José Manuel Alfaro / Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Mientras San Antonio Abad visitaba todas las casas de Trigueros y obraba el milagro de volver a ver sus calles bajo una lluvia de panes y jamones caídos de los balcones, otro milagro se gestaba gracias al “Santo bendito” a miles de kilómetros en uno de los campeonatos internacionales de mentiras más importantes de todo mundo, en el que un vecino de la localidad ganaba el gran “Pinocho de oro” en una de las finales que quedarán escritas para siempre en los libros de historia.
Un joven triguereño que gracias a su astucia e imaginación ha sido capaz de vencer en la final al pentacampeón y número uno del mundo en uno de las finales más emocionantes que se han jugado desde que se fundó este campeonato en 1883 y que cada año congrega a los más importantes deportistas de este deporte, que podría convertirse en olímpico en los próximos juegos de París.
Un master de Maestros que ha servido para consagrar a este joven triguereño, que se ha convertido en la estrella emergente del momento y el más joven en ganar uno de los cuatro torneos oficiales que forman el Grand Slam de este deporte, que se celebra cada mes de enero en el complejo deportivo de la ciudad natal de Carlo Collodi, seudónimo de Carlo Lorenzini, escritor y fundador de este campeonato, que se creó tras la publicación entre los años 1882-1883 de su libro “Las aventuras de Pinocho”.
Puede que el relato de Pinocho, por su crueldad, no estuviera pensado en un principio como una obra de literatura infantil, pero este terminó conmoviendo a los lectores más pequeños que disfrutaban con sus aventuras y esa icónica imagen de su nariz alargándose cada vez que mentía. Un libro en el que el protagonista además de reírse de su creador Gepetto, se dejaba llevar por malas compañías, estaba metiéndose en líos todo el tiempo y termino ahorcado en una encina por sus enemigos el Zorro y el Gato. Un relato no exento de una moraleja que pretende enseñar a los niños y niñas la importancia de ser bueno y estudiar en la Universidad, un camino de transformación personal que podría terminar convirtiéndote en un emprendedor de éxito, un profesor de instituto, un cajero de una gran superficie o un repartidor de pizzas a media jornada.
Aunque a priori todo el mundo piensa que mentir es fácil, este tipo de campeonatos demuestran que hacen falta muchas horas de entrenamiento al día para convertirse en uno de los mejores mentirosos del mundo. Un campeonato en el que los deportistas tienen que desplegar toda su imaginación y creatividad, para hacer creíbles sus narraciones escritas, orales y gráficas basadas en falsedades que pretenden ironizar sobre los temas más importantes de la realidad social, económica y política de la actualidad.
Mucho se habla de las mentiras y mentirosos que en el día a día inundan la prensa, la radio, la televisión, las redes sociales, nuestros lugares de trabajo, los colegios e institutos, los parlamentos, las ruedas de prensa, las retrasmisiones de los partidos de futbol, cuando todo el mundo debería de estar hablando en la provincia de este joven triguereño que estudia segundo de bachillerato y que sueña con ser alguien importante algún día y que será recibido la próxima semana por toda la corporación municipal después de ser agasajado y paseado montado en un burro rosa por todo el pueblo de trigueros al ritmo de una banda de municipal de música vestidos de los once personajes del cuento, Pinocho, Gepetto, Pepe Grillo, Fígaro, Cleo, el hada azul, Gedeón y el Honrado Juan, Strómboli, el cochero, Polilla y la gran ballena azul.