profundidad y cuyos estudios han concluido con la previsión de la existencia de más de 45 millones de toneladas de minerales con unas leyes de 0,42% de cobre, 2,20% de plomo, 2,3% de zinc 44,4 g/t de plata y 0.8 g/t de oro, yacimientos de los que se podría extraer el plomo para fabricar la estatua del soldadito de plomo más grande del mundo, como el del cuento que escribió y publico el escritor y poeta danés Hans Christian Andersen por primera vez en 1838.
Un plomo que podría servir para fabricar ese gigante soldadito de plomo al que le faltaría también un trozo de pierna y que en el cuento se enamoró de una bailarina de papel con un corazón de lentejuela y que después de muchas aventuras acabo junto a ella en el fuego fundidos y formando un corazón de plomo con una lentejuela incrustado en él, aunque esta vez no sería víctima del fuego, sino que se colocaría en la plaza más importante de la Puebla. Un plomo, que una vez extraído de los nuevos yacimientos también servirá para fabricar los perdigones de los cartuchos de caza menor y las balas utilizadas en la caza mayor, de las escopetas y los rifles de los cazadores de la Puebla y de toda la comarca.
Una noticia muy bien recibida por todos los cazadores de la comarca, que han visto como esta semana el colectivo se enfrentaba a una profunda crisis con la posible inclusión de sus perros en la ley de bienestar animal y que al final sale indemne de esta cacería mediática en la que se han visto involucrado y que temía que la ley terminara al final equiparando el bienestar de los perros de caza a los animales de compañía o lo que es lo mismo, el perro de caza al perro doméstico, el perro de campo al perro de ciudad.
Así que una vez más el sector de la caza en la Puebla de Guzmán y en toda la comarca sale reforzado, pues algunos cazadores ya no tendrán que responder de posibles maltratos a sus perros, podrán utilizar el plomo de los nuevos yacimientos para los perdigones de sus escopetas y verán muy pronto la estatua de un gigante soldadito de plomo como homenaje a todos los cazadores de la comarca.