ClaCF. Para Aída Arroyo y José Luis López Sánchez, una agricultura con futuro debe ser aquella que no sobrepase los límites naturales, manteniendo un equilibrio ecológico y respetando tanto el suelo como la biodiversidad autóctona.
En función a esta idea, han puesto en marcha en la localidad onubense de Villalba del Alcor el Vivero Flora Auxiliar, un emprendimiento agroecológico especializado en plantas que ayudan a repeler y atrapar plagas, mejorar la fertilidad del suelo, atraer fauna auxiliar y funcionar como un botiquín vivo, sin recurrir a productos químicos.
Este vivero pertenece al proyecto Flora Auxiliar que, tal como explican sus fundadores, tiene el objetivo de divulgar la Agroecología y la producción de plantas para la restauración natural y mejora de la biodiversidad en los sistemas agrícolas.
Aída y José, de 39 años, nacidos en Sevilla y Villalberos de adopción, son una pareja de biólogos amantes de la naturaleza con una amplia experiencia en Agroecología y divulgación de la ciencia. Además de haber trabajado como investigadores, profesores y consultores ambientales en el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla durante seis años, posteriormente crearon con éxito su primer proyecto, llamado La Huerta ConCiencia, en la que para ellos fue un honor formar, durante cinco años, a numerosas personas y apoyar una amplia diversidad de proyectos de transición hacia una agricultura respetuosa con el Medio Ambiente. Ahora están instalados en el campo, en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Y han consolidado este nuevo proyecto para preservar los cultivos sin recurrir a químicos.
El Vivero de Flora Auxiliar está orientado a la producción de plantas con una marcada función agroecológica, contando con más de cincuenta especies producidas, que han sido seleccionadas tras la realización de un amplio estudio bibliográfico.
En este proyecto se trabaja de forma completamente artesanal, cuyos principios de trabajo siguen las directrices de la Permacultura y de la Agricultura Regenerativa. Además, las semillas o esquejes de los que obtienen las plantas proceden de Plantas Madre propias o plantas silvestres, elegidas por su caidad y salud. Éstas van desde las más conocidas como la albahaca, la hierbabuena o el tomillo, a otras como la rascaviejas, el espantalobos o la menta de gato. Así mismo el ajenjo, el escobón andaluz o la consuelda rusa. El catálogo-guía de 2021 oferta 51 plantas distintas.
Su apuesta es innovadora porque es el primer vivero en Andalucía especializado en flora auxiliar, sostenible por sus procedimientos ecológicos, y circular porque reutilizan y reciclan en todas sus líneas de trabajo. Su implantación en el medio rural es, también, fruto de su compromiso con la meta de frenar la despoblación del territorio.
Además del vivero, los fundadores de Flora Auxiliar en su afán de ayudar y colaborar en favor de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente ofrecen otros servicios como la asesoría personalizada en diseño agroecológico, e imparten cursos teórico-prácticos especializados de agricultura ecológica.
¿Cómo surgió la idea que impulsó esta iniciativa?
«Nuestra idea surgió a raíz de observar cómo los agricultores y agricultoras de nuestra zona abandonan sus campos porque ya no le son rentables a causa, entre otros motivos, de la degradación de su tierra por el uso continuado de agroquímicos.
Creemos en una agricultura libre de venenos donde la biodiversidad sea la que equilibre las plagas y fertilice los suelos. Por ello, producimos plantas destinadas a hacer que los cultivos crezcan fuertes y sanos y vuelvan a ser rentables cuidando a su vez al Medio Ambiente y demostrando que otra agricultura es posible.»