C. Botello / Lepe. Explosión de orgullo. El San Roque agrandó su imagen en su duelo copero ante el Getafe, resuelto en la prórroga (2-3) para los madrileños, después de 120 minutos intensos en los que exigió al máximo a todo un Primera.
Si quieren emociones fuertes, el San Roque las ofrece. Las vivió en la Copa RFEF y ahora repitió en la Copa del Rey con el Getafe, con quien tuvo que dirimir la tercera prórroga de esta temporada.
La puesta en escena del equipo de Juan Manuel Pavón -cinco cambios con respecto al último choque liguero con el Utrera- fue alentadora. Presionando arriba, muy arriba, tirando de orgullo y transmitiendo a los 3.500 aficionados que llenaron el Ciudad de Lepe su fe y su ilusión, el San Roque le buscó las cosquillas al Getafe, tan sorprendido como incómodo.
Fruto de esas ganas fue el balón que peleó Brian Triviño a Kiko Casilla, al que le llevó al error, del que se aprovechó Álvaro Vázquez para embocar y colocar el 1-0 (19′).
Este gol rompió los esquemas al Getafe que se vio en la necesidad de tener que dar un poco más. Como es un equipo de Primera División en cuanto de conectaron sus hombres de creación, la pelota rondó el área local. Con el peligro justo, eso sí. Djené y Enes Unal probaron fortuna ante un San Roque ya obligado a meterse atrás, lo que de todos modos hizo con orden llegando al descanso sin daños.
Quique Sánchez Flores, entrenador del cuadro madrileño, movió el árbol en el intervalo. Más madera arriba con Borja Mayoral y Latasa, que se unieron a Munir y Enes Unal. Quería revertir la situación por aplastamiento. Y la cosa le salió bien. Pues a los tres minutos de reanudarse el juego Latasa de cabeza a la salida de un córner colocó las tablas.
Con el Getafe tan extraño en el campo, muy partido, los espacios llegaron para el San Roque. Y también algunas llegadas ante el marco de Kiko Casilla. Jacobo y Misffut avisaron.
Como el partido entró en una fase de ida y vuelta cualquier cosa pudo pasar. Como el 1-2 en un contragolpe entre Munir y Enes Unal, que no pudo rematar por poco. Claro que en la siguiente que tuvo el turco no perdonó. Otro córner, y otro remate de cabeza, gol getafense para cerrar el partido. Pues no.
Porque entre Kiko Casilla y Alderete le hicieron un favor a un San Roque ya muy cansado y casi aceptando la derrota. En el último minuto del tiempo añadido, un balón fácil para el meta éste no llegó a blocarlo al rozarse con el defensor. Todo acabó en un balón suelto y el más listo de la clase, Santisteban, lo metió en el portal del Getafe. Prórroga.
Con el San Roque metido atrás en su área en el tiempo extra, únicamente dedicado a despejar y tratar de llegar a la lotería de los penaltis, el Getafe encontró el gol de la supervivencia. Fue Borja Mayoral el que con un disparo raso sorprendió a Maidana: 2-3. Punto final, ahora sí.
De ahí al final el San Roque quiso, pero ya no pudo. Y el Getafe se dedicó a que pasara el tiempo, aunque tuvo el 2-4 a su disposición en un mano a mano de Latasa con el meta Maidana, que salió vencedor de la acción.
No hubo más. El San Roque, lleno de orgullo y casta, cayó con la cabeza muy alta ante un Primera como el Getafe al que llevó al límite. La ovación con la que el público despidió a su equipo fue el justo reconocimiento a lo que había hecho sobre el terreno de juego. Y fue mucho.
SAN ROQUE: Maidana; Paco Torres (David León, 100′), Joel, Becken, Iván Robles; Marrufo, Misffut (Pablo González, 88′), Charaf (Manu Picón, 88′); Álvaro Vázquez (Pablo Haro, 54′), Brian Triviño (Santisteban, 54′), Jacobo (Sergio García, 80′).
GETAFE: Kiko Casilla; Portu (Gastón, 117′), Djené, Domingos Duarte, Alderete, Amavi (Latasa, desc.) (Algobia, 118′)); Luis Milla, Seoane (Borja Mayoral, desc.), Aleñá; Enes Unal (Mata, 100′), Munir (Iglesias, 73′).
Árbitro: Jesús Gil Manzano (colegio extremeño). Mostró la cartulina amarilla a Joel, Charaf, Marrufo y Pablo González, por el equipo local; y a Luis Milla y Djené, por los visitantes.
Goles: 1-0 (19′) Álvaro Vázquez. 1-1 (48′) Latasa. 1-2 (79′) Enes Unal. 2-2 (94′) Santisteban. 2-3 (99′) Borja Mayoral.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el estadio Ciudad de Lepe. Lleno absoluto con 3.500 aficionados en las gradas.