Antonio Delgado Pinto. Procurando mostrar algunos enclaves recónditos de nuestra geografía, la Huelva Desconocida tiene por objetivo recorrer los distintos caminos de la provincia para llegar a esos edificios y lugares que jalonan nuestro territorio y que conforman una parte importante de nuestra arquitectura y nuestro patrimonio. En esta ocasión nos detenemos en cinco puentes.
La orografía de nuestra provincia, unida a la extensa red ferroviaria y de carreteras que la surcaron en su momento, hace que abunden los puentes de diferentes épocas, estilos y arquitecturas. Hoy nos detenemos en cinco de ellos, cinco viaductos interesantes y quizás bastante desconocidos.
PUENTE SOBRE EL SILLO
El Sillo es un arroyo de curso ondulado y caprichoso que, después de nacer al sur de Badajoz, en el término municipal de Fuentes de León, y de servir de frontera entre las dos provincias durante bastantes kilómetros, lleva sus aguas hasta el río Múrtigas en el paraje conocido como La Junta. Apenas dos kilómetros aguas arriba, este puente, trazado de este a oeste, tiende sus más de ochenta metros sobre el arroyo, no lejos del ángulo que forman las carreteras comarcales de Cumbres de San Bartolomé y Encinasola.
Construido entre finales del siglo XV y principios del XVI, este gran viaducto está formado por ocho grandes arcos de medio punto y seis arcos más pequeños que van intercalados entre los grandes. El lecho del arroyo, rocoso e irregular, es un magnífico cimiento para esta gran obra arquitectónica cuyo abandono y desamparo hace que día a día se vaya deteriorando sin que a nadie parezca importarle demasiado.
PUENTE DE FELIPE II
Una inscripción ilegible incrustada en el propio puente nos informa de su construcción en tiempos de Felipe II, concretamente en el año 1577. Sobre él pasaba el antiguo camino hacia Portugal, sirviendo incluso de aduana durante bastante tiempo.
Su único vano es un gran arco de medio punto. Fue construido por los alarifes Marcos Pérez y Alonso Miguel en ladrillo rojo en lugar de la cantería en que se había proyectado originariamente. Aún hoy día su excelente estado de conservación hace que sobre él pase la carretera que sirve como acceso a Aroche.
PUENTE DOBLE DE ZALAMEA
Un relieve de piedra en la parte superior del puente, entre los dos arcos, nos informa de su inauguración en el año 1900. Este desconocido viaducto, que se conserva en perfectas condiciones, fue levantado para dar servicio a los trenes que enlazaban Riotinto, El Campillo y Zalamea y está formado por dos arcos gemelos de medio punto peraltado construido en piedra y ladrillo, bajo los cuales pasaban las vías férreas hasta no hace mucho.
Es necesario dejar constancia que de los casi trescientos kilómetros de vía de este ferrocarril, solo 84 kilómetros pertenecían a la vía general que servía para llevar el mineral desde Riotinto al puerto de Huelva. Los más de doscientos kilómetros restantes eran los que conducían la pirita desde las diferentes cortas y contraminas hasta los depósitos de mineral, las inmensas playas de vías de Zarandas o, como en este caso, los que enlazaban distintas localidades de la comarca.
PUENTE DE LOS CINCO OJOS
También llamado puente del Milano, este puente de los Cinco Ojos quedó sin servicio a finales del siglo pasado, cuando se inauguró la nueva variante, desde donde se ve perfectamente esta colosal obra de ingeniería del siglo XIX.
Sus más de setenta y cinco metros de longitud vadean el Odiel a casi 23 metros de altura sobre el lecho rocoso del río. Es desde abajo cuando queda patente su tamaño colosal y donde mejor podemos ver los drásticos cambios de la paleta de colores, que efectúa la luz del día sobre las aguas del Odiel, embebidas del mineral de las minas de Concepción, Poderosa, San Platón y Esperanza, situadas al norte de este lugar.
La diferente tonalidad de construcción que podemos ver si miramos con atención el puente (también en la fotografía de este artículo) viene dada por la reconstrucción que se realizó de una parte del viaducto durante el siglo pasado.
PUENTE NICOBA
Llamado Anicoba en algunos documentos antiguos, el arroyo Nicoba atraviesa una parte del sur de la provincia y desemboca en el río Tinto poco antes de su desembocadura en la Punta del Sebo. Son numerosos los viaductos que se han construido a lo largo de los años tanto para vadear sus aguas por carretera como por los ferrocarriles de Riotinto y de RENFE. Quizás este pequeño puente sea uno de los más desconocidos. Situado en Peguerillas, apoya su fábrica sobre tres arcos; uno central de medio punto rebajado, mucho mayor que los otros dos que lo acompañan; y dos pequeños, uno a cada lado, de medio punto peraltado.
Abandonado desde que se construyera la nueva carretera, el suelo de su tablero se ha ido degradando a medida que crecían los matorrales que ocupan ahora casi todo el lugar de paso.