Redacción. El último vestigio de la incorrecta expresión ‘Palos de Moguer’ parece que por fin tiene los días contados. El proceso de corrección ha sido impulsado desde hace décadas por el ayuntamiento de Palos de la Frontera. Pretende subsanar un error histórico que parte de los cronistas de Indias Gonzalo Fernández de Oviedo y Francisco López de Gómara quienes en sus escritos confundieron las localidades de Palos y Moguer.

El camino desde 1979, cuando se consiguió corregir el nombre del callejero de Madrid, pasando de Palos de Moguer al correcto Palos de la Frontera, ha sido largo. En 1986 el metro accedió a cambiar el nombre de la estación de aquella zona, pero aún quedaba y resta hoy en día el cambio de denominación del barrio.
Ningún sentido tiene llamarse Palos de Moguer cuando esta localidad a la que en teoría se dedica la denominación no existe. Por eso en 2007 el ayuntamiento palermo volvió a reclamar un cambio al ayuntamiento madrileño.

El trámite cogió fuerza a principios de 2018, cuando el pleno del distrito de Arganzuela -al que corresponde el barrio- aprobó iniciar el proceso de modificación. Hace pocos días se inició una consulta entre los vecinos del barrio al respecto, que finaliza el 18 de octubre. Es de esperar, teniendo como antecedente la aprobación por unaminidad en el pleno de Arganzuela del citado proceso, que el resultado sea positivo.

La relevancia del error y del lugar supondrá, caso de corregirse como es previsible, que por fin ese escaparate nominativo hará justicia histórica. Esperamos que en otros lugares, como Telde (Las Palmas), La Puebla de Almoradiel (Toledo), Utrera (Sevilla) y Huercal de Almería, donde aún hay calles con esta denominación, sigan el ejemplo de la capital de España.